La Plata (HIJOS).- Escuchamos
por estos días el canto de sirena de la “UNIDAD” para derrotar a la derecha
gobernante, y lo escuchamos sonando más como el estruendo estrepitoso de un
gigantesco manotazo de varios ahogados políticos que como la apelación sincera al esfuerzo colectivo contra
los poderosos. Nosotros pensamos que la unidad de todos los compañeros y
compañeras que luchamos por otra realidad posible se forja militando
cotidianamente todas las causas populares que batallan, desde muy abajo y hacia
muy arriba, contra la impunidad de ayer y de hoy.
Una verdadera unificación de esfuerzos contra la duradera
impunidad se construye primero siendo parte de una querella en los juicios
contra los genocidas y edificando la acusación popular contra los integrantes
del aparato del Terror de Estado, sean estos militares, policías,
penitenciarios, jueces, fiscales, cómplices empresarios, de la iglesia o de la
burocracia sindical.
La tan mentada unidad se construye, en todo caso, denunciando
siempre el otorgamiento de beneficios a los genocidas, como las domiciliarias,
tanto a Etchecolatz, como a todos los genocidas que a diciembre de 2015 sumaban
450, y que en dos años de macrismo llegan a más de 530, es decir más del 50% de
los represores detenidos en causas de lesa humanidad.
Se
construye manifestando contra el mamarracho
jurídico que pretendió burlar la memoria popular tratando de instalar el
beneficio del 2x1 a los genocidas, como
quisieron hacer pasar los integrantes de la Corte Suprema Horacio Rosatti, ex
ministro de Justicia y “Derechos Humanos” de Néstor Kirchner, y Carlos Rosenkrantz,
abogado de las corporaciones económicas de las firmas Cablevisión, Clarín, La Nación, Sociedad Rural, McDonalds e
YPF.
La
unidad se construye también apelando a la coherencia de todos aquellos que
durante el gobierno kirchnerista repudiamos tanto el nombramiento del genocida
Cesar Milani, como el Proyecto X, y la
ley antiterrorista, herramientas de la “liviana herencia” que hicieron ayer y
hacen hoy posible la persecución a los militantes populares.