En lo que va del año hay siete casos denunciados de gatillo fácil y
muertes en lugares de detención, es decir uno por mes. El último ocurrió en la
madrugada del sábado 26 de julio, cuando dos policías de control persiguieron y
dispararon contra dos jóvenes que iban en moto. Uno murió de un tiro en la
nuca, y el otro estuvo detenido durante 48 horas, acusado de resistencia a la
autoridad, un delito que es excarcelable. Además, durante el fin de semana hubo
siete detenidos tras una redada en el Paseo de las Artes de la capital
provincial. Por Red Eco
(ANRed).– El sábado pasado, a la madrugada Alberto Fernando “Were”
Pellico de 18 años y su primo Maximiliano Peralta, salieron en moto a comprar
unas gaseosas a un kiosco, en el barrio Los Boulevares al sur de la ciudad de
Córdoba. Al ver un control policial, decidieron eludirlo ya que no habían
salido con los documentos; sin embargo, los dos efectivos comenzaron a
perseguirlos, sin prender las sirenas correspondientes. Al no poder alcanzarlos
les dispararon. Peralta sintió que una bala le rozaba la cabeza mientras se
tiraba de la moto, de hecho rompió la capucha de su campera; otro de los
disparos le pegó en la pierna. Como era quien manejaba, Pellico no pudo
arrojarse y recibió una bala en la nuca. Murió minutos después en brazos de su
primo.
“Cuando caí al piso me di cuenta que tenía un
disparo en la pierna. Pero estuve dos horas esperando la ambulancia y llegué casi
desangrado al Hospital de Urgencias. Me tuvieron que hacer una transfusión y
aunque pedí y pedí que me dejaran ver a mi familia, se negaron”, relataría Peralta horas más tarde.
Luego de salir del Hospital, el joven fue
detenido y trasladado a la Unidad de Contención de Aprehendidos Sur (UCA Sur),
en el barrio Güemes, acusado del delito de “resistencia a la autoridad”. Allí permaneció durante 48 horas, la mayor
parte del tiempo incomunicado, sin poder ver a su abogado ni a sus familiares.
Afuera de la UCA se concentró un gran número de personas exigiendo no solo su
libertad, sino saber cuál era su estado de salud y situación procesal. Durante el sábado y gran parte del domingo,
ni la UCA Sur, ni la fiscalía de turno, brindaron información sobre Peralta.
“Estuvimos cortando clavos durante sábado y
domingo porque sabemos que muchas veces la policía de Córdoba y también las
instituciones carcelarias, porque la UCA es una Unidad de Contención de
Aprehendidos que depende del Servicio Penitenciario de Córdoba, suelen tapar
estas cosas suicidando a los jóvenes adentro de las celdas, estábamos muy
preocupados por la situación de Maxi”,
contó Lucrecia Fernández, trabajadora de prensa de Zumba La Turba y Mucho Palo
Noticias, en diálogo con Enredando las Mañanas, el programa de radio de la Red
Nacional de Medios Alternativos.
Recién el domingo a la tarde, representantes
del Colectivo de Jóvenes por Nuestros Derechos y de la Coordinadora
Antirrepresiva de Córdoba junto a un abogado pudieron reunirse con una ayudante
de la fiscalía de turno, Soledad Moya, quien explicó que la imputación era de
resistencia a la autoridad y que aunque era un delito excarcelable, “no tenían
orden de liberarlo”.
Matías Calderón forma
parte de la Coordinadora Antirrepresiva y estuvo presente en el encuentro con
la ayudante. En declaraciones difundidas por Enredando las Mañanas, Calderón
contó que Moya les dijo en tono de burla que ella no sabía si no había sido
Maximiliano el que mató a su propio primo o si fue la policía: “En un momento
dijo, ‘si hay cuatro personas involucradas en el hecho, uno que está muerto y
de los otros tres, dos son policías entonces en quién voy a confiar’. Ante eso
nosotros nos mantuvimos tranquilos y le seguimos exigiendo y demostrando que la
situación era irregular, y que se trataba de un secuestro”, agregó Calderón.
En este sentido,
Fernández especificó que consideraban que Peralta estaba virtualmente
secuestrado porque en un primer momento no había información acerca de qué
fiscalía estaba a cargo, ni de qué estaba imputado: “no había ninguna
circunstancia que nos pudiera ayudar a los familiares, a las organizaciones y a
los abogados a pedir por la liberación de un joven que estaba imputado por
resistencia a la autoridad que es un delito menor, excarcelable, por el cual
habíamos logrado durante el sábado la liberación de seis personas, por lo que
es un delito menor y excarcelable, pero Maxi estuvo casi 48 horas detenido”.
A todo esto, comenzaba a difundirse en los
medios tradicionales la versión policial de lo sucedido: “aunque no se había
encontrado un arma, dijeron que había habido un intercambio de disparos, y que
en esa circunstancia había fallecido un joven. Esto también se repite en cada
uno de los hechos en los que los testigos dicen que no hay armas, y donde normalmente
las armas no son encontradas, y si son plantadas suelen aparecer sin huellas o
sin ser gatilladas”, explicó Fernández.
A su vez, en un intento por frenar las movilizaciones que iban creciendo
frente a la UCA Sur, integrantes de la División Homicidios informó a la
Coordinadora Antirrepresiva que los policías involucrados, Hugo Cháves y Rubén
Leyva, estaban imputados por homicidio. Esa misma información fue publicada por
el diario La Voz del Interior, entro otros medios. Sin embargo, la fiscal Jorgelina
Gutiez debió salir a desmentirlo y a aclarar que hasta ese momento no había
tomado ninguna medida judicial ni administrativa, y que el único imputado en la
causa era el sobreviviente, Maximiliano Peralta.
Finalmente, Peralta fue liberado recién el domingo 28
alrededor de las 22 horas. La fiscal Gutiez imputó al policía
Cháves, que conducía el patrullero, por el delito de “homicidio agravado por la
utilización de arma de fuego y lesiones leves agravadas”. Por el momento, sigue sin imputar al otro
efectivo Leyva, conocido en la zona como el “Malevo”, que también participó del
operativo, y de quien trascendió en las últimas horas que estaría involucrado
en otro caso de gatillo fácil previo.
Detenciones
en el Paseo de las Artes
El mismo día en que la policía de Córdoba
asesinó a Alberto Pellico, realizó una redada en este paseo comercial, que dejó
siete detenidos, uno de ellos menor de edad, y varios heridos. “En el Paseo de
las Artes hay ocho interferías funcionando, locales comerciales, se ha transformado
en un lugar turístico por mucha gente que transita diariamente, muchas
familias. Hay bares, restaurantes, lugares de antigüedades, infinidad de
puestos de feria. Esto ocurrió en uno de los costados, que está pegado a la
cañada de Córdoba, donde se suelen hacer actividades, a la tarde tocan bandas,
es un lugar de esparcimiento”, describió Lucrecia Fernández a ELM.
“Muchos de los que no viven en Córdoba se
desayunan con que no se puede tomar bebida alcohólica en la vía pública
–continuó Fernández– y a veces eso suele generar inconvenientes porque la gente
que viene de otras provincias no lo sabe y no está acostumbrada a que te
levante la policía y te lleve por eso. Ese día había dos pibes que estaban
tomando un vino que tenían adentro de una mochila, vino la policía a
amedrentarlos. La gente les dijo a los efectivos que ya estaba, que ya habían
tirado el vino, pero se los llevaron más hacia la esquina donde hubo un
forcejeo con los dos pibes, la gente se comenzó a acercar, algunos comenzaron a
filmar la situación, y el policía pidió refuerzos y sacó su arma. De repente
llegaron cinco móviles, guardia de Infantería y empezaron a correr a la gente
que estaba filmando, intentaron sacarles las cámaras, y entraron al paseo que
era un desborde de gente, golpearon a un montón de personas, tiraron puestos”.
Los siete detenidos fueron trasladados a la
comisaría décima, al lado de la UCA Sur donde estaba detenido Maximiliano
Peralta. Durante el ELM se pudo escuchar el testimonio de uno de los detenidos,
tras ser liberado: “vino la policía de la nada, entró a la cañada, agarró
gente, empezaron a golpear a niños, mujeres. Yo iba pasando por ahí y empecé a
anotar la patente de los patrulleros, un policía vino por atrás, me golpeó y me
tiró al piso y me dijo que iba a ir preso por hacerme el defensor de pobres.
También fuimos golpeados dentro de la seccional número 10, departamento 3, y
maltratados verbalmente. En realidad nosotros empezamos a decir qué fue lo que
pasó realmente y parece que a la policía eso no le gustó y se pusieron más
violentos”.
En tan solo dos días, la policía de Córdoba
dio muestra de cuál es su accionar habitual. En diálogo con Enredando las
Mañanas, Fernández dio más detalles: “un caso de gatillo fácil por mes,
también tenemos casos de intentos de pasar como suicidios muertes en
comisarías. Nosotros llevamos contabilizados siete en lo que va del año, y
siempre aclaramos que contabilizamos los casos que son denunciados y salen en
los medios, en realidad son muchos más a los que lamentablemente no llegamos a
denunciar porque los conocemos muy por encima, en los barrios se sabe pero no
hay más información”.