Alentamos continuar con la causa judicial incluso a nivel internacional acompañado con la movilización social como única manera de lograr que este tipo de delitos como otros sufridos generalmente por los sectores mas desprotegidos de la sociedad no queden impunes, lo que también exige una democratización de un sector importante del Poder Judicial.-
Lo que hiere y lastima es la impunidad.
Reiteramos : ante la sentencia que absuelve a los trece imputados de terribles crímenes vinculados a la trata de personas, que lo que hiere y lastima, es la impunidad.
Una impunidad que se gesta en el seno de los poderes judiciales de nuestro país, poderes que resultan una logia cerrada sobre sí misma, ajenos a las dinámicas democráticas, carentes de toda legitimidad republicana.
Volvemos a expresar la necesidad imperiosa de someter a los miembros de los poderes judiciales a efectivos escrutinios públicos, los cuales nos permitan conocer los nombres y apellidos de los verdaderos artífices de la impunidad.
En nuestra sociedad hay, sin duda, jueces y fiscales que protegen a los orquestadores de la masacre de junio de 2010: el ex ministro Larreguy, el ex jefe de seguridad Cufré y el ex jefe de policía Vilanova. Esos funcionarios judiciales tienen nombre y apellido, salarios mensuales pagados con dineros públicos, y también impunidad.
En Tucumán, por su parte, funcionarios judiciales protegieron y dieron cobertura a los sospechados de delitos vinculados a una forma contemporánea de esclavitud y muerte.
La APDH se solidariza con las víctimas de dichos crímenes. Y lo hace con la convicción de que quienes han asumido el compromiso de administrar justicia deben ser elegidos mediante el voto popular.
Ellos deben asumir con un mandato revocable en caso de mal desempeño y, sobre todo, cuando se haya probado que esos funcionarios funcionan como verdaderos generadores de una impunidad que vuelve a matar.
Editoriales ANP
