Es una de las figuras más importantes de la resistencia mapuche en el Puelmapu (Argentina). Hoy se encuentra en la cárcel de Temuco, condenado a nueve años de cárcel con pruebas obtenidas ilegalmente a través de la ley de inteligencia. El lonko conversó con El Desconcierto sobre la huelga de hambre que inició hace un mes exigiendo derechos intrapenitenciarios y las irregularidades alrededor de su condena.
Por Lucas Cifuentes / 25.02.2019 Compartir en FacebookCompartir en TwitterEnviar por WhatsAppCompartirEnviar por EmailCompartir en LinkedIn
—Soy inocente, esto se trata de una condena política—, señala Facundo
Jones Huala, notablemente ojeroso y con varios kilos menos desde la
cárcel de Temuco. Hace un mes que sostiene una huelga de hambre en este
lugar exigiendo derechos intrapenitenciarios para todos los presos
mapuche.
La máxima autoridad del Pu Lof en resistencia de Cushamen y uno de los líderes más importantes del movimiento mapuche en Argentina pasará los próximos nueve años de su vida en la cárcel. Así lo dictó la Corte Suprema hace pocos días en Santiago, acusándolo de participar en el incendio del fundo Pisué Pisué, en la región de Los Ríos.
De los otros cinco comuneros mapuche que también fueron acusados por la justicia chilena en 2013, cuatro de ellos fueron detenidos y llevados a juicio durante 2014, resultando absueltos tres de ellos y condenada por encubrimiento, pese a que no existía un autor culpable, la Machi Millaray, reconocida opositora a la central hidroeléctrica Osorno. Un año después, el otro involucrado en la causa también fue dejado en libertad.
En septiembre de 2018 extraditaron a Facundo desde Argentina y comenzó su batalla judicial en los tribunales chilenos. Finalmente resultó condenado con los mismos antecedentes que determinaron la inocencia de los otros comuneros y con pruebas emanadas de ley de inteligencia, algo ilegal según la legislación actual.
La máxima autoridad del Pu Lof en resistencia de Cushamen y uno de los líderes más importantes del movimiento mapuche en Argentina pasará los próximos nueve años de su vida en la cárcel. Así lo dictó la Corte Suprema hace pocos días en Santiago, acusándolo de participar en el incendio del fundo Pisué Pisué, en la región de Los Ríos.
De los otros cinco comuneros mapuche que también fueron acusados por la justicia chilena en 2013, cuatro de ellos fueron detenidos y llevados a juicio durante 2014, resultando absueltos tres de ellos y condenada por encubrimiento, pese a que no existía un autor culpable, la Machi Millaray, reconocida opositora a la central hidroeléctrica Osorno. Un año después, el otro involucrado en la causa también fue dejado en libertad.
En septiembre de 2018 extraditaron a Facundo desde Argentina y comenzó su batalla judicial en los tribunales chilenos. Finalmente resultó condenado con los mismos antecedentes que determinaron la inocencia de los otros comuneros y con pruebas emanadas de ley de inteligencia, algo ilegal según la legislación actual.