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jueves, 8 de marzo de 2018

EL 8M TODXS A MARCHAR!! LAS MUJERES MAPUCE HABLAMOS DESDE EL WAJMAPU

(Confederación Mapuche de Neuquén).- Para el pueblo mapuce y desde nuestra cosmovisión, no se conciben los derechos de pu ce – las personas y de la naturaleza por separados, porque nuestra concepción de vida es circular. La complementariedad entre las personas con la naturaleza es necesaria para lograr el equilibrio en la vida.
 Desde la cosmovisión mapuce, los roles que se ejercen desde lo espiritual, político, social, institucional, educativo no se dan haciendo una división de género en femenino o masculino, sino del ejercicio de los roles y responsabilidades que se asumen en el waj mapu-territorio. Un rol de maci puede ser ocupado por un hombre o una mujer a la vez que en su rol de maci su cuerpo masculino, puede actuar un pvjv-espiritu femenino. De la misma manera el rol político de Logko o Werken.
En relación a esto, no se trata específicamente de una distinción de lo físico o biológico. Podemos considerar en una individualidad rasgos femeninos y masculinos, como producto de un devenir en el que intervienen la familia, la comunidad, nuestro kvpan (origen familiar) y tuwvn (origen territorial). Estos fundamentos distancian el género de las relaciones directas entre anatomía e identidad, entre cuerpo y sexualidad.
Dualidad, reciprocidad y Complementariedad caracterizan las relaciones de género pero no le son específicos, dado que sirven para hablar de las relaciones en general en las que están incluidas pu ce - las personas o los demás newen que forman el waj mapu-territorio.
En este sentido, el mismo orden que se establece entre las personas, también se genera entre las diferentes fuerzas, como por ejemplo el volcán en un espacio territorial no cumple el mismo rol que otra montaña, pero se complementan. El sistema patriarcal que impone el capitalismo, no solo nos despoja de nuestro territorio, nos empobrece como cultura, nos impone otra identidad y nos convierte en esclavos del machismo en favor del capitalismo, despojándonos de los valores, normas y principios transmitidos desde nuestra cultura.
Por esto, es necesario entender al conocimiento mapuce no sólo como una mera transmisión sino como construcción y reconstrucción de un saber colectivo, en donde todas las vidas y todos los sujetos son portadores de conocimiento; por lo que la complementariedad de género y generación son fundamentales para el ejercicio de nuestro Kvme Felen/buen vivir y la proyección como Pueblo.
La recuperación de la identidad, el territorio y la autonomía es lo único que nos va a permitir recuperar también los lugares complementarios de las personas en todos y cada uno de los roles que asumamos a lo largo de nuestras vidas.
Este proceso no es fácil porque implica, tomar conciencia de procesos patriarcales que nos atraviesan como sociedad en general y como pueblo Mapuce en particular. Volver a retomar nuestro Kvme Felen, será lo que nos permitirá modificar y suprimir prácticas y vínculos de violencia, para recuperar y crear nuevas formas de relaciones, más armónicas, complementarias entre ce - personas e Ixofij Mogen -biodiversidad.
Pensar en desterrar el patriarcado, solo desde concientizar y fortalecer los espacios de derecho y roles de las mujeres, es para nosotras como Pueblo, dividir los derechos colectivos, debilitar las fuerzas con que debemos encarar el machismo impregnado en hombres y mujeres por igual.

Con esto no queremos caer en la negación de la realidad. Sigue siendo evidente que las mujeres fuimos y somos en la actualidad las que más sufrimos el machismo, en primer lugar desde el sistema a través de los estados, hasta llegar a los espacio de relaciones laborales, en el plano doméstico y familiar; reproduciéndose así el racismo, la discriminación, la xenofobia y la explotación.
El sistema occidental desarrolla permanentemente estrategias para avasallar y destruir formas distintas de pensar, de educar y de vivir en el mundo, las culturas originarias fuimos y somos los principales obstáculos y por lo tanto se nos debe eliminar, evangelizar y colonizar para que estemos al servicio del capitalismo. El genocidio que hemos sufrido los pueblos originarios a lo largo de la historia, hoy se ve reflejado en lo que se denomina “extractivismo”, continuando así con el saqueo, destrucción, contaminación y muerte para todos.
El saqueo territorial conlleva a violar y negar el derecho a la propia cultura, educación, idioma, historia, conocimiento, medicina, de la que las mujeres somos las primeras portadoras y transmisoras, sin embargo a causa de este sistema opresor, nuestro rol se ve permanentemente violentado.
Se ha naturalizado tanto la violencia ensañada con las mujeres y sus cuerpos que ya no nos sorprende que en Waj Mapu asesinen una mujer cada menos de 30 horas. Menos sensibiliza y preocupa la muerte, también frecuente, de mujeres mapuce como consecuencia de un modelo neodesarrollista como el que hoy nos invade en “Vaca muerta”, territorio ancestral mapuce.
Como mujeres mapuce pensamos que, la única manera de salir de este sistema opresor y machista, se dará poniendo en ejercicio nuestras normas y leyes naturales a través de nuestras instituciones políticas, jurídicas y espirituales, poniendo en práctica nuestro plan de vida, mediante el ejercicio de nuestro sistema de salud, educación, económico y espiritual.
Esto conlleva un proceso de descolonización al interior de nuestro pueblo para generar un análisis responsable y retomar nuestro propio rakizuam – pensamiento, hacia el kvme Felen-buen vivir. El KVME FELEN-buen vivir- propone un desarrollo alternativo y milenario para la vida, para vivir con dignidad, en armonía entre seres humanos y naturaleza, por lo que se debe construir un nuevo modelo económico que se oriente a la reproducción de la vida y no a la explotación de la fuerza de trabajo, ni a la destrucción, explotación y contaminación de la naturaleza.
En este escenario, los derechos humanos, los derechos de las mujeres y los derechos como Pueblo y la naturaleza están ligados en forma indisoluble. En el proceso de recuperación de nuestros principios como Pueblo, valoramos otros procesos que se dan en la sociedad en general, como el del movimiento feminista. Conocer otras visiones nos permite tener un conocimiento más amplio sobre las distintas formas de opresión que se sufre en el mundo. Comprender otras realidades sin dudas nos sirve como herramientas para ir transformando y modificando prácticas autoritarias, coloniales, patriarcales que penetran nuestras vidas familiares y comunitarias.
La perspectiva mapuce de género se propone re contextualizar la identidad de las mujeres a partir de la re vinculación con el mapuce kimvn- conocimiento. Para no perder de vista desde donde nos paramos y para salir de esta opresión, debemos tener claro quiénes somos, cuales son nuestros derechos, valores y principios que dan sentido a nuestras vidas. Y en nuestra historia e identidad encontramos esa orientación, que sumados al movimiento feminista nos potencia.
Reafirmamos entonces: que no es posible avanzar en la descolonización sin destruir el sistema de vida patriarcal y racista que los Estados nos imponen a través de su sistema político, jurídico, económico, evangelizador y extractivista, por lo que la emancipación de pueblos y mujeres solo será posible cuando los nudos del patriarcado se desmoronen mediantes la construcción de un nuevo modelo de estado plurinacional que garantice el protagonismo político y cultural de mujeres desde sus propias identidades, particularidades, conocimientos y saberes. Somos la fuerza que garantiza la derrota este modelo patriarcal.

XEKALEAYIÑ PU ZOMO KA PU WENXU,

FEMUECI WEWAYIÑ !!!

María Piciñam - Coordinadora

Centro de Educación Mapuce NORGVBAMTULEAYIÑ

(Confederación Mapuche de Neuquen)