A pesar de la enorme importancia de las temáticas a tratar en el congreso, hubo una escasa presencia de compañeros/as (sólo asistieron 68 de 142 congresales). Atribuimos el hecho a la fecha elegida para realizarlo, sobre todo si tenemos en cuenta que en los niveles primario y medio se está llevando adelante el período complementario y que los/as compañeros/as deben garantizar su presencia en los colegios “sea como sea”; como a la política sistemática de la conducción de vaciar los espacios de participación gremial.
Así, con menos de la mitad de los congresales, el Congreso Ordinario transcurrió con la misma y vergonzosa dinámica que tuvieron los últimos congresos del sindicato, donde la chicana barata entre las agrupaciones mayoritarias ocupan el tiempo que debiera dedicarse al debate sobre la complicada situación laboral, salarial y pedagógica en que se encuentran hoy los/as trabajadores/as de la escuela pública.
Una vez analizado el balance económico de la organización (el contador participó 5 minutos del congreso) y las apreciaciones chicanescas sobre la política gremial, se inició a las 2 de la madrugada el Congreso Extraordinario que daría tratamiento al tema de la Transformación de la Escuela Media.
Muchos vivimos el rechazo masivo a esta transformación en febrero del 2008 como un ejemplo de resistencia de los/as compañeros/as frente al gobierno que pretendía implementarla para bajar de manera ficticia los índices de repitencia, para recibir dinero del BID y continuar avasallando el estatuto docente.
La conducción central vivió este rechazo de otra manera. Había arrastrado a muchos compañeros a colaborar en la construcción de la comisión 611 para que su trabajo luego se convirtiera en un reflejo borroso de los NAP (Núcleos de Aprendizajes Prioritarios) de Nación. Que el congreso de Huergo de febrero de 2008 ordenara la suspensión de la implementación de la reforma se vivió como una derrota, y ahora había llegado el momento de la revancha.
Sin haber permitido la lectura de los mandatos de dieciséis de las dieciocho seccionales; después de haber comenzado la discusión a esa hora de la madrugada y luego de la intervención de sólo dos oradores, la conducción central impuso una moción de orden para evitar dar la discusión acerca de la Transformación de Nivel Medio y dar lugar a la votación inmediata.
Le bastó un poco más de 40 congresales para aprobar la reforma del gobierno mientras que los restantes, que no acuerdan con la reforma en estos términos, votaron por continuar la discusión con el gobierno o debimos abstenernos por no poder leer los mandatos y/o defenderlos.
De esta manera la política de la conducción central de imponer la reforma sea como sea incluso revierte la decisión de un congreso pleno que en febrero de 2008 suspendió la transformación hasta tanto se garantizaran los derechos laborales de los/as trabajadores/ as de la educación. De este modo se da el aval para que se aplique en toda la provincia una reforma que deteriora nuestras condiciones de trabajo (contratos basura, horas cátedra interinas que quedan atadas a paquetes de horas titulares, encubriendo un “cuasi” acrecentamiento, etc).
A través de una manipulación burda y autoritaria la conducción central impidió que se debatiera legítimamente una postura opuesta a sus intereses que reflejaba un análisis profundo de los alcances de esta transformación.
Si el espíritu de un congreso es la discusión y el debate con el fin de llegar a un resultado legítimo, y el de éste en particular era analizar los puntos que no estaban cerrados con respecto a la reforma, la mayoría automática que responde a la conducción Azul-Arancibia se ocupó de impedir ese debate y de esta manera asegurar el cumplimiento de los objetivos del gobierno.
Seguimos sosteniendo que solo la participación y la denuncia a estas prácticas o maniobras pueden permitirnos recuperar el sindicato para la lucha y la defensa de los derechos de los trabajadores de la educación.
Contacto: arte_enlucha@yahoo.com.a
Editoriales ANP
