-¿Cómo empezó tu participación en la actividad gremial docente?
-Primero, participé de la vieja Asociación Neuquina de Docentes (AND); digo vieja, porque fue predecesora de Aten junto ala Unióndocentes Provinciales (Udpron), y estas fueron las representaciones docentes hasta el golpe del 76, donde fueron proscriptas como el conjunto de los sindicatos.
-¿Qué compañeros recordás de esa época y que hayan seguido militando sindicalmente?
Los que más recuerdo son Sara Mansilla, Jorge Salaburu, Rosa Añelo, todos compañeros militantes; y se me escapan algunos más, por lo menos hasta el golpe. Nosotros hacíamos las asambleas en la vieja ENET Nº 2, (Diagonal Alvear 80) hoy desconocida para la mayoría de los docentes, en ese espacio vacío frente al cine. Del otro lado estaba el esqueleto de lo que hoy es la municipalidad, donde los milicos hacían sus exposiciones de armas, lo que traía fuertes discusiones.
-¿Qué relación había entre esas organizaciones?
Había relación, pero también cierto resquemor; no había, lamentablemente, unidad en cuanto a las acciones. Yo llegué de Capital recién recibido y para empezar no entendía mucho porqué lo de maestros provinciales y nacionales, en el sentido que no sabía que existía esa dualidad de docentes. Y después había diferencias, seguramente también tenían que ver con las diferencia políticas en cuanto a las conducciones. En general, en aquella época era el Partido Comunista el que dirigía estas organizaciones, no como PC, pero eran dirigentes vinculados al PC en términos de formación y de política. Y tenía mucho peso en aquel momento el PC, también viniendo de la huelga del Chocón; si se puede hablar de izquierda, en aquel momento la constituía el PC, a diferencia de lo que sucede hoy, que la izquierda es el Trotskismo en general.
- ¿Cómo evalúas estos 30 años de historia de aten y su impacto en las políticas gremiales?
Yo creo que Aten ha tenido un impacto no solo regional sino nacional, de la misma manera que las huelgas y las experiencias políticas sindicales de Neuquén han tenido.- No es un fenómeno exclusivamente de la docencia, es un fenómeno del movimiento obrero neuquino, que para mí, de manera particular, se inicia con el choconazo, continúa después con la experiencia dela UocraNeuquén, y por lo menos hasta fecha, se continua con aten.
Creo que esas tres experiencias ejemplifican lo que es el nuevo movimiento obrero por fuera del peronismo, con experiencias novedosas de lucha por fuera de la estructuras sindicales tradicionales; con métodos de lucha a veces casi insurreccionales, podríamos decir, en la lucha, aunque en las consecuencias políticas no se reflejaran en ese sentido. . De la misma manera que el movimiento piquetero o los cortes de ruta se inician en Cutral Co-Plaza Huincul y después se toma como herramienta de lucha, como metodología y como bandera política a nivel del país. Lo de El Chocón, la experiencia dela Uocray Aten van en el mismo sentido. En el caso particular de lo trabajadores de la educación, creo que las luchas de Aten, por la repercusión que han tenido, a veces trágicas, como el asesinato del compañero Fuentealba, ha tenido una repercusión nacional que ha trascendido el ámbito regional y en el caso de Río Negro, ha sido un elemento permanente a tener en cuenta.
Neuquén Capital, y con esto quiero ser muy honesto, es una caja de resonancia que tiene gran impacto. Una cosa es la movilización de 4000 u 8000 compañeros enla Capital, que tiene una repercusión inmensa; si lo trasladamos a Río Negro, a lo mejor la misma cantidad de compañeros, pero divididos entre Bariloche, Cipolletti , Roca y Viedma, la situación cambia. Pero más allá del número, la característica de la lucha política llevada a cabo por Aten le ha dado a Neuquén un carácter muy particular enmarcado en una historia de lucha, desde mi parte, a reivindicar. Y una oportunidad de hacerlo es hoy a 30 años de su fundación.
Fotografia: Hugo Alvarez.
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