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martes, 2 de febrero de 2010

UN JUEZ QUE NO TRATA LA TRATA

Mar del Plata (La Alameda).- En una polémica declaración, el juez marplatense y titular del Colegio de Magistrados local, Manuel Fernández Daguerre, sostuvo que la ley impide la persecución de las redes de prostitución. Defendió la actuación policial y la reglamentación de la prostitución.

Por Carlos Rodríguez

El titular del Colegio de Magistrados local, Manuel Fernández Daguerre, hizo polémicas declaraciones sobre el tema de la trata de personas. “En Mar del Plata no se ha sido permisivo con la trata”, sostuvo Fernández Daguerre, en un momento en que llueven las denuncias sobre la existencia de prostíbulos que siguen funcionando aunque sus dueños estén presos. Hasta llegó a afirmar que la ley “no castiga la prostitución”, cuando hay 45 causas abiertas con 15 personas procesadas por la explotación de mujeres que son traídas, por lo general, de países limítrofes en forma ilegal. Gustavo Vera, de la organización La Alameda, denunciante de los proxenetas marplatenses, consideró que “lo que dice Fernández Daguerre demuestra por qué hay prostíbulos que fueron allanados y cuyos dueños están presos, que siguen abiertos como si nada hubiera sucedido, sin que los jueces hagan nada al respecto”.
En declaraciones al periodista José Luis Jacobo, en el programa radial “Noticias y Protagonistas”, que fueron reproducidas por el diario o El Atlántico, Fernández Daguerre también manifestó su “profundo respeto” por la gestión del cuestionado jefe del Distrito Centro de la Policía de Mar del Plata, Gustavo Salvá, aunque al mismo tiempo admitió que “sería muy inocente si pensara que no hay connivencia policial en alguna de estas cosas”. Según Fernández Daguerre, si un juez mandaba a allanar un prostíbulo, antes de la sanción de la Ley de Trata, “decían ‘ése debe ser el que no arregló’” porque en “una actividad de ese tipo, como la de los boliches nocturnos, parecería ser que si uno no tiene una muy buena relación con la policía, dos allanamientos en una semana acaban con el negocio. De hecho, a la tercera vez que allanamos un lugar, se mudó”.
Recordó que en la época en la que estaba al frente de un juzgado correccional “los jueces correccionales, Camadro, Dominella, Hooft y yo, todos coincidíamos en opinar: cuando hubo una modificación del Código Penal por el cual se mejoraron muchísimo las investigaciones de abusos sexuales”, sin embargo “se hizo más complejo para alcanzar a todos los casos de abusos”. Eso porque, según Fernández Daguerre, la Legislatura “decidió no punir al proxeneta”.

Insistió en que “cuando se modificó la ley de delitos contra la honestidad, ese delito desapareció. Creo que fue un acto expreso de la Legislatura de decir que ese tipo de actividad (la del proxeneta) no debía ser penado, a mi criterio equivocadamente”, opinó. Consideró que “una cosa es que una persona se dedique libremente a la prostitución, que decida ejercer la prostitución, porque para eso no hay límite legal, no hay delito ni contravención que lo pene. Otra cosa es que alguien lo explote y se sirva de eso”.
“Desde ese momento nosotros venimos diciendo: cada vez que dicen la barbaridad de los prostíbulos, de la prostitución en la calle, la actividad de los travestis, que mientras esas conductas sean autorreferenciales, que no causen lesiones o perjuicios a terceros o escándalos, eso no era punible y uno no podía meterse. Yo no podía como juez ni la policía debía ingresar a un privado para hacer ningún tipo de control ni castigar una actividad que estaba legalmente permitida.” Fernández Daguerre opinó que lo que habría que hacer es “reglamentar la actividad a nivel provincial y nacional” porque “si esa actividad existe, y no se puede evitar que una persona decida dedicarse a eso, hay que reglamentarla para prevenir contagio de enfermedades, para evitar este tipo de cuestiones que ahora está con ley de trata”.
Admitió sobre el final que sí hubo alguna permisividad con los “privados” donde se ejerce la prostitución. “Hemos sido permisivos absolutamente con la existencia de privados porque la ley no los castiga, salvo que produzcan escándalos. Me consta que Salvá, que también es abogado, venía a decirnos ‘doctor, tengo esta lista de privados, quiero ir…’ Entonces yo le preguntaba: ‘¿Producen escándalo? ¿Se quejan los vecinos?’ Más de una vez le dijimos ‘no Salvá, usted no puede entrar’.”
“A partir de algunas investigaciones, hechas precisamente por Salvá –resaltó–, nos encontramos con que sobre todo con las traídas de países vecinos, con engaños diciendo que era otro el trabajo y las usaban para la prostitución, empezamos a trabajar en este tema. Hacíamos el procedimiento, se detectaba algún tipo de coacción, algo que tenga que ver con la trata e inmediatamente lo pasábamos a la Justicia federal, que era la competente. Lo hacía Hooft, la doctora Fernández, lo hacía yo, todos los jueces correccionales.”
Precisó que se han “clausurado privados en cantidad donde había escándalos, íbamos con la Municipalidad y retirábamos las pertenencias. En Mar del Plata no se ha sido permisivo con la trata, pero la ley no castiga la prostitución”, insistió como si ignorara la existencia de redes dedicadas a la trata de personas. “Que vengan ahora desde afuera a decir que hubo complicidades judiciales, policiales y municipales, ofenden realmente”, concluyó.