Por Prof. Juan Carlos Sánchez.(www.argenpress.info)
Mientras el dolor sigue carcomiendo a miles de personas que simpatizan con el kirchnerismo y nuestra humanidad, junto a la ternura como decía el Che, nos llama a acompañar este sentir colectivo que se manifestó desde hora temprana en la mítica Plaza de Mayo.
Sin embargo, la muerte de un líder político como Néstor Kirchner ya ha provocado veladas advertencias desde la derecha recalcitrante que llena las páginas de Clarín y La Nación.
En el análisis de Eduardo Van der Kooy, en la edición digital de Clarín, se puede escuchar la parte final donde expresa que estamos ante “un país condenado entre la tragedia y el drama” luego de señalar la incertidumbre sobre el futuro del kirchnerismo ante el incipiente año electoral. En el efectuado por Fernando Laborda, de La Nación, señala los interrogantes de la sucesión en el PJ y su procesamiento “traumático” dentro de la gestión política para apostar al Gobernador Daniel Scioli y a sus lazos con el Peronismo Federal de Solá.
Carlos Pagni, en su columna de ayer en La Nación, expresaba que la Presidenta era “un inusual primer ministro” por la notoria influencia de su esposo y señala la necesidad de un “acuerdo mínimo” “para rodear a un gobierno débil” y comparar la actual situación con la desatada en 1974, luego de la muerte del Gral. Perón, para finalizar en las dos opciones que ya está anunciando la derecha, pese a las hipócritas declaraciones de estas horas: “El tendido de un eje político-parlamentario hacia la oposición podría despejar la incógnita del destino del Gobierno” y “apostar a sustituir por un poder de facto el ordenamiento, siempre cargado de prepotencia, que les proveía el jefe muerto. Si este fuera el caso, hay que volver la vista hacia Hugo Moyano”
)Entre la tragedia y la gobernabilidad, oscilan los análisis de los diversos multimedios que ahora apuestan a la candidatura de Scioli para las elecciones de 2011 mientras señalan sus dudas acerca del ejercicio de sus responsabilidades por parte de la Presidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner.
Por un lado, la derecha apuesta a una negociación como producto de una debilidad de la primera mandataria ante las circunstancias actuales y por otro, a un escenario de confrontación de la mano del líder de la CGT, Hugo Moyano.
En realidad, agita una incertidumbre que es resaltada como forma de condicionar los pasos del kirchnerismo desde lo mediático y, a la vez, prepara sus armas para esmerilar el poder del Gobierno Nacional luego de los días de duelo.
SE VIENE EL DERECHAJE
El más salvaje zarpazo desde el proceso económico que derribó a Raúl Alfonsín está en camino. Los mensajes mediáticos son muy claros: o negocia con la oposición, o se acentúa el ataque contra cualquier iniciativa oficialista. No les importa la institucionalidad, ni la Constitución Nacional y prueba de ello, lo tenemos en nuestra historia reciente desde 1976 a la actualidad.
No olvidamos, desde luego, la larga lista de cuestiones en la cual estamos en desacuerdo con el actual Gobierno Nacional, desde la sojización de la economía a la contaminación minera en Catamarca y La Rioja, además de la fumigación con glifosato, al igual que la alianza con Barrick Gold y los Blaquier. O la misma ausencia de preocupación por las desapariciones de Jorge Julio López y Luciano Arruga.
Pero tampoco podemos omitir el incremento otorgado a los jubilados, pese al veto del 82% móvil, luego de 10 años sin aumentos durante la década menemista y la implementación de la Asignación Universal por Hijo, como también el boleto gratuito para el transporte de personas con discapacidad, más allá del clásico y eterno incumplimiento de las empresas de transporte automotor de pasajeros.
El gran desafío será la construcción de una fuerza política que permita sostener a la actual Presidenta ante los anunciados ataques de esa derecha que todavía conserva la influencia mediática, pese a la vigencia de la Ley de Servicios Audiovisuales.
En primer lugar, deberá reconstituirse el oficialismo para enfrentar a aquellos que todavía pregonan la caída del gobierno por knock out o por abandono y en segundo lugar, desde el mismo kirchnerismo deberán tender puentes con la izquierda de la cual tanto reniegan y con el resto de las fuerzas sociales que, por fuera del oficialismo, apoyan la institucionalidad.
El Imperio también mira la ocasión para hacer pié en el Cono Sur. La experiencia de Honduras nos tiene que servir para prevenir este derechaje que se viene a paso redoblado.
Por supuesto, la respuesta está en las manos de los militantes, para exigir el apoyo a la institucionalidad y de los dirigentes políticos, oficialistas y no tanto, para converger en un apoyo crítico al Gobierno antes que otra tragedia, la que preanuncia Van der Kooy, azote estas tierras.
www.argenpress.info
)
Envíenos su nota, opinión o información al correo: delpueblo.prensa@gmail.com