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sábado, 23 de mayo de 2020

COMUNICADO DE UNTER CIPOLETTI

El Bolsón (ANPP).- Reproducimos comunicado del Sindicato Unter Cipoletti


Volantazos en cuarentena (y no es porque se achata la curva)


El 20 de mayo se dio a conocer la resolución 2443/2020 mediante la cual su “pequeña majestad” Omar Ribodino, en su carácter de vocal plenipotenciario del CPE con facultades no otorgadas por ninguna normativa, SIGUE SIN REUNIR AL CONSEJO PROVINCIAL DE EDUCACIÓN y afirma, por su sola y única voluntad, que las escuelas secundarias de la provincia DEBEN ACREDITAR no sólo exámenes de estudiantes que finalizaron carrera en años anteriores y que aún adeudan materias o espacios curriculares (con lo que estamos de acuerdo; es necesario instrumentar mecanismos de acreditación ante la necesidad de continuar estudios superiores o actividades laborales) sino también las trayectorias de aquellos/as estudiantes de ESRN que quedaron en curso y las materias previas de los/as estudiantes de CET y escuelas para jóvenes y adultos/as.

En efecto, en los considerandos de la resolución manifiesta "que el Consejo Provincial de Educación, mediante la DGE y las Direcciones de Educación Secundaria y Educación Privada, indicarán, a los equipos supervisivos y por su intermedio, a las instituciones educativas que arbitren los mecanismos para que las/os estudiantes accedan a instancias de acreditación para dar continuidad o finalizar trayectorias escolares" (subrayado nuestro).

A contrapelo de toda recomendación académica y pedagógica, que subrayan la importancia de NO calificar ni acreditar en estas circunstancias de aislamiento social obligatorio, el CPE insiste en mantener un calendario pensado y promulgado para una realidad totalmente diferente.

Que estamos atravesando una circunstancia mundial inesperada y difícil, entendemos que lo sabe, puesto que no pone su digna humanidad en riesgo convocando al CPE a ningún tipo de reunión, ni presencial ni virtual. Así es como un funcionario que hace décadas no pisa una institución educativa como docente, aislado y solo decide tercamente continuar ejerciendo presión sobre docentes y estudiantes, quienes sí experimentan en sus cuerpos (¿menos dignos?) las dificultades de una escuela en emergencia.

Este “monarca en miniatura” pretende definir el destino de estudiantes y docentes a volantazo limpio, modificando el Régimen Académico de las ESRN y el mismo calendario que defiende, implementando dos fechas mensuales para que los/as estudiantes que adeudan espacios curriculares rindan examen/acrediten las materias adeudadas. Pero la decisión más grave que ha tomado a partir de esta resolución es la de profundizar la desigualdad que el aislamiento obligatorio ha desnudado con más crudeza. La falta de acceso a los medios virtuales de contacto entre estudiantes y docentes ha dejado a miles de estudiantes solos/as y a la deriva. ¿Qué equidad, qué justicia pedagógica puede haber para estos/as estudiantes, que se ven imposibilitados de insertarse en esta modalidad de escuela virtual? ¿Qué propone, no ya Ribodino sino el Ministerio de Educación y el CPE en pleno, para llegar a todos/as estos/as chicos y chicas que no tienen datos, o internet en casa, o señal en los barrios de la periferia, o celular, o computadora, o un techo seguro o un plato sobre la mesa? ¿Qué acciones solidarias ha emprendido para solventar estas necesidades y eliminar estas carencias? ¿Pedirles que vayan al súper a buscar el cuadernillo o que miren programas educativos en la televisión? ¿Qué son estos/as estudiantes para este Ministerio, aparte de un número en una estadística? 
Los/as docentes, para quienes estos chicos/as tienen nombre y rostro, hemos privilegiado establecer y mantener un vínculo pedagógico, mostrarnos como escuela presente, como un marco de referencia al que se puede acudir pero que no presiona ni impone. Entendemos su realidad porque es la nuestra. Estos mecanismos impuestos por el CPE de evaluar a la distancia a quienes puedan acceder a la conexión virtual, dejando en el camino a los que no pueden, sin que medie un proceso de enseñanza/aprendizaje, no sólo aumenta la desigualdad sino que se funda también en la suposición de que los/as docentes tienen las condiciones materiales para hacerlo. Así, entonces, impone obligaciones sin garantizar nada. NO garantiza conectividad y computadoras a estudiantes ni a docentes. Tampoco se atreve a debatir en paritarias un régimen laboral que no está legislado en nuestro país. Un mínimo ejemplo de la flexibilización laboral que se impone de hecho: los/as docentes que pasamos horas frente a las pantallas ni siquiera tenemos la garantía de que la ART cubra las dolencias que el teletrabajo trae aparejadas. A su vez, internet, computadora, privacidad, etc., los pone el/la propio/a docente. El Ministerio avanza, impone y exige, desconociendo que los/as docentes también estamos atravesados/as por la realidad que la pandemia y sus consecuencias impusieron sobre todos/as nosotros/as. Trabajamos en casa, con la familia y sus necesidades, con los miedos y las preocupaciones, con las diferentes maneras de atravesar la crisis que implementa cada institución, y desde el Ministerio sólo recibimos exigencias insólitas que parecen implicar un total desconocimiento de lo que estamos atravesando.
En este marco de emergencia sanitaria, aislamiento social obligatorio y educación en emergencia, las resoluciones extemporáneas y descontextualizadas del vocal Ribodino parecen impulsadas por su desconocimiento obtuso de que los/as docentes sostenemos y llevamos adelante nuestra tarea pedagógica POR VOLUNTAD PROPIA, sin olvidar que el objetivo es acompañar y fortalecer los vínculos con tantos/as estudiantes como podamos, y nunca ir dejando en el camino a los/as que carecen de los medios materiales para continuar escolarizados/as.

Ante la gravedad de las acciones y decisiones que toma este vocal devenido reyezuelo sin corona, es necesario plantear, en primer lugar, que el teletrabajo no es una modalidad de trabajo docente reconocida, regulada y legislada en las paritarias docentes. 

En segundo lugar, entendemos que es de suma urgencia que UnTER Central, y en particular el vocal docente Marcelo Nervi, se posicionen con respecto a la resolución 2443/2020, puesto que modifica nuestro régimen laboral, la normativa que regula el Nivel Medio, vuelve a insistir en la vigencia del calendario escolar 2020/2021 -al que, sin embargo, modifica- y abre la puerta a la acreditación en las ESRN para los/as estudiantes en curso de 2° a 5° año. 

A su vez, reiteramos que estamos en presencia de una educación de emergencia y que NO legitimamos una educación virtual como las reformas globales de los organismos internacionales están pretendiendo imponer desde hace más de una década. 

Por otra parte, en cuanto a los exámenes para terminación de carrera, es necesario que las direcciones de nivel den precisiones al respecto. ¿Cómo y dónde se registra el examen realizado? ¿Cómo accede el/la estudiante al programa de examen, teniendo en cuenta que es su derecho rendir con el programa del año en que cursó y del/la profesor/a con el/la que lo hizo? ¿Cómo acceden a esa información los/as docentes, teniendo en cuenta que quedó en las escuelas? ¿Qué garantías se otorgan los/as docentes a los mecanismos de acreditación puesto que no pueden realizarse bajo la normativa vigente y en forma presencial?
En un momento de la historia de la educación mundial en el que se hace hincapié en la comunicación, la comprensión, la solidaridad y la empatía, su Majestad Ribodino, mano de obra ejecutora de las sucesivas ministras de educación, corta drásticamente todo vínculo posible con la escuela en emergencia, cerrando ojos y oídos a las verdaderas necesidades tanto de los/as estudiantes como de los/as docentes. Será que llegó la hora de gritar muy fuerte.

ESTAMOS ANTE UNA EDUCACIÓN EN EMERGENCIA PERO JAMÁS LEGITIMAREMOS LA EDUCACIÓN VIRTUAL, LAS ESTAFAS EDUCATIVAS Y MUCHO MENOS LA FLEXIBILIZACIÓN LABORAL!!

Comisión Directiva UnTER Cipolletti - 22/05/2020