A dos años del secuestro de la joven Otoño Uriarte, vecinos de El Bolsón se reunieron el jueves 23, a las 17, para expresar su repudio a la falta de respuestas por parte de la Justicia de Río Negro, que hasta ahora no ha dado con los responsables del crimen.
A las 17 hubo una concentración en el mural dedicado a Otoño de la plaza Pagano, lugar en donde se colocó una cerámica enviada por la fábrica de gestión obrera FaSinPat (ex Zanón) en honor a la adolescente asesinada.
A continuación se hizo una marcha por las calles céntricas de la localidad cordillerana alzando una vez más el reclamo de justicia.
Allegados e integrantes de organizaciones sociales de El Bolsón evaluaron, además, la posibilidad de pedir el cambio de nombre de la escuela hogar 268, donde estudió Otoño cuando era niña.
De prosperar la propuesta, la escuela mutaría la denominación actual que recuerda al general Julio Roca, asesino de miles de aborígenes, por el de “Otoño Uriarte”, más cercano a la sensibilidad actual del pueblo.
Otoño fue raptada el 23 de octubre de 2006, en la localidad de Fernández Oro, próxima a Cipolletti, probablemente con la intención de reclutarla por la fuerza en una mafia de prostitución.
Su cuerpo fue encontrado meses después, en un canal de riego; tenía sólo 16 años.
A pesar de la existencia de pruebas que involucraban a policías y hechos que sugerían el encubrimiento de funcionarios provinciales, la investigación llevada adelante por la Justicia rionegrina, plagada de acusaciones por irregularidades, aún no arrojó ningún resultado.
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