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miércoles, 5 de febrero de 2020
POR SIEMPRE RESPONSABLES DE LO QUE SEMBRAMOS
En la provincia del Chubut nos venimos organizando hace 17 años en contra de aquellos proyectos contaminantes y extractivos que se quieren imponer, a pesar de no contar con la licencia social. Las asambleas ciudadanas (hoy comunitarias) de cada localidad vienen realizando, junto a miles de vecinxs, un trabajo de hormiga que en estos momentos de fuerte lobby minero y presiones del gobierno provincial y nacional nos deja ver sus frutos. Miles de vecinxs expresan su postura y lo hacen visible a través de diversas actividades. Si recorremos las ciudades, pueblos y aldeas de nuestra provincia podemos ver carteles en las casas, autos y calles. Grupos de kayakistas, atletas, de danzas, de yoga, de artistas renuevan las estrategias de lucha y visibilización; fileteras, pescadores y trabajadorxs de toda índole suman su voz en las redes sociales y en las asambleas abiertas.
Si bien sabemos que en todo el mundo la lucha por el territorio y el buen vivir es una hoguera que arde velozmente, a nivel nacional Mendoza se convirtió en un faro para muchxs gracias a la lucha que llevan adelante miles de vecinxs manifestándose en las calles para proteger la ley 7722. La ley “protectora del agua”, como la han llamado, se convirtió en la bandera de cientos de miles de mendocinos que ven las consecuencias de los desastres producidos en otras provincias que realizan explotaciones mineras metalíferas utilizando sustancias químicas contaminantes.
A fuerza de cacerolazos, ruidazos y vigilias en toda Mendoza, con la Legislatura como centro de las protestas, lxs vecinxs lograron romper el cerco mediático, difundir su lucha y conseguir una victoria enorme: la derogación de la modificación que había sufrido una semana atrás la ley 7722.
Mendoza significa un antecedente muy importante para Chubut, de hecho ha sido un gran impulso para que cada vez más vecinxs se sumen a las diferentes actividades y asambleas abiertas a lo largo y ancho de la provincia. Este antecedente también ha potenciado las alertas en cuanto al accionar de los diputados a espaldas de la ciudadanía y ha llevado a que otras provincias también se vean interpeladas en cuanto a sus situaciones particulares (Río Negro, Santa Cruz, etc.) La organización, la concientización de vecinx a vecinx, la participación horizontal, autónoma y apartidaria, y la presencia constante en las calles es la única forma de detener el avance de estos negociados. En este proceso de lucha florece un saber popular muchas veces escondido: tejer redes; redes que sostienen la vida, redes que defienden el territorio; redes que tejemos, por ejemplo, aprendiendo a hacer uso de los medios a nuestro favor o apelando a la solidaridad entre las luchas.
Seguiremos tejiendo, entonces. Defender la ley 5001 sigue estando en nuestras manos. Es posible, y Mendoza es el ejemplo.