Buenos Aires (Red Latina Sin Fronteras).-Por
Andrés Figueroa Cornejo.
En el núcleo mismo de la explanada de la Ciudad de Buenos Aires se levanta sobre un caballo mitológico cuyo jinete no podía cabalgar, la escultura de uno de los principales genocidas de originarios y represor de trabajadores de Argentina, el general y dos veces presidente nacional, Julio A. Roca. El tipo que tuvo su primavera negra desde la última parte del siglo XIX y comienzos del XX, es el resumen paradigmático de los intereses de las clases dominantes del país de Atahualpa Yupanqui. Condensa la dentellada rabiosa de los contados que mandan y la maldición histórica de las grandes mayorías. Otra infamia de una Argentina cuya administración política actual expresa sus límites y los de su propia oposición institucional y sin pueblo, se desconcentra batallando contra la prensa ultraliberal, sectores de la oligarquía rural y cubriendo extrañamente la espalda de altos funcionarios corruptos; puja los salarios a la baja; ya no salió del extractivismo transnacionalizado; intenta hacer caja acopiando dólares bajo cualquier medio; y no logra frenar la multiplicación de los empobrecidos ni el trabajo precarizado, la flexibilidad y tercerización laboral, el empleo en negro o informalizado. La Casa Rosada -pintada originalmente con sangre de vacuno- palidece frente a la incertidumbre de la inmensa mayoría argentina que entre fútbol y carreras de auto por televisión abierta y harta del "si hubieras visto cómo era la cosa hace 10 años" o el "falta todavía mucho por hacer", sólo llega a fin de mes a crédito, en medio de la antisocial especulación financiera y comercial, y la imposibilidad de hacerse de una casa propia. Hasta los turistas gringos encuentran cara la mercadería de los supermercados. En fin.
-¿Por qué hay que deshacerse del monumento del Julio Roca?
"En Argentina la clase capitalista que estructuró el país que hoy tenemos -semi colonial, dependiente y periférico-, tiene en el general Roca una síntesis de ese proyecto y representa los valores que, encumbrado en el arte monumental que domina el espacio público, es parte de la imposición de una hegemonía ideológica de la historia oficial que ha construido la oligarquía", contesta Mariano Rosa, Coordinador General de la campaña ‘Chau Roca, por la justicia y contra el racismo'. Y añade que Roca "llevó adelante una masacre contra los pueblos originarios en la llamada ‘Conquista del Desierto' para establecer el latifundio en Argentina con la repartición gratuita o a precio de nada de casi 42 millones de hectáreas de territorio a familiares y amigos del Estado. El propio general fue ‘premiado' con 65 mil hectáreas. La visión europeizante que existe tras el crimen es que las clases mandantes y su ejército tienen la tarea de ‘civilizar' a los ‘indios bárbaros'. Como si fuera poco, cuando Roca luego fue presidente de la nación, implantó la Ley de Residencia en 1903 cuyo objetivo y ejecución fue expulsar del país a cientos de activistas inmigrantes, socialistas y anarquistas, que ‘alteraran el orden público'. En la movilización del Primero de Mayo de 1904 fue asesinado el marinero de 18 años, Juan Ocampo, el primer detenido desaparecido de Argentina".
-¿Y qué se piensa instalar en vez del monumento al general?
"La escultura de una mujer originaria, que ya está creándose, aunque todavía faltan 5 toneladas de bronce que deseamos que la propia gente aporte mediante donaciones de llaves, por ejemplo. La mujer originaria es la postergada de los postergados. Si en esta sociedad, la mujer blanca es doblemente oprimida por el machismo dominante y como trabajadora; la mujer originaria es castigada por el patriarcado, el trabajo, su condición originaria y por la miseria."
HASTA CHARLES DARWIN SE HORRORIZÓ
En la hora trágica de la ‘Conquista o campaña del Desierto' (que tiene su gemela en la ‘Pacificación de la Araucanía' en Chile), la antropóloga Diana Leyton documenta que el naturalista y autor de ‘El origen de la especies', Charles Darwin, atestiguó que "escandalizado que si bien se asesina a sangre fría a todas las mujeres indias que parecen tener más de 20 años de edad para evitar su reproducción, se perdona a los niños a los cuales se les vende o se les da para hacerlos criados domésticos, o más bien esclavos (...) Cuando protesté en nombre de la humanidad me respondieron: ‘sin embargo, ¿qué hemos de hacer? ¡Tienen tantos hijos estos salvajes!'".
El parlamentario de la época, Aristóbulo del Valle, ante el espanto dijo que "Hemos tomado familias de los indios salvajes, las hemos traído a este centro de civilización, donde todos los derechos parecen que debieran encontrar garantías, y no hemos respetado en estas familias ninguno de los derechos que pertenecen no ya al hombre civilizado, sino al ser humano: al hombre lo hemos esclavizado, a la mujer la hemos prostituido, al niño lo hemos arrancado del seno de la madre, al anciano lo hemos llevado a servir como esclavo a cualquier parte, en una palabra, hemos desconocido y hemos violado todas las leyes que gobiernan las acciones morales del hombre".
A UNA LIBRA EL PAR DE OREJAS O DE TESTÍCULOS
Mal que les pese a los mandarines de Argentina y a más de algún ignorante con ínfulas, de acuerdo a investigaciones científicas, el 54 % que habita el territorio tiene ascendencia indígena.
El sacerdote salesiano Alberto Agostini escribió que "El principal agente de la rápida extinción (de los originarios) fue la persecución despiadada y sin tregua que les hicieron los estancieros, por medio de peones ovejeros quienes, estimulados y pagados por los patrones, los cazaban sin misericordia a tiros de Winchester o los envenenaban con estricnina, para que sus mandantes se quedaran con los campos primeramente ocupados por los aborígenes. Se llegó a pagar una libra esterlina por par de orejas de indios. Al parecer con vida algunos desorejados, se cambió la oferta: una libra por par de testículos".
Por su parte, el extraordinario autor de ‘Martín Fierro', José Hernández, sentenció sin dobleces que "No tenemos el derecho de expulsar a los indios del territorio y menos de exterminarlos. La civilización sólo puede dar los derechos que se deriven de ella misma. La sociedad no hace de los gobiernos agentes de comercio, ni los faculta para labrar colosales riquezas, lanzándolos a las especulaciones atrevidas del crédito".
TODA LA TIERRA PARA LOS POCOS
Respecto de la concentración brutal de la tierra, el historiador Jacinto Oddone publicó que, como efecto de la ‘Campaña del Desierto', "hacia la década del 20 en el presente siglo (el XX), concluido ya el proceso de la propiedad rural, solamente 50 familias eran propietarias de más de 4 millones de hectáreas de la provincia de Buenos Aires". Por eso el proceso de una reforma agraria postergada, se actualiza como materia cardinal de cualquier proyecto de profundización democrática de la Argentina del siglo XXI, tan vital como la nacionalización de los bancos y la regulación auténtica del capital financiero que el primer trimestre de 2012 obtuvo utilidades entre un 12 y un 37 %; más que cualquier otro sector, área o industria de la economía en relación al mismo trimestre de 2011.
LA HERENCIA DE ROCA
El Coordinador General de la campaña en curso, ‘Chau Roca', Mariano Rosa, explica que la iniciativa pretende "desnaturalizar de la historia oficial, la criminalización de los pueblos originarios transmitida a través de la propia educación pública. La herencia del general Roca se expresa en el actual modelo extractivista, en la megaminería, la explotación de los recursos hidrocarburíferos, en la avanzada de la frontera sojera y el monocultivo, en la dependencia económica que ello comporta. Los Roca de hoy son las empresas transnacionales que saquean el país con la venia y los intereses de los gobernadores de las provincias cordilleranas. Y la represión ante la lucha contra las pésimas condiciones salariales y laborales de los trabajadores también fue inaugurada por el general y ex presidente nacional, Julio Roca. La idea es cuestionar el país capitalista, pero no desde la historiografía o la academia, sino desde los dolores sociales y políticos que ahora imperan. La campaña debe servirnos para preguntarnos colectivamente qué país necesitamos".
Finalmente, el legendario y muchacho eterno, Osvaldo Bayer, ha invitado "a jóvenes, docentes, artistas y trabajadores a adherir a esta iniciativa. Asimismo convoco a reunir miles de firmas en apoyo al proyecto legal del diputado Alejandro Bodart y de otros legisladores para trasladar el monumento del genocida".