El viernes 10 de abril el diario Río Negro publica una nota en la que, al mejor estilo persecutorio del diario La Nueva Provincia durante la dictadura, pretende demonizar y estigmatizar a los sectores opositores a la conducción de UnTER. No es nueva esta posición del diario que, en ediciones anteriores, ya había identificado a estos sectores como grupos virulentos y radicalizados. En esta ocasión llega al extremo de denunciar con nombre y apellido a compañeros afiliados sin cargo de conducción, asociándolos con sectores pretendidamente inorgánicos a las decisiones del gremio.
Del análisis de este artículo y de los anteriores surgen algunas dudas: ¿cuál es la postura política que sustenta estas notas periodísticas formadoras de la opinión pública? ¿Qué entiende este medio por participación gremial al caracterizar a los docentes como ingobernables o desobedientes a las conducciones locales? Creemos que las organizaciones gremiales se deben sustentar de la participación libre y abierta en las asambleas, no en mandatos verticalistas, y que deben generar y defender estos canales de participación. ¿Qué fuentes utiliza para describir el corte de Chichinales desconociendo el proceso de cooperación, solidaridad y organización que construimos los docentes a lo largo de 42 días? ¿Pueden dichas fuentes ignorar la convicción en la legitimidad de la lucha que lo sostuvo?
No es ocioso preguntarse a qué intereses responde este “terrorismo mediático”; a quién sostienen. Resulta escalofriante pensar que la información que se ventila en esa nota sólo pudo provenir desde el interior del gremio. El hecho es aún más grave si tenemos en cuenta que esa información es falaz. Las medidas que llevaron adelante los y las docentes de Cipolletti a lo largo del conflicto siempre fueron votadas por las asambleas. No puede decirse lo mismo de algunas medidas llevadas adelante por la conducción central y por algunas seccionales (la aceptación de la mediación eclesiástica, la realización de reuniones secretas con el gobierno, el cambio de mandatos, el levantamiento inconsulto de medidas).
¿Qué sector se beneficia con la deslegitimación de los compañeros que plantean una oposición más firme a las conducciones tradicionales? En este sentido es notorio el énfasis puesto por el autor de la nota en dejar bien parada a las conducciones de nuestra seccional y de Bariloche, a las que califica de oposición dura pero orgánica con la sola intención de delimitarla de los supuestos “inorgánicos” que denuncia. Extraño en una caracterización donde todos los demás parecen perder.
Compañeros/as, desde el principio hemos tenido claro que el responsable de la crisis educativa, del vaciamiento de la escuela pública y de este conflicto es el gobierno. No obstante, tamaño favor le hacen este medio de des-información y sus “fuentes”, que apelan al terrorismo mediático, evocando teorías que supieron legitimar el accionar genocida en nuestro país.
ARTE EN LUCHA
Agrupación de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación
en UnTER- CIPOLLETTI
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