El Bolsón (ANPP).- EDITORIAL:
LA INVISIBILIZACION COMO PRELUDIO
Movimientos, movimientos, movimientos. Esta semana que pasó estuvo marcada por los movimientos. Movimientos de docentes, de organizaciones sociales y sindicales, de ciudadanos, de libreros y editoriales alternativas, de actores y salas de teatro, de realizadores independientes de cine documental y ficción, movimientos más o menos organizados y más o menos colectivos, pero movimientos innegables, fácilmente invisibilizados por los monopolios de la “comunicación”.
Invisibilizar la protesta social.
Esta semana, cara en conflictos que se presentan claramente como “palos en la rueda” para el actual gobierno, estuvo poblada de marchas, manifestaciones, acciones culturales y presentaciones judiciales. Los conflictos no dejan de existir y no se resuelven cuando son invisibilizados, pero esto posibilita el poder resolverlos, por parte del gobierno de modo arbitrario, a la vez que castigar las acciones según corresponda. Si los movimientos son mareas docentes, las estrategias del gobierno son por lo menos hasta el día de hoy, el descuento de los días de trabajo (desconociendo la ley que establece el derecho a huelga); un plus en dinero como premio a aquellos docentes que no adhieren al paro (esta medida fue denunciada, o lo será en esos días en la Organización Internacional del Trabajo, ya que viola el derecho a huelga y viola los derechos del funcionario público); el intento de desestabilizar los gremios quitándoles a éstos la personería jurídica (esta medida fue anunciada en Buenos Aires pero aún no se llevó a cabo). Si los movimientos son producidos por mareas de sujetos nucleadas en organizaciones sociales las estrategias son el levantamiento de los cortes de ruta, la reglamentación de la ley de emergencia social, pero también la revisión de la política de planes de asistencia social... Si los movimientos se dan a partir de vecinos autoconvocados por el aumento abusivo de los servicios, la estrategia se tambalea entre el silencio y las tan viciadas audiencias públicas -que de audiencias de conciliación, como dice la ley que debería ser, no tienen mucho- si no más bien, son apenas monólogos sin esbozo de fundamentos, porcentajes o estadísticas.
Invisibilizar para desmovilizar.
Esta semana que pasó, también hubo otro tipo de movimientos, funcionarios del gobierno, algunos de carrera fueron corridos de los lugares que ocupaban en pos de mejoras, lo que se traduce en lineamientos donde no hubo acuerdos y la necesidad de “funcionarios más funcionales”, para ejemplo bastan el titular del PAMI y el jefe de gabinete del Ministerio de Justicia. Los más interesados podrán indagar en los “por qué” de la salida y los “quienes” que los reemplazaran. Moviéndose de otro modo, también produciendo movimientos, funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, colocaron carteles de chapa con base de cemento sobre los pañuelos de las Madres de Plaza de Mayo, pintados en el piso, los organismos no se hicieron esperar mucho y grabaron en un video el momento en que los carteles eran arrastrados por fuera del círculo que emula la ronda de las Madres, “moviéndolos”.
Invisibilizar la cultura.
Las políticas de este gobierno nacional, no son nuevas en sí mismas, podemos a menor escala analizarlas en el contexto de la Ciudad de Buenos Aires, como punto de partida. Se produjeron esta semana también movimientos culturales, manifestándose sobre salas cerradas hace años, pocas políticas de apertura de nuevas salas y espacios, el pedido de conformación de los comités de evaluación de documentales del INCAA por parte de DOCA (documentalistas argentinos). Las estrategias, no necesariamente nuevas tienen su asidero en la promoción de lo espectacular en detrimento de lo alternativo, lo under o lo que no es show. Es cierto que el circuito alternativo es convocante, y no es menos cierto también que quienes lo llevan adelante y lo sostienen, en la actualidad están pasando situaciones económicas agobiantes, con su correlato entre el pago de servicios y las complicaciones al gestionar habilitaciones. Pero ese no sería el conflicto. Éste, más bien, estaría centrado en la mirada crítica que intentan generar en el espectador (referimos sobre todo a obras de teatro y cine), más allá de que ésta se genere o no. Por otro lado, también las librerías y las editoriales independientes están pasando por un momento económico muy complejo, no sólo no hay políticas públicas que estimulen la lectura (esto podemos verlo en el cierre del programa nacional de lectura e intercambio entre lectores), sino también en los altos costos de producción y la escasa posibilidad de competir a partir de la apertura de importaciones y la llegada de cientos de títulos del exterior, implicando esto no sólo una caída en las ventas, sino también en la paulatina desaparición de los contratos de editoriales extranjeras con editoriales argentinas para la edición y publicación de sus libros.
Invisibilizar la protesta social.
Esta semana, por fin, se anunció el tan esperado paro de la CGT, triunvirato al cual hace unos días atrás, durante la convocatoria a una marcha y movilización, las bases bajaron del escenario y se lo coparon al grito de “poné la fecha”. Bueno, los deseos se cumplieron, la CGT puso fecha, el paro será el 6 de abril, pero anticipó que será sin movilización. Eso igualmente habrá que verlo, no podrán impedir que ese día sus bases se autoconvoquen para marchar. En contraposición, CTA y ATE, junto con el gremio de los bancarios, que hasta el momento no se volvió a expedir, llamaron a un paro con movilización y marcha para el 30 de marzo. Por otro lado, también durante esta semana que pasó, miles de vecinos se autoconvocaron en diferentes ciudades del país para manifestarse desde un ruidazo, con bocinas, gritando, etc., como modo de mostrar oposición al aumento insostenible del precio de la luz, el gas y el agua, servicios básicos, garantizados por la ley, una garantía que si nos ponemos a revisar estadísticas, va disminuyendo en algunas regiones del país hasta llegar casi a la nulidad en otras, cuestión no menor y que debería ser analizada, pero será en otra oportunidad.
Invisibilizar como preludio.
El preludio es una pieza musical que antecede o introduce a otro movimiento. La invisibilización como preludio, la estrategia de silenciar, no es algo que se da "per se", es algo claramente estudiado, analizado y evaluado. El invisibilizar como preludio se puede producir de muchos modos. A veces puede ser negando algo o no mostrándolo, otras veces, algo que nos está sucediendo mucho últimamente, es la utilización de cierta información que es altamente convocante por lo que tiene de mediática y de show, y utilizarla como estrategia para que toda otra información o cosa comunicable que circula y sucede pierda presencia frente a esta primera. Esta semana que comienza, habrá nuevamente movimientos, de docentes, de trabajadores de la salud, de organizaciones sociales y culturales, pero no habrá otro recital en Olavarría que nos nuble la vista y nos tape los oídos. Habrá no sólo que estar en la calle, sino también ir analizando críticamente qué tienen estos movimientos (se entiende movimiento no como organización, sino como el acto mismo de moverse) en común, no sólo en pos de una estrategia colectiva, que resuelva las contingencias, sino también en pos del fortalecimiento de las redes ya tejidas y la incorporación de lo nuevo que se esta moviendo en éstas, teniendo en cuenta hacia dónde vamos y de qué modo.