El poblador contó que “esto surge de que el secretario de Medio Ambiente Nito Brizuela declara a la Laguna Brava de reserva natural a reserva de usos múltiples, a donde dice que se puede hacer megaminería también”. Por eso el fin de semana pasado en la zona de Vinchinas se hizo un “acampe para ir a apoyar a la asamblea esa y fueron las asambleas de toda la provincia y también gente de muchas partes del país. La idea era compartir con ellos, contarles nuestra experiencia y marcar un antecedente de que si las cosas se ponen peores, no tenga ninguna duda el gobernador de que va a pasar lo mismo que en Famatina".
Garrot explicó que se trata de “un ecosistema único, en la Laguna Brava hay muchas aves migratorias, están los flamencos rosados que van a empollar sus huevos ahí y después van a Chile, a Brasil, hay guanacos, vicuñas. Lo peligroso de poner un proyecto megaminero ahí es que ahí nace el agua que baja, ahí empieza la cuenca que baja a gran parte de toda La Rioja, son las nacientes de todos los ríos. La Laguna Brava está al pie de dos de los glaciares más grandes que tiene La Rioja que son el Bonete Chico y el Piscis, que el pico tiene 200 metros menos que el Aconcagua y está sobre la cuenca del río Bermejo. O sea la Laguna Brava tiene a sus pies tiene el río Bermejo”.
Con respecto a qué se intentaría extraer ahí el asambleistas afirmó que “la Laguna Brava en sí tiene agua salada pero que es rica en sales de litio, lo que están buscando ahí es litio”.
Además aclaró que los puestos de trabajo que prometen las grandes mineras son “para unos pocos, traen mano de obra especializada de otros lados, toman la gente solamente para armar el campamento y después bien gracias”. La megaminería “lo que hace es primero contaminar la cabeza de los gobernantes, la cabeza de la gente, divide al pueblo y después funda su estado ahí adentro. Una vez que está adentro, no la puedes sacar más”.
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