El Bolsón (ANPP).- El cabo de la policía rionegrina Mauricio Cornejo estaba ese 19 de diciembre de 2004 custodiando el supermercado Todo, sobre la ruta 40, en la ciudad de El Bolsón.
Tres personas armadas y con sus rostros cubiertos irrumpieron en el lugar mientras otro permanecía en un vehículo.
Cornejo era joven, tan sólo tenía 21 años. Los delincuentes, que resultaron ser policías, lo asesinaron a sangre fría de un disparo en la nuca.
Los uniformados Diego Montesino, Héctor Ossés y José Riffo fueron capturados al día siguiente del robo, el más sangriento ocurrido en la ciudad cordillerana, por lo menos en la última década.
El cuarto policía, el cabo Javier Marifil, “se suicidó” pegándose un tiro en el baño de una dependencia policial de Bariloche, para evitar ser detenido o, quizás, para no delatar a implicados de mayor jerarquía en este crimen.
Uno de los asesinos trabajaba con Cornejo en la comisaría 12ª de El Bolsón.
Este hecho trágico es el único asesinato por robo en El Bolsón que se tenga memoria en los últimos años.
Que los asesinos hayan sido policías pone un serio cuestionamiento al reclamo mecánico de “más policías” como garantía de “seguridad” en una sociedad que no tendrá paz hasta que las verdaderas raíces del problema, la injusticia social y la corrupción, no sean reconocidas y extirpadas.
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