Patagonia (Foro Patagónico por los Derechos de los Niños, Niñas).- En el marco del Congreso Mundial de la Niñez, Adolescencia y Familia a realizarse en la provincia de San Juan en el mes de octubre del año en curso, las Organizaciones e Instituciones, Grupos y Colectivos que integramos el Foro Regional Patagónico por los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes queremos celebrar la realización de un evento de tamaña envergadura, el cual nos convoca a repensar ,desde nuestra responsabilidad de adultos, el presente y el futuro de nuestra infancia, debiendo favorecer las mejores condiciones de vida para que puedan concretar el único destino posible para ellos: ser sujetos de derechos y de deseos, protagonistas de su propia historia.
Este es el imperativo ético del mundo de los grandes para con la infancia, nido y reserva de ternura de la humanidad.
Por ello manifestamos nuestra profunda preocupación hacia quienes, desde su función social de dirigir los destinos de sus pueblos, adhieren y fomentan modelos de progreso y desarrollo comprometiendo y afectando seriamente la vida en todas sus formas.
Como colectivos patagónicos vinculados a la Infancia rechazamos de plano la política extractiva agrominera en vigencia en todas sus modalidades implementada en el país. Esta modalidad de aparente progreso ha puesto en juego la vida, el desarrollo y crecimiento saludable de tantos niños, niñas y adolescentes y sus familias, planteando la contradicción del postulado de protección integral que nos plantea la Convención al cual adherimos como país y de las leyes nacionales y provinciales que fueron sancionándose oportunamente.
Desde el rol que nos compete en cada espacio institucional, gubernamental o de la sociedad civil, como lo es velar por la efectivización de todos los derechos declamados universalmente, es que debemos estar atentos a las vulneraciones y amenazas a este acceso, denunciando todo intento o acto que puedan incidir en un desarrollo y crecimiento saludable en todos los sentidos, recordamos el papel del mundo adulto en su rol de cuidante, protector y favorecedor de autonomías anteponiendo cualquier otro bien particular al llamado interés superior del niño el cual reclama la responsabilidad de crear una vida social y ecológica que le dé valor a las personas y a las comunidades en su respeto a la identidad, a su cultura, a su autodeterminación.