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| Muere Monstruo Muere será parte del FAB 2019. |
Bariloche (Al Margen).-Director del evento desde
sus inicios, Diego Carriqueo adelanta algunas perlas de la programación de este
gran evento que contará con funciones especiales, espacios de encuentro y al
menos 12 talleres. Este 23 de septiembre arranca una semana a puro cine.
Con
más de 100 producciones que integrarán las 13 categorías competitivas llega la
7ª edición del Festival Audiovisual Bariloche, que se realizará con entrada
libre y gratuita del 23 al 29 de septiembre en Bariloche organizado por el
Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte de Río Negro, con el apoyo del INCAA y
el Consejo Federal de Inversión (CFI).
El
ámbito audiovisual no escapa al difícil contexto que atraviesa el país, sin
embargo, el engranaje que empuja el festival de cine más importante de la
región logra una vez más la mejor versión de sí mismo y por séptimo año
consecutivo colmará la ciudad de producciones regionales, nacionales y
latinoamericanas –con Ecuador como país invitado- con una variada propuesta de
talleres y encuentros que siguen enriqueciendo este espacio que llegó para
quedarse.
“Realizadores,
productores, distintos actores de la industria están haciendo un esfuerzo
tremendo para hacer sus películas. También hay un gran esfuerzo para llevar a
cabo esta séptima realización del festival. Estamos motivados y vamos
aprendiendo cada vez un poquito más, con mejoras en la propuesta: en la
programación, el contenido, en tratar de llegar a la mayor cantidad de gente
posible para que se enteren del festival y puedan disfrutar de una grilla muy
variada, con cantidad de historias que hace a la actualidad de la producción
audiovisual del país y de otros lugares”, dice Diego Carriqueo.
Organizador
desde los inicios de este festival que ya se ha instalado como un
imprescindible, trascendiendo las distintas gestiones a lo largo de estos años,
Carriqueo celebra el crecimiento de este espacio de suma importancia para la
región y destaca la Lay de Fomento Audiovisual destinado a la producción,
promoción y difusión de la actividad audiovisual realizada en el territorio
rionegrino, cuya implementación se está discutiendo por estos días.
“Es
un programa de fomento audiovisual que en este momento se está compartiendo con
la comunidad, con directores, productores, estudiantes de cine de la provincia,
para llegar a una reglamentación y que esa implementación sea lo mejor posible.
Es importante el fomento, la producción audiovisual afecta muchos sectores, ya
que detrás de una película no hay solamente un director sino todo un grupo de
personas, una cadena interesante”.
Destaca
también las particularidades de esta provincia a nivel de locaciones realmente
atractivas, pero además de sus paisajes Río Negro tiene en funcionamiento dos
escuelas de cine.
“Ojalá mucha gente se involucre y al mismo tiempo les
beneficie lograr una pequeña industria audiovisual en la provincia. Nos sentimos
contentos porque el festival termina siendo un eslabón de todo esto que se está
generando porque es el lugar de encuentro”.
Y
es que luego de ser presentada en Bariloche, Bolsón, Viedma y el Alto Valle la
Ley se va a presentar en el Festival Audiovisual Bariloche donde con la
participación de casi el cien por cien de los realizadores aportar en asamblea
los últimos toques a dicha reglamentación.
Mirar hacia atrás
El
balance es más que positivo a siete años de la primera edición del FAB cuya
permanencia dio muestras de un motor que no puede detenerse. La cantidad de
público que se incrementa con los años y la gran participación, sobre todo de
los jóvenes va dándole cada año más entidad al festival que este año va a
contar con el segundo encuentro de escuelas de cine de la Patagonia –con la
participación de Chile, Ushuaia, el Bolsón, San Martín, y Roca- con un programa
de becas. Además tendrá lugar por segundo año el encuentro de mujeres de medios
audiovisuales de la Patagonia.
“Todo esto ocurre durante el Festival.
Justamente, hace dos días estábamos revisando el catálogo final y siempre el
objetivo es mejorar el del año anterior”.
Editoriales ANP
