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sábado, 10 de diciembre de 2011

MARCHA POR GARRIDO: POLICÍA ASESINA


El Bolsón (ANPP).- A días de darse a conocer el asesinato de Guillermo Garrido en manos de la polícía de El Bolsón, más de cuatrocientas personas marcharon esta tarde por el centro de la ciudad para repudiar el accionar mafioso de los delincuentes uniformados que cometieron y encubrieron el crimen durante meses.
La marcha avanzó desde el mural en memoria de Otoño Uriarte (adolescente también víctima de la policía en connivencia con redes de trata), en la plaza Pagano, por la avenida San Martín desde la intersección con la calle Pueblo Mapuche.
Luego la columna llegó al cruce con la avenida Belgrano, para así retomar San Martín en dirección a la Comisaría 12ma de El Bolsón, lugar donde fue asesinado por un feroz golpe en la nuca el joven de Epuyén Guillermo Garrido (24 años).
Una vez frente a la dependencia policial, decenas de manifestantes dejaron flores en la puerta, en tanto que un grupo pequeño ganado por la bronca arrojó algunas piedras y hasta una molotov, sin mayores consecuencias.
El recorrido culminó, como se vino haciendo en estos diez meses de movilización, en el mural de Otoño, donde las organizaciones convocantes y los familiares de Guillermo Garrido agradecieron la participación de la gente y anunciaron que en enero próximo, cuando se cumpla un año del crimen, se hará un acto y un festival en la plaza principal de El Bolsón.
Por otro lado, aclararon que no estaba en el espíritu de los familiares ni de los convocantes generar ningún tipo de destrozo en la comisaría y que, si bien comprendían la furia de los que los causaron, instaron a respetar el modo en que se viene manifestando desde febrero.

Asesinos y cómplices: policía, políticos, jueces
El asesinato de Guillermo Garrido es un caso paradigmático de la realidad rionegrina que se ha vivivo en los últimos años. El accionar mafioso de la policía provincial, encubierto por los poderes político y judicial, como ocurrió con el secuestro y asesinato de Otoño Uriarte (2006) o con la Masacre de Bariloche (2010). Un clima de impunidad tan grande que espanta, que ha hartado a la población.
Guillermo había sido detenido el 13 de enero tras un accidente menor de auto. Increíblemente, porque el motivo ni siquiera justificaba su detención, lo mantuvieron incomunicado toda la noche.
A la mañana siguiente, la policía de El Bolsón, a cargo de los comisarios Santiago Rolleri y Carlos Cabrera, le informa a la familia que el "Coco", como le decían, se había suicidado con su cinturón.
La Justicia hizo todo lo posible para cajonear la causa. El juez Ricardo Calcagno incluso determinó que se cierre, adhiriendo a la mentira policial.
Por su parte, en la lista de encubridores, encabezada en primer término por todos los agentes que estuvieron de guardia ese 13 de enero, se incluye también al equipo forense de Bariloche. La autopsia realizada recientemente en Buenos Aires y que confirmó que se trató de un crimen aclara en su informe que es imposible que los médicos forenses de Bariloche hayan pasado por alto semejante evidencia. Menos aún conociendo la sospecha de la familia y de la comunidad de que se trató de un vil asesinato.

Castido a los culpables
Los manifestantes, por eso, exigían que los asesinos, sus cómplics y encubridores sean enjuiciados inmediatamente y vayan a la cárcel. Pedían la destitución inmediata de los comisarios Rolleri y Cabrera, y que caiga el peso de la ley sobre el nefasto juez Calcagno y los forenses que actuaron en primera instancia.
Se viven tiempos de cambio en Río Negro. Ahora sólo resta que los que tienen lugares de poder lo demuestren.