Comienza un nuevo ciclo lectivo en educación. Una vez más, las escuelas no están en condiciones,a lxs docentes ya no les alcanza el salario. El paro se vuelve herramienta de visibilización de la protesta. El gobierno provincial maniobra para sacarse la responsabilidad de no estar cumpliendo con sus obligaciones.
Ya no les alcanza con robar legalmente. Quieren más. Quieren todo.
Para mantenerse en el poder hechan mano a discursos armados sin logica ni pensamiento, chamuyan, hablan y hacen como que dicen, sin decir. Quieren hacernos creer
que las cosas están mejor.
Qué ahora hay más turismo extranjero, como si eso fuera obra de una vuena gestion y no porque la devaluación del peso ha sido tan brutal en este gobierno que para un europeo, una noche de hospedaje no vale lo que una gaseosa en su país.
Una devaluación que arrastró el poder adquisitivo de los salarios de lxs trabajadorxs a lugares similares a los de las peores crisis de nuestro país.
Un gobierno que cambia por decreto el inicio de clases, para intentar esconder los reclamos de trabajadorxs de la educación que plantearon un NO INICIO DEL CICLO LECTIVO 2019 con paro. Asi también, menosprecian el PARO INTERNACIONAL DE MUJERES, previsto para el viernes 8.
Un gobierno que debe esconderse tras los vallados y cordones policíacos por temor al pueblo que dice representar. Y la pregunta nuevamente... ¿Este es un gobierno atípico dentro del sistema? ¿ O es parte de la regularidad de la democracia? ¿Hay gobierno representativo que llegue al poder sin cagarse en la gente? ¿Es el gobierno o es el sistema?
Como sea, ahora hay que sacar a esta banda de ladrones, despóticos y chupa sangre. Iniciar un proceso transformador o revolucionario implica llegar a mucha gente con ideas nuevas. Nuevas y concretables. Con capacidad de transformar sus realidades inmediatas. Que les permita no seguir cagándose de hambre. Que les permita pensar más allá de hoy a la noche.
Ocupar y crear nuevos medios de comunicación, espacios de educación formal y no formal. Construir espacios de organización, formación y lucha, como cooperativas, movimientos políticos, sindicatos.
Tenemos una responsabilidad histórica gigante, y es no dejarnos apabuyar por un sistema que se muestra implacable, pero que está construido sobre mentiras y promesas imposibles de felicidad perfecta. Tenemos que poder desmontar la farsa.
Debemos quitarle el poder que ostentan, romper el palo que reprime, tomar la palabra y la accion generadoras de movimiento. Hay que despertar de la amenaza del miedo.
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