Breve balance del conflicto docente, el heroísmo de las bases, la ferocidad del gobierno, y el patético cinismo de la conducción y sus secuaces (2da Parte)
Por Darío Tosoni (Fiske Menuco)
¿Cómo se inicia el conflicto?
Es raro que una agrupación burocrática arranque con un paro por tiempo indeterminado, pero tiene una explicación. Naturalmente, no se consultó previamente a los docentes en las escuelas, ni se esperó que también iniciase Nivel Medio, y que estuviesen los $1.490 de Ctera. ¿¿Qué pasó?? ¿Les agarró un ataque ultracombativo? ¡No! Es que están muy lejos las escuelas, pero percibían el repudio que generaron, con sus entregas, como la levantada de la lucha para semana santa del año pasado, que fue alevoso. Esta burocracia en todas sus conducciones se caracterizó siempre por no levantar nunca los reclamos de l@s docentes, y militar sólo para que se acepte las propuestas del gobierno. Ejemplo: el año pasado, según salió del Congreso, pedíamos $1.890.-., todo al valor índice, etc. No recorrieron una escuela, no hicieron un afiche, un volante, nada por ese mandato de las bases. Pero apenas el gobierno hizo su oferta, salieron a recorrer escuelas asustando (como con el mandamus), para que se acepte y fuesen a votar la miseria de costumbre. Después de un par de intentos, lo lograron. Así termino el año pasado. Así, conscientes de su desgaste, intentan reacomodarse y lanzan en febrero la medida sin trabajarla, prepararla y consultar en las escuelas. Todo pensando que en unos días, como siempre, el gobierno les tiraba un hueso, y arreglaban. Y quedaban como combativos. No sea cosa que se pierda alguna elección interna, porque se notaban mucho las… “relaciones carnales” con el gobierno, después de intentar a toda costa hacer pasar la Reforma de Nivel Medio (y fracasar) y la entrega de la lucha del año pasado. Pero… pasaron dos semanas y nada. El gobierno abandonó a sus perritos falderos que no comprendían que en esta crisis la decisión de los poderes económicos que gobiernan Río Negro era preservar sus ganancias, y no dar nada. ¡Si querían algo iban a tener que pelear de verdad! …El gobierno los ninguneaba, pero igual no movían un dedo, esperando que al final les tirara algo, o que la gente levantase el paro y el piquete, ¡pero no pasaba nada! ¡Los heroicos docentes no aflojaban!...
Ahí se preocuparon más seriamente la burocracia y el gobierno, y con la excusa de la plata de la soja, se inventó la primera oferta miserable… ¡Pero los desagradecidos docentes no aflojaban!... A esta altura, tanto gobierno como dirigentes sindicales estaban de los pelos, y optaron por la táctica del desgaste más despiadado, para hacer aceptar lo que finalmente hicieron aceptar. Cuando se podía haber cerrado el conflicto en la primera semana o después, profundizando con los recursos técnicos adecuados. O cuando se va a “pasear” a Viedma la primera vez. O cuando hubo que quemar la barricada. O cuando los resultados de las paritarias eran adversos, etc., etc. Se dejaron pasar innumerables oportunidades para terminar el conflicto porque no hubo voluntad de enfrentar seriamente al gobierno. En la conducción, los que sabían cómo, no quisieron hacerlo, y los más burros -que tampoco querían enfrentar al gobierno-, ni siquiera sabían cómo. Así, se limitaron a esperar y boicotear toda salida que significase intensificar la lucha, y apostaron al desgaste. Ahí coincidían con el gobierno En este marco fue impactante y dolorosa la muerte de Pascual Mosca, y la agresión sufrida por Martín en el piquete, y llamativamente floja la condena pública hecha al gobierno como responsable de las mismas, no en los papeles, sino en los medios audiovisuales, ya que su falta de respuesta es decisiva para desencadenar el prolongado conflicto y todas sus consecuencias. Por esto nomás, se debió pedir la renuncia de todo el gobierno… Pero no sucedió.
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