El Bolsón (ANPP).-Compartimos la editorial de la Agrupación Rojinegra :
NO TAN DISTINTOS
No se trata del tema de Sumo, la banda de rock argentina de los años 80. Con este título nos proponemos pensar lo que está sucediendo a nivel de elecciones y partidos políticos y del sistema democrático representativo.
Río Negro y Neuquén fueron las dos provincias con las que se abrió el proceso eleccionario 2023. Tanto en Río Negro como en Neuquén, quienes "ganaron", lo hicieron haciendo alianzas con quienes antes estuvieron gravemente enfrentades. Veamos el caso de Río Negro. Aquí se elegía gobernador, legisladores, intendentes, concejales, y algunos otros cargos según el distrito. Parece claro que el oficialista Weretineck vió tambalear su elección y aunque en la prensa hegemónica se mostró como un seguro trinfador, previo a las elecciones, necesitó asegurar el triunfo cerrando acuerdos con partidos y personas con las que se venía enfrentando. Esto es terrible y da muestra de lo falsos que son, esos "ideales" que dicen sostener. Pero también es igual de terrible la alianza vista por los partidos y personas que denunciaban al hoy futuro gobernador por su lazo con el magnate inglés Joe Lewis y que agrandaron la diferencia entre éste y sus adversarixs, entre les cuales se encontraban candidatos del mismo partido (tanto dentro del radicalismo como del peronismo), mostrando también la falta de escrúpulos y de convicciones políticas e ideológicas.
Por otro lado, vale la pena hacer un análisis de los resultados, en relación a números. Para esta elección, se habilitaron 589 mil electores, de los cuales en la votación participó sólo un 60 porciento. Es decir, sólo 6 de cada 10 personas habilitadas, fueron a votar. De esas 6 personas, sólo 2,4 personas votaron a Weretilneck, por voto a su lista o a las diferentes colectoras (eran seis listas más con su candidatura). Es decir, el 42 % de quienes emitieron su voto, lo eligieron, pero del total de electores, eso significa el 24%. Pensar en que seremos gobernados por un señor que no llegó a acumular la confianza ni de un cuarto de los electores habilitados habla de una gran crisis del sistema representativo.
Todo esto fue tapado por la prensa hegemónica y por varios de los medios alternativos que no hicieron este análisis, pero sí difundieron los resultados eleccionarios desde la perspectiva del ganador, poniendo luego una mirada crítica, tal vez; pero sobre los dichos o promesas de los candidatos y nunca analizando lo que los números duros de la elección significaban a nivel de la representatividad.
Volvamos al título de nuestra editorial, ya que ahora, a las partes les tocará desenvolverse en la función pública respetando acuerdos que fueron los que permitieron semejantes alianzas. De estos acuerdos, no podemos dar cuenta, porque aunque debieran ser públicos y transparentes, no lo son y no sabemos nada de ellos. Sí podemos imaginar acuerdos de gobernabilidad hacia un lado y otro (legisladores apoyando proyectos a nivel nacional, gobernadores posicionandose dentro de un bloque y no dentro del otro, etc) por un lado, y por el otro, un gobierno nacional, que si fuera electo, permitiría que lleguen fondos a esta provincia, o salvatajes, o lo que sea. Todo lo anterior, aunque es de público conocimiento que ocurre ya en la actualidad y con diversos actores, es lisa y llanamente ilegal. Condicionar las ayudas y apoyos a alianzas y no a las necesidades o a los requisitos, es ilegal.
Todo este panorama con una provincia prendida fuego, donde los sectores estatales están en paro o en procesos de reclamo por la cuestión salarial principalmente, pero también por todo otro pliego de reivindicaciones que no son menos importantes. Pero la salud, la educación, no fueron argumentos de campaña de ninguno de los candidatos. Nadie podía hablar con seriedad y nadie se arriesgó a aparecer en las manifestaciones, por miedo a ser escrachades por fallutos o mentirosos.
En nuestra localidad, luego de haber repartido dinero, palets de ladrillos cerámicos, bolsones de alimentos,etc; la situación fue similar a la de la provincia. El gran número lo sacó el ausentismo, como una demostración clara de incredulidad y enojo. El intendente fue reelecto con menos de la mitad de los electores habilitados, pero los titulares lo mostraron como un ganador sin manchas.
Podríamos decir que "cada cual saque sus conclusiones", pero eso no viene funcionando. La imposición de un sentido común que ha hecho lo que sea para legalizar y legitimar un sistema representativo que se cae a pedazos, les sigue funcionando en gran parte, porque hay mucho enojo, y aun no surgen por ahora planteos diferentes en cuanto al sistema de organización social y política en que nos movemos. Habrá que seguir insistiendo en encontrar nuevas formas. Adaptar experiencias de otras partes del mundo, pensar nuevas maneras de hacer política. Lo que no caben dudas, es que este sistema representativo, no representa más a las mayorías, ni a las mitades y cada vez se vacía más de proyectos políticos que nos incluyan. Ya sabemos de qué lado y para que fines "gobernaran" los próximos cuatro años, ahora tendremos que construir hacia adentro nuestra propia alternativa. Elegir de que lado estar, es el primer paso.