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lunes, 3 de octubre de 2022

SOCORRISTAS EN RED: PRODUCIR CONOCIMIENTO PARA TRANSFORMAR LA REALIDAD, UNA ENTREVISTA CON ANDREA GONZÁLEZ.

El Bolsón (ANPP).-Este sábado charlamos en Música y Noticias, el programa informativo de Radio La Negra con Andrea González, integrante de Socorro Rosa y Socorristas en Red. La actividad de las Socorristas en Red, es muy importante en muchos aspectos, no sólo en el acompañamiento que vienen llevando desde antes que el aborto legal sea ley, y que continúan realizando, para garantizar su efectivo acceso y sin violencias. Es importante en la capacidad de producir información, la cual es fundamental para poder generar avances en la lucha feminista y de transformación política en nuestro país. 
Compartimos la charla ( las imágenes de cuadros y estadísticas, están sacados de la página https://socorristasenred.org/sistematizacion-2021/) :

Soy Andrea González, soy parte del Socorro Rosa Comarca Andina que a su vez es parte de Socorristas en red, feministas y transfeministas que abortamos. Este año la Red de socorro cumple diez años de activismo. Diez años de un activismo que sostiene firmemente que la experiencia de abortar necesita ser sistematizada. Por eso la sistematización de datos representa un eje medular de la Red porque creemos que esta actividad, la sistematización, acompaña o colabora en pensar las acciones políticas y pedagógicas del activismo socorrista. Es sin duda una manera para nosotras de mirarnos hacia adentro pero a la vez, también, una fuente de información hacia afuera.

A más de un año de sancionada la Ley 27.610, nosotras decimos que se trata de pensar los mitos y prejuicios que aún existen alrededor del aborto para mostrar las realidades justamente de quienes abortan. Porque en la praxis de acompañar se produce conocimiento concreto sobre abortos que están sucediendo en este aquí y ahora. Nuestra Red, que este año cumple 10 años, a partir del año 2014 registra datos e información de cada acompañamiento. Ese año, justamente, es el año en que se suman a la Red catorce colectivas y se acuerdan diez puntos que estarían como presentes en cada una de las protocolas, que son unas fichas de seguimiento que nosotras completamos cuando acompañamos a abortar. Es decir, cada acompañamiento tiene su ficha de seguimiento, su protocola. Bueno decía, se acordaron esos diez puntos comunes y unificados para todas las grupas del país; porque tener esa unificación nos iba a permitir, entonces, producir información concreta.

A partir del año 2015, al año siguiente, y gracias a la alianza y al trabajo que construimos con la Universidad Nacional del Comahue, con la facultad de Informática más precisamente de esa universidad, pudimos armar un trabajo de alojar esos datos que sistematizamos en una plataforma de esa Universidad y esto para nosotras se traduce en un respaldo fundamental    y estratégico de construir esas alianzas políticas también. Porque bueno, qué mejor que justamente un lugar donde se produce conocimiento como es la Universidad, quiera ofrecernos su sitio, su plataforma para guardar esos datos de un modo seguro, de un modo cuidado y datos que evidentemente elles también evalúan como datos importantes en la producción de conocimiento, en la producción de información.

El trabajo de sistematización que cada grupa que conforma la Red nacional de socorristas hace implica una tarea metódica, requiere de una organización especial, de una rigurosidad, de un compromiso, porque es pensar que cada uno de esos acompañamientos que hacemos es sistematizado; no acompañamos sin sistematizar por esa premisa que tenemos que es muy importante producir conocimiento concreto.

Y ese proceso de sistematización se inicia en los talleres, que nosotros le decimos talleres a esos encuentros con las personas que necesitan abortar, y por eso entonces, todas las personas activistas de esta Red que acompañamos abortos sistematizamos datos. Ese primer eslabón lo hacemos todas. Todas llenamos la protocola de acompañamiento. Todo continúa con la carga de datos, es decir, cada colectiva carga sus datos en la plataforma de sistematización de la Universidad y luego lo que hacemos, obviamente, es analizar esos datos, difundirlos, y hacer todo un trabajo político de qué queremos hacer con esos datos.

Así que bueno, la sistematización como práctica socorrista es parte de nuestra identidad y es un acuerdo político de todas las colectivas que conforman esta Red. Y las protocolas, como herramienta política y como insumo que nutre esas sistematizaciones, han ido cambiando a lo largo de los años, ¿no? Cumplimos este año dos años y en algún momento decidimos que esas protocolas  tenían que ir también cambiando a medida que va cambiando, que va creciendo nuestro acompañamiento. De ahí que la creación y el armado de nuevas protocolas también deviene en un instrumento fundamental para el hacer de la Red, porque contar con más instrumentos nos permite también obtener datos más específicos que llevan entonces a mejorar las prácticas y a mejorar las articulaciones que nosotras vamos haciendo en estos acompañamientos, sobre todo con el sistema de salud, sobre todo con el sistema de salud pública, pero también con el sistema de educación. Y creemos además que esos sistemas de observación y seguimiento legítimos que nosotras hacemos disputan obviamente sentidos y poder.

Durante el primer año de la pandemia por la Covid 19, nuestra Red inició un debate para llegar a formular una protocola específica de acompañamiento para niñas, niñes y adolescentes. Creamos una comisión para eso que proyectó y coordinó un proceso participativo de reuniones virtuales, obviamente, porque estábamos en pandemia, pero trabajamos duramente para lograr esa protocola. Y entonces podemos decir que desde el año 2021 se abre una nueva etapa de la sistematización porque en los registros de acompañamiento de Socorristas en red los instrumentos se organizan por edad. Uno para quienes tienen menos de 17 años, en realidad hasta 17 años inclusive, y el otro para quien tiene más de 18 años, es decir de 18 años en adelante. ¿Y cuál fue la intención de esta distinción del instrumento? Fue justamente capturar singularidades de forma cada vez más afinada y más asertiva. La necesidad de esta nueva organización de las protocolas se empieza a sentir a través de los datos registrados en 2019, que ahí esos datos nos daban cuenta de la cantidad de niñas y de adolescentes que habíamos acompañado; y bueno además surge en ese año justamente la campaña que organizamos que se llama “En un mundo justo, las niñas no son madres”.

En la actualidad las pedagogías que pregonamos, que armamos, incluyen una fuerte apuesta por las articulaciones con trabajadoras, trabajadores de la educación, para que las escuelas también realicen un trabajo como parte del currículum de la Educación Sexual Integral que colabore en este sentido, que colabore con la des idealización, y la des romantización de la maternidad y de garantizar este derecho a les jóvenes.

Otra cosa por ahí importante de contar de nuestra sistematización es que el primer momento del acompañamiento contiene una síntesis al final del primer momento en la que se da cuenta de si las personas acompañadas prefieren acceder a su aborto vía el sistema de salud formal o vía el sistema de salud comunitario, es decir, autogestionándose el aborto. Digamos que, sea cual sea el camino elegido, desde las distintas colectivas de Socorristas en red sistematizamos ese acompañamiento y acompañamos esa decisión. Quiere decir que nosotras acompañamos abortos dentro del sistema de salud y fuera del sistema de salud porque bueno todavía, y quizás por qué no esto va a seguir ocurriendo, porque el tema de la autonomía y la autogestión es a lo que apuntamos, a la recuperación de poder decidir sobre nuestro cuerpo. Entonces puede que siga habiendo abortos por fuera del sistema de salud. Y eso también es una apuesta, que las personas que eligen por la autogestión lo hagan de un modo informado para que esa práctica sea, además de una práctica amorosa, una práctica cuidada y segura.

Bueno, decía que nosotras empezamos entonces a sistematizar nuestros acompañamientos desde el año 2014 y hasta el año 2021 fueron 69.152 mujeres y personas con capacidad de abortar que acudieron a los talleres donde se pone a circular la palabra, la escucha y la información sobre los usos seguros de medicación. Los acompañamientos de abortos en el sistema comunitario, entonces, desde ese año que decidimos sistematizar fueron 49.975. El resto resolvió su aborto por el sistema de salud. Resolver un aborto por la vía comunitaria implica, como decíamos antes, la autogestión del aborto sin pasar por el sistema formal de salud. No quiere decir esto que después  las personas no se vayan a hacer un control, no se vayan a hacer una ecografía, lo que sea, pero sí implica que ese aborto no fue acompañado, garantizado dentro del sistema formal.

El acompañamiento socorrista entiende que la salud está en la posibilidad  de resolver los problemas que se nos presentan y también en la búsqueda por atender la singularidad de cada persona a la que se acompaña. Los acompañamientos de aborto en el sistema de salud formal fueron, entonces, 10.547 contra 49.975 autogestionados. Esas personas que  fueron acompañadas por integrantes de la Red, a quienes además se les sugiere dónde acudir para que se encuentren con profesionales garantistas de derechos, por supuesto, y en la medida de lo posible, que cuenten también con un compromiso de una atención humanizada integral. Si pudiéramos mirar una tabla de nuestros acompañamientos, año a año, es como un espejo de lo que también ha crecido esta Red. Nada más que contrastar también que en el año 2014 los acompañamientos fueron 1.116 y en el año 2018, año de la marea verde, subieron a 8.462; estamos hablando de un crecimiento realmente exponencial.

Y en el año 2021, al año siguiente a la Ley, fueron de 13.502. O sea con ley seguimos acompañando un volumen de abortos muy importantes que nos permite generar y producir este conocimiento. Esas protocolas, esos datos tienen que ver con los momentos de los acompañamientos. Hay un primer momento pero también un segundo momento que es cuando se produce el aborto en sí y el control posterior, y tiene datos interesantes que a nosotras nos permiten mejorar la práctica y a la vez también nos permiten producir información que va rompiendo, o desmitificando un poco y sacando también algunos sentidos que atan la práctica al peligro, a la muerte, a la culpa, al tabú. Nosotros creemos que poner a circular estos otros sentidos de lo que les pasa concretamente a las personas que atraviesan la experiencia construye otros relatos y construye otros sentidos y los pone a circular para legitimar y para autorizar lo que sucede allí.

En la Comarca Andina nosotras, también como parte de la Red, venimos sistematizando los acompañamientos y contarles que en el 
Abortos y nivel de instrucción alcanzado

año 2014 cuando comenzamos, sistematizamos 29 acompañamientos, y en el año 2018, 68 acompañamientos. Y el año pasado, en 2020, acompañamos a 131 personas. Y en el año 2021, anterior a la ley y posterior a la ley, en el año 2021, 121 acompañamientos. Poca variación digamos, ¿no? Esto es el trabajo que nos vamos dando, hacer que esta Ley se instale, que las personas sepan que en los hospitales de la Comarca Andina se garantizan estos derechos.
Abortos y discapacidad


En lo que va de este año, tenemos sistematizado los datos de enero  a mayo de 2022, y bueno de esos datos podemos contarles algunas cosas interesantes, como por ejemplo, que el 85,2 % de esas 47 personas que acompañamos hasta mayo de este año tienen entre 20 y 34 años. Solo 4 acompañadas son menores de 20 años y esto también a veces desmitifica un poco esta construcción del sentido común que dice que las personas que abortan son justamente las adolescentes, que son irresponsables, que a veces no tienen conocimiento de los métodos anticonceptivos, que no saben cómo cuidarse. Pero justamente, no. Son las personas que ya están muchas veces viviendo en pareja, y muchas, además un porcentaje altísimo el 79, 2 % ya es madre; ya tiene hijos al momento de acceder a un aborto. Otro dato importante que nosotras preguntamos y registramos tiene que ver con el salario. De las personas que acompañamos, el 83 %  de esas 47 personas en este año, hasta mayo, tienen trabajo remunerado. Pero de ese 83 % solo la mitad, o no diría solo sino justamente la mitad, cobra menos del salario mínimo vital y móvil que es de $ 51.200. O sea, el trabajo remunerado de la mayoría de las personas que acompañamos, cobra menos que el salario mínimo, vital y móvil y esto es re importante para pensar en la difusión de la Ley; porque la Ley garantiza que esa práctica debe ser gratuita dentro del sistema de salud pública. Y dentro del sistema de salud privado, las obras sociales se tienen que hacer cargo en un 100% de esa atención. Agregar por ahí a este análisis del dato económico también, de ese 83% de las personas que tienen trabajo, el 63% además es sostén económico del hogar. Hay datos que para nosotras son muy, pero muy importantes porque para autogestionar un aborto el costo de la medicación es altísimo y por lo tanto, insistimos en que sea el Estado y sean las obras sociales quienes deben garantizar este derecho.

Solo voy a tirar algunos datos que nos resultan relevantes: pero otro dato importante que para nosotras también sube las alertas e implica alguna cuestión específica en el acompañamiento es que el 80% de las entrevistadas refirió haber sufrido algún tipo de violencia machista a lo largo de su vida, pero el 25% nada más hizo una denuncia penal judicial. Esto también es un dato importante porque justamente muchas veces las personas que acompañamos están, a su vez, atravesando una situación de violencia que nos permite hacer un trabajo de articulación con otras organizaciones que justamente se dedican al acompañamiento de casos de violencia de género.


Y un último dato para resaltar es que el 80% de las personas que acompañamos refirió conocer los alcances de la Ley 27.610,  que es la Ley de Interrupción voluntaria y legal del Embarazo; es decir, que sabe sobre el acceso al aborto. Sin embargo, en las 42 personas de esas 47, es decir el 89% resuelve su aborto de manera autogestionada. Y solo 3 de esas interrupciones las acompañamos dentro del sistema de salud.

Entonces, otra vez, el redoble a seguir trabajando con la visibilización de este derecho. ¿Y esto porque lo decimos también? Porque no sé si ustedes notan cuando entran a un hospital, que esto no está casi escrito, no hay cartelería, no hay notificaciones, no hay indicación desde los Ministerios como parte de política pública, de dar difusión a este derecho. Hay cartelería sobre hipertensión, sobre control de enfermedades de otro tipo, de vacunación; por supuesto de control del embarazo y lactancia materna por todos lados, pero información y cartelería específica sobre  interrupción voluntaria y legal del embarazo no hay. Por eso nosotras somos quienes vamos a pegar esa cartelería a las instituciones públicas.

Bueno, nada, contarles esto, contarles que estamos muy contentas también porque este 8, 9 y 10 nos vamos al encuentro plurinacional de Mujeres, lesbianas, travestis, transexuales, intersexuales y más. Esto fue siempre para el Socorrismo una apuesta por lo que esos encuentros significan, por el encuentro que tenemos ahí con muchas personas de muchos lugares, de muchas organizaciones y nos parece fundamental ahí articular activismo e información. Así que bueno, vamos a estar en ese encuentro con la particularidad que este año, como cumplimos 10 años, decidimos festejar estos 10 años de activismo, celebrar estos 10 años con un festival que vamos a hacer en la plaza central el día sábado desde las 19 horas. Así que nada, ahí les esperamos para celebrarnos, para encontrarnos, para abrazarnos. Bueno, gracias siempre por este espacio y a disposición para conversar cuando quieran.


Queremos compartir también las conclusiones del trabajo que recomendamos visitar en https://socorristasenred.org/sistematizacion-2021/

SenRed produce y deconstruye saberes sobre la praxis de acompañar y de abortar. Los registros y la publicación de sistematización de datos, producen conocimientos en torno al aborto, porque disputan esos lugares de saber y poder que detenta el modelo médico hegemónico, para recuperar el sentido de la salud comunitaria y producirla en la experiencia misma, en ese ir y venir que supone integrar las voces y experiencias de quienes abortan. Ponen a circular pedagogías feministas desde la convicción de que el activismo de la acción directa colabora en transformar modos de sentir, pensar y atravesar la experiencia de abortar. A lo largo de estos años acompañaron a muchísimas personas, tienen presencia territorial en el país y donde no están despliegan formas imaginativas para hacer sentir que están cerca. La densidad del trabajo, la dimensión colectiva en la que operan, las alianzas que tejen y la organización que emprenden en cada acción son vectores políticos de este activismo socorrista, que no solo busca transformar los abortos en experiencias amorosas, igualitarias e inclusivas, sino que además conoce y da a conocer realidades subterráneas muchas veces relegadas por las normatividades. Continúan siempre con las articulaciones con el sistema de salud formal y lo interpelan para que se ajuste a las necesidades de quienes abortan. “Queremos que las personas que abortan sean protagonistas de sus abortos”, es una premisa que moviliza a SenRed. Acompañar, contener e informar a las personas que las contactan se enmarca en una genealogía de luchas donde se manifiestan los cuidados feministas, que siempre son colectivos. La apuesta sigue siendo hacer del acompañamiento una práctica política para cambiar el modo en el que los abortos son percibidos socialmente. “Todavía no está bien visto abortar”, dijo Giuliana, una joven de 27 años en un taller en la ciudad de Neuquén. Tal vez sea ese el sentido común que todavía falta desmontar para que la experiencia de abortar no sea un problema que queda en la intimidad de quien aborta. Para sacarlo del lugar individual, secreto y privado. Para volverlo público y colectivo y producir así transformaciones subjetivas y sociales. Para que deje de existir finalmente esa inscripción del estigma de abortar, que constituye uno de los engranajes de una pedagogía de la crueldad. En Argentina tenemos la ley 27.610, a la par también tenemos motivos para seguir luchando por abortos cuidados. Son diez años de socorrismo insistiendo y persistiendo. Y poco más de un año de existencia de la ley. Una ley que no destierra mágicamente las malas prácticas ni las prácticas riesgosas, ni el negociado inescrupuloso, aunque su texto y su protocolo apunten a eso y aunque se cuente con espacios en el sistema de salud formal y cooperativo que trabajen para que la ley viva en las instituciones. Acompañar a quién decide abortar es una apuesta a vivir una vida feminista aquí y ahora, y el interés por darle a los abortos el lugar de experiencia cotidiana y comunitaria.

Para saber más, compartimos la presentación que ellas mismas hacen: 
"Socorristas en Red -feministas que abortamos- (en adelante SenRed) es una articulación de colectivas de Argentina. Damos información -siguiendo los protocolos de la Organización Mundial de la Salud- y acompañamos a mujeres y a otras personas con posibilidad de gestar que han decidido interrumpir embarazos inviables para ese momento de sus vidas. Para que lo hagan de manera segura y cuidada.
SenRed está integrada en la actualidad por colectivas que activamos en diferentes geografías del país. Todas las colectivas tenemos autonomía en nuestro funcionamiento. Nos encontramos juntas en la construcción de acompañamientos cuidados, amorosos y afectados.
Nuestros principios dan cuenta de un activismo voluntario y solidario. Nuestra disposición se enmarca en la ética del cuidado, buscamos hacer encarnadura la apuesta de ¡nos tenemos entre nosotras y nosotres!
SenRed es posible en una compleja red de relaciones inscriptas en una época particular. Desde el inicio, en el año 2012, nuestro activismo estuvo signado por la presencia insoslayable de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, y como parte activa de la misma logramos, junto a todas las organizaciones que la componen y al movimiento feminista en su conjunto, armar y provocar la Marea Verde y que desde el 30 de diciembre de 2020 el derecho al aborto voluntario sea ley en nuestro país.
Fue en el año 2014 cuando SenRed adquirió un claro sentido de Red de acompañantes, para insistir con cuidar la vida y la salud de quienes deciden abortar, ante las experiencias y evidencias empíricas que muestran que cuando una persona decidió abortar, así lo hará. Desde entonces -y también ahora, con la Ley 27.610 en mano- informamos y acompañamos las decisiones de quienes deciden abortar, exigiendo que se garanticen los derechos conquistados y desplegando escuchas que alojen las necesidades y deseos de las personas que acuden a nosotrxs.
SenRed está compuesta por heterogéneas activistas, colectivas y grupos feministas que, junto con el amplio movimiento de mujeres, los movimientos sexo-genéricos, investigadorxs, personal de salud y otros sectores sociales, traemos y generamos nuevas agendas a la política."