Neuquén, jueves 5 de Agosto de 2010 (CeProDH) Los obreros de Zanon y el Sindicato ceramista colmaban la sala, porque hoy declaró Pepe y había que hacerle el aguante.
Pedro se sienta en la silla, y empieza a contar "yo militaba en el MTD, fuimos a manifestarnos a decirle a la gente que no acepte esa tarjeta porque era una basura" ese día hubo muchos heridos, 34 de bala de goma, 9 heridos de bala de plomo, y ese día el 25 noviembre de 2003, soy fusilado por la policía"
Hay un silencio que habla por sí mismo, este joven cuenta que es trasladado a la Comisaría esposado, sangrando y que "A las seis de la tarde estábamos en una concentración para frenar la represión, todas las organizaciones, se rompe esa asamblea, porque cae la policía a disparar, me ví rodeado, y los milicos me empiezan a tirar balas de goma, son 300 perdigonazos que me tiraron, hay un video que cuenta esa cantidad, ahí esta la plata de todos nosotros, en las balas esas que le tiran a la gente"
Y cuenta: "en ese momento me esposan, me suben a una camioneta, me pegan un itakazo en la cabeza, me dijo quedate quieto, yo estaba ensangrentado, yo quería ver, no podía, no podía ver, me fui poniendo mal, me llevan esposado. Me paro, me paran de los pelos, estaba todo sangrado, íbamos esposados y la camioneta va tan fuerte, para que nos golpeemos. Cuando llegamos a las 18 hay un milico que nos esperaba en la parte de atrás, ahí ellos nos agarran esposados y me tiran al piso, me agarran de los pelos y me tiraron de cara al piso, uno me pisa y me pone un itakazo, parece que tenia un buen pelo, se ve que todos los policías lo querían tocar"
Y sigue Pepe, porque el calvario duró seis horas: "Había un compañero desesperado en la celda conmigo, pidiendo que me saquen de ahí, que estaba malherido, pero no me sacan, no me atiende un médico, sino que me sacan y me suben a una camioneta me vuelven a agarrar del pelo, me vuelven a golpear y ahí nos llevan a la Primera"
"Que Alveal no nos falte el respeto"
Los policías y su abogado están nerviosos, tanto que cuando Pedro relataba lo que sufrió, el imputado Diógenes Martín, saltó "como leche hervida" (o como imputado asustado) para decir que "Alveal no les falte el respeto". Fue gracioso, porque la Jueza lo hizo callar, porque a pesar de que intentó provocar y asustar a Pepe, le salió mal.
En casi dos horas de declaración, Pepe, demostró que está firme, que a pesar de todo lo que le hicieron, sigue la lucha
"Somos una familia obrera"
En un testimonio conmovedor, su papá, Juan Alveal, nos dijo a todos los que estábamos en la sala: "Cuando veo a mi hijo en el Hospital, estaba inmóvil, yo pensé lo peor, hasta que me apretó la mano, ya venia sin la chomba, parecía un colador, todo el cuerpo, lleno de perdigones. Recién al otro día lo pudimos ver, hablar con el y ahí me explico lo que le había pasado, lo que le había hecho la policía, que el corría por la calle y varios policías lo acribillaron a balazos, un pibe que corría asustado" y Juan descarga, y las lagrimas quieren salir, para descargar la bronca, el dolor, y sigue: " El daño que le hicieron a mi hijo es muy grande, a un pibe tranquilo, que estaba terminando sus estudios, que había empezado a trabajar en la fabrica, le arruinaron la vida. Usted sabe Señora Juez, es muy difícil criar un hijo, sobre todo en esa época en el Barrio San Lorenzo, y yo crié a seis, para que todos estudien, nosotros somos una familia obrera".
Pepe, hijo de una familia obrera, que no se conformaba con la injusticia, y se organizaba y luchaba. Eso es lo que los policías no pueden soportar.
La policía: Una estrategia cobarde, insostenible y refutada por los testigos
La estrategia de los defensores y los policías que declararon ayer es tratar de demostrar que nadie podía darse cuenta de que Pepe estaba lastimado. Tratan de ignorar que hay fotos que lo muestran bañado en sangre y un video, en el que esta filmado el ataque y el estado de Pepe. Fingen que hay que ser un médico especializado para darse cuenta de que alguien que recibió 64 balazos en el cuerpo tiene que ser atendido en un Hospital.
Seis horas después, cuando ya lo habían llevado a la Comisaría Dieciocho y Primera, cuando lo habían seguido golpeando, en el estado en que se encontraba, con el estallido de su ojo izquierdo, y lo dejan tirado en la puerta de la Comisaría, todavía Pepe estaba ensangrentado. Por eso, solidariamente y aun sin conocerlo, es llevado al Hospital por compañeros trabajadores que estaban afuera, donde es operado de urgencia.
Hoy también declaró Enrique Trovato, que es quien lleva a Pedro al Hospital y con su verdad desmiente toda la sarta de mentiras y falsedades con la que mal intentan salvarse los policías. Dijo Enrique hoy en la audiencia: "El ultimo en salir que me llamó la atención, un chico delgado alto de pelo largo, muy ensangrentado estaba. Salió como mareado, no iba para acá ni para allá, se quedaba parado, como mareado, estaba todo ensangrentado"
También declaró el perito forense que constató "mas de 60 lesiones en su cuerpo" y que dijo claramente, que recurría "atención médica urgente". Esto era evidente, pero parece que lo evidente es invisible a los ojos de los que torturan en cárceles y comisarías.
Sigue el juicio, sigue la lucha
A medida en que avanzan las jornadas del juicio va quedando cada vez más claro que los policías imputados deben ser condenados. Llamamos a continuar con la movilización para lograrlo.
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Fuente: Agencia Walsh.
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