Basamos este pedido en la historia de los agrotóxicos usados anteriormente, que fueron en un principio habilitados y luego debió prohibirse su uso por los graves daños que sobre la salud humana y sobre el medio ambiente causaban. Recordamos la tristemente célebre Docena Sucia, donde se encuentran los productos más tóxicos utilizados en la agricultura, donde encontramos, entre otros, al DDT, al Parathion y al Gamhexane, entre los más conocidos.
Para hacer efectivo este principio, consideramos que la nueva ley debe prohibir las pulverizaciones aéreas en el territorio provincial chaqueño, y establecer un espacio libre de pulverizaciones de 2000 metros alrededor de los ejidos urbanos, caseríos, escuelas y puestos sanitarios, como así también otros 2000 metros continuados al anterior donde se realizan mínimas pulverizaciones. Este espacio debe ser destinado a producciones de alimentos para abastecer nuestros pueblos de alimentos frescos, sanos y económicos, contribuyendo de esta manera al respeto del medio ambiente, a cuidarla salud de la población y a contribuir a la soberanía alimetaria de nuestro pueblo. Ante determinadas producciones, este espacio de restricción puede ser ampliado, pero nunca reducido.
Consideramos también que los envases deben volver a las empresas químicas para ser reciclados y reducir los impactos ambientales negativos. Al ser reciclado el envase deja de pertenecer a la categoría de residuo peligroso y el productor queda libre de la responsabilidad legal ante su uso.
Una legislación que promueva restricciones al uso de los biocidas, será una legislación a favor de los derechos de la naturaleza, a favor de la protección al medio ambiente, y a favor de todos y cada uno de los habitantes de la provincia del Chaco, que podrán vivir y producir en una sociedad sin contaminantes.
Comisión Directiva
Centro de Promoción y Desarrollo Regional
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