Por Movimiento de Izquierda Revolucionaria (Chubut)
Quienes integramos el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) luchamos por construir una sociedad distinta, justa, realmente democrática e igualitaria. Esa igualdad por la que abogamos se basa en el respeto a las enriquecedoras diferencias que existen entre los seres humanos. Precisamente la sociedad a la que aspiramos es aquella en la que todas las personas, independientemente de sus creencias e identidades raciales, genéricas o sexuales, tengan iguales y reales posibilidades de ser felices y desarrollarse como personas íntegras y plenas, y puedan relacionarse libre y fraternalmente entre ellas.
Por ello apoyamos a las parejas homosexuales que en esta provincia, como en el resto del país, están llevando adelante acciones para poder obtener el derecho al matrimonio y todos los derechos –civiles, económicos y sociales- que de éste se derivan. Creemos que son justamente los trabajadores y las trabajadoras quienes más se ven afectados por esta discriminación ya que los/as que quedaron sin trabajo o padecen la flexibilización y precarización laboral son quienes más sufren la falta de resguardos y derechos económicos que el matrimonio conlleva.
Así mismo repudiamos enfáticamente las declaraciones del gobernador del Chubut, Mario Das Neves, quien –fiel a su dogma de “el Estado soy yo”- sentenció, sin ningún tipo de debate entre la población, que “aquí no habrá ningún casamiento gay”. Coherente con su espíritu y prácticas autoritarias también se arrogó la opinión de todos/as los habitantes de esta provincia al sancionar que “Chubut no es gay friendly”, en un claro gesto discriminador. No debemos resignarnos a que se sigan tomando decisiones en todos los ámbitos prescindiendo de la opinión y la voluntad popular. La construcción de una real democracia está exclusivamente en manos de los/as trabajadores/as y el pueblo ya que desde el poder político y económico quieren encaminarnos a una sociedad cada vez más represiva, autoritaria, excluyente y discriminatoria.
En ese sentido la historia de nuestro país y del mundo nos indica que ningún derecho ya sea cultural, civil, económico y/o social ha sido concedido por las clases dominantes y sus gobiernos, todos ellos han sido conquistados en forma colectiva con lucha y organización. Por ello nos ponemos a disposición de quienes hoy llevan adelante la lucha por la legalización y concreción del matrimonio entre homosexuales, entendiendo que ésta debe ser parte de una lucha más amplia por una sociedad sin explotación, opresión, ni discriminación.
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