Esquel (NOTICIAS DE ESQUEL).-
(http://noticiasdeesquel.wordpress.com/2012/05/10/pediatras-de-esquel-y-la-zona-fijaron-posicion-sobre-la-megamineria/#comment-57)
Médicos Pediatras
del Área Sanitaria Noroeste del Chubut , miembros de la Sociedad
Argentina de Pediatría sede Esquel y el Servicio de Pediatría y
Neonatología del Hospital Zonal de Esquel, en virtud del rol que
desempeñamos como parte del equipo de salud y en general de todos
aquellos colectivos que se ocupan de preservar, promover, asistir en el
cuidado, la educación y la salud de los niños, niñas y adolescentes de
nuestra ciudad y su área de influencia, nos vemos en la necesidad y
obligación profesional de expresar nuestra posición respecto de la
posible instalación de la megaminería extractiva en la región Noroeste
del Chubut, tanto en zonas de la meseta como en las regiones
cordilleranas, incluyendo nuestro ejido municipal.
La minería extractiva ha desarrollado en las últimas décadas tecnologías
que le permiten obtener metales de valor comercial elevado de sustratos
rocosos con muy baja concentración metalífera, lo que implica en todos
los casos la afectación de áreas muy extensas de territorio, la puesta
en práctica de procesos químico-industriales a gran escala, con el uso
masivo de agua y sustancias químicas peligrosas, así como la producción
de enormes cantidades de “residuos minerales estériles” previos a las
fases químicas, y de residuos tóxicos posteriores a la misma.
Si bien toda actividad humana produce un impacto en el ambiente, algunas
como la Megaminería metalífera extractiva, son de tales dimensiones que
la afectación ambiental tanto en las fases de exploración, las de
explotación como en las posteriores al cierre de la mina, se cuentan
entre las de más intensas y persistentes que se conozcan. Estos impactos
no son negados ni siquiera por las mismas empresas de megaminería , las
que obviamente proponen tareas de remediación o minimización de riesgos
que hasta ahora y por los antecedentes mundiales conocidos, son de muy
escasa y dudosa efectividad y casi en todos los casos implican que los
estados, o sea las mismas poblaciones afectadas, deben pagar por esas
tareas para evitar la extensión de los daños producidos ya que no para
lograr una “restitutio ad initio”, que hasta la actualidad no ha sido
cumplida por ninguna empresa minera.
Debemos aclarar que como trabajadores de la salud consideramos como
ambiente todos los aspectos geográficos, químicos, físicos , biológicos,
sociales, económicos y culturales en donde los seres humanos en
general, pero muy especialmente los niños , niñas y adolescentes se
gestan, nacen , crecen y desarrollan.
Creemos por lo tanto que es de suma importancia y de responsabilidad
fijar nuestra posición respecto al tema en cuestión y llamar la atención
sobre algunos puntos específicos que atañen a nuestra tarea como
médicos y médicas pediatras, ya que parte esencial de ella es ocuparnos
de la prevención de los problemas sanitarios, y no sólo asistir a las
personas cuando ellos ya se han producido.
Respecto al tema del riesgo sobre la salud que la alteración del
ambiente natural que tales emprendimientos conllevan, debemos señalar en
primer término que el ser humano en gestación, y durante toda su etapa
de crecimiento y desarrollo infanto juvenil, tiene una vulnerabilidad
muy superior a la que presenta en su etapa adulta, lo que obliga a
extremar las precauciones sobre estos potenciales daños.
En el caso de las iniciativas megamineras en nuestra región, hay una
serie de problemas que son a nuestro entender de grandes proporciones y
que no existen garantías de poder controlar su peligrosidad o de
revertir sus consecuencias .
Enumeraremos un número limitado de los mismos que analizaremos en
detalle, no porque sean los únicos a observar, sino porque desde nuestra
perspectiva médica y pediátrica consideramos suficientes para sustentar
nuestra postura.
Acerca de las sustancias químicas peligrosas:
El transporte e introducción en el ambiente de grandes cantidades de
sustancias químicas de alta toxicidad , tales como sales de cianuro,
explosivos de diferentes clases, sales de plomo como el litargirio, es
característico de la megaminería. Si bien otras actividades humanas
también utilizan ciertas cantidades de estos elementos en su desarrollo,
es en la megaminería donde su uso por unidad de superficie y por unidad
de tiempo es de las más elevadas.
Una vez introducidas en el ambiente, no existe ningún procedimiento de
probada eficacia que garantice que no quedarán residuos tóxicos en los
suelos, el agua o el aire ya que muchos de ellos han fracasado en
diversos sitios del mundo, y otros aún no han sido suficientemente
testeados.
Acerca del Drenaje Acido de Minas y la liberación de metales pesados:
Este problema es de gran relevancia pues la actividad de la megaminería,
sea esta en forma de galerías o a tajo abierto, implica la voladura de
grandes volúmenes de roca virgen, su fragmentación y la pulverización de
cierto porcentaje para el proceso de lixiviación. Sea cual fuere su
exacto volumen y técnica extractiva, no existe otro método que el de
movilizar inmensas masas rocosas fragmentadas , que una vez expuestas al
aire, la luz y la humedad ambiente indefectiblemente van liberando
sustancias que de por sí contiene, tales como el arsénico, el cadmio, el
talio…etc. Esta liberación se acelera enormemente cuando las
características de la roca permiten la formación de ácidos, en especial
azufrados, que terminan drenando flujos de agua hacia las napas
subterráneas y escorrentías superficiales contaminados con esos metales
pesados. Es destacable que los tóxicos de este tipo producen daño
acumulativo, por lo que la salud se podría ver afectada no en lo
inmediato, sino cuando los niños expuestos sean ya adultos. Como dato
importante señalamos que los informes técnicos revelan la presencia de
altas concentraciones de compuestos arsenicales en la roca del cordón
Esquel, así como en muchos otros macizos montañosos de la provincia, por
lo que se dá por descontado que esos compuestos se liberarán al
ambiente de llevarse adelante la actividad. Los daños a la salud que
provoca la incorporación de estos metales pesados al organismo, en
especial aquellos en pleno crecimiento y desarrollo, son tantos y tan
conocidos por la historia actual y pasada de la medicina, que nos eximen
de enumerar las patologías de la que son causa o factor de riesgo, y
que constan en cualquier texto de toxicología médica.
Acerca del uso y afectación del agua:
De todos los informes consultados acerca de la propuesta del cordón
Esquel, así como de otros emprendimientos propuestos o ya en curso, en
todos los casos es preocupante el volumen ingente de agua que
diariamente debe usarse para los procesos de lixiviación.
En el caso específico de Esquel, basados en el Estudio de Impacto
Ambiental presentado por minera El Desquite para el proyecto Esquel en
el año 2003 y sus anexos, que por otra parte es el único informe de ese
tipo hasta ahora conocido , nos vemos obligados a señalar ,al menos, los
siguientes hechos:
Que en tal estudio existen discrepancias entre las necesidades de agua
que se declaran necesitar, que es de 1555200 (un millón quinientos
cincuenta y cinco mil doscientos) litros al día (18 litros por segundo),
obtenidos de diversas fuentes de la alta montaña de las cuencas de los
arroyos que abastecen parte de las necesidades actuales de la ciudad de
Esquel, con el objeto de diluir el cianuro y efectuar otros
procedimientos químico-industriales, y las cifras que pueden calcularse a
partir de la cantidad de agua que se necesita para lograr las mismas
diluciones cianuradas que la empresa propone realizar, que es
inmensamente mayor, llegando a multiplicar por diez el consumo diario
del vital elemento.
Para un proyecto del tamaño del de Esquel, como por ejemplo la Mina
Gualcamayo, en San Juan, el caudal de agua en realidad utilizado es de
108 litros por segundo, lo que coincide con las cantidades utilizadas
por otras empresas similares. Esto sería la mitad de lo que toda la
población de Esquel consume en un dia.
Pero aún si damos por ciertos y precisos los datos que brinda el Estudio
de Impacto Ambiental del proyecto Esquel, y los comparamos con los que
la OMS considera la cantidad básica de agua que un ser humano requiere
para su vida, que es de 80 litros por día, implica que con los
requerimientos diarios aún exageradamente modestos que se pretenden
declarar para este proyecto, podrían abastecerse básicamente casi 20000
personas al día, y no menos.
También debe tenerse en cuenta que gran parte de esa agua no podrá ser
utilizada posteriormente jamás por seres vivos por quedar
definitivamente contaminada. Uno de los objetivos de minimización de
daños que las empresas deben garantizar hasta el cierre de la mina y que
luego del mismo debe continuar el Estado, es justamente mantener por
tiempo indefinido en enormes depósitos confinados el agua contaminada y
otros desechos tóxicos con el objeto de que no ingresen a las corrientes
de agua superficial y profunda que nacen, casualmente, bajo esos mismos
depósitos. Por desgracia y hasta la actualidad este objetivo es solo
una declaración de deseos, ya que en la práctica son innumerables los
casos en nuestro país y en el mundo, en que es técnicamente imposible
garantizar la confinación absoluta e indefinida de los desechos tóxicos y
del agua contaminada.
Siendo el agua dulce un recurso cada vez más escaso en nuestra región y
en el mundo, es primario defender este bien común imprescindible para la
vida humana actual y futura y remarcar que se trata de un derecho
humano básico el contar con acceso y disponibilidad de agua . Ningún
emprendimiento económico que no contemple la conservación segura e
incuestionable para las generaciones actuales y futuras de la calidad y
cantidad de agua para uso humano podrá contar con el aval de ninguna
sociedad médica, ya que por encima de todos los derechos se halla el de
la vida misma, y luego el de la salud.
Acerca de los aspectos sociales y económicos:
Por último y abordando un tema especialmente álgido en nuestra
comunidad, consideramos que ya hace nueve años atrás y luego de arduos
debates públicos y tras un proceso democrático incuestionable, la
comunidad de Esquel de manera formal, y la de otros municipios del área
noroeste informalmente, expresó en las urnas su deseo de no apoyar este
tipo de emprendimientos mineros , lo que motivó una serie de
disposiciones legales tanto a nivel municipal como provincial, que
limitan tales desarrollos. Tales normas jurídicas aún están plenamente
vigentes, y formalmente no existen nuevos estudios de impacto
ambientales presentados para iniciar ningún emprendimiento local. Por lo
tanto consideramos altamente preocupante que se estén efectuando
promesas de puestos de trabajo a personas en situación de alta
vulnerabilidad laboral y social, en casi todos los casos sostenes de
familia, sin que sea factible darles cumplimiento, generando una
situación de tensión social inadmisible, cuyo fin último no llegamos a
comprender, pero que sin duda afecta a la paz social de nuestra
comunidad y pone en riesgo aún más el frágil entorno de muchos niños,
niñas y adolescentes.
Por otra parte , y siendo fieles a considerar a nuestros pacientes parte
de un complejo entramado socioambiental, creemos que el trabajo digno y
sustentable para sus padres es una necesidad ineludible de satisfacer,
pero también sabemos que no es la megaminería ni una fuente laboral de
grandes proporciones para la mano de obra local , ni tiende a crear
empleos de largo alcance , ni genera industrias anexas, ni están dadas
las condiciones jurídicas para que la perdida de activos ambientales se
compensen ni remotamente con los ingresos que se recibirían por la
extracción y exportación de oro, plata, uranio, y otros elementos
económicamente muy rentables para las empresas en el contexto financiero
global.
Por todo lo expuesto es que la Sociedad de Pediatría sede Esquel, el
Servicio de Pediatría y Neonatología del Hospital Zonal de Esquel y los
Pediatras de la región Noroeste del Chubut declaran su rechazo a llevar
adelante proyectos de megaminería en la región, aplicando el Principio
Precautorio a la Salud Pública , por comprometer seriamente la pureza
del suelo, los alimentos y el agua en calidad y cantidad de tal manera
que pone en peligro la salud actual y futura de los niños , niñas y
adolescentes del área bajo su cobertura.
En el mismo acto declara también su firme apoyo a la decisión soberana
tomada por el pueblo en el plebiscito el 23 de Marzo de 2003 y las
disposiciones legales que de él se desprendieron, así como rechaza los
intentos de modificar las mismas generando tensión social, para
habilitar las actividades que la megaminería pretende llevar a cabo.
Servicio de Pediatría y Neonatología del Hospital Zonal de Esquel
Sociedad Argentina de Pediatría Filial Esquel
Pediatras del Noroeste de la Provincia del Chubut