La libertad sólo es visible para quien la labra
y en lo prohibido brilla, astuta, la tentación.
Nacer a veces mata y ser feliz desgarra.
¿A quién acusaremos cuando triunfe el amor?
Silvio Rodriguez
No hay como una efeméride para recordarnos y poner en vigencia que los sueños de los grandes libertarios americanos aún están pendientes, aún esperan, aún nos llaman.
“VENCER O MORIR” dice aún Artigas. Vencer, nos dice con absoluta contundencia el libertador y no cabe más que preguntarse a quién. Quién es el enemigo. Acaso el populismo nos advierte la izquierda necia y alarmada, por perder su cómo discurso progresista. La religión y su clásico pero siempre efectivo “opio” (o paco) para el pueblo. Las multinacionales voraces y sus serviles nacionales oficialistas y de oposición que entregan los glaciares, el oro, el petróleo, las vidas, y todo lo que pueda tener valor. Multinacionales en el transporte, en las comunicaciones, en la producción, en la energía, etc.
Por supuesto que todos esos y más… el enemigo son ellos, son ellos los que nos impiden la independencia, hace más de 200 años, son ellos los que se quedaron con todo.
Pero como pueblo debemos darnos la discusión de por qué dejamos en sus manos el destino de nuestras vidas, de nuestro futuro, de nuestra alegría y de nuestra libertad.
Quizás algunos argumenten que nos vencieron, que perdimos y seguramente es cierto. Pero en estos momentos de ajusticiar a los genocidas suena más vigente que nunca el cordurísimo mandato “LA ÚNICA LUCHA QUE SE PIERDE ES LA QUE SE ABANDONA”.
Aunque nos suene vapuleado, anacrónico e imposible recuperemos el sueño (y despertémoslo) de una América libre y socialista.
ARRIBA LOS QUE LUCHAN
POR HACER REAL EL
SUEÑO DE LA REVOLUCIÓN.
PRENSA DEL PUEBLO