El Bolsón (ANPP).-En el programa de Radio La Negra, charlamos con Noe Labrune a propósito del libro que publicara la APDH Neuquén, y que relata el proceso de la misma asamblea frente a cómo pararse frente a la dictadura, y luego frente al proceso de los juicios. Pero la charla sirve para repensar lo que estamos viviendo las organizaciones en cuanto a la militancia. Les dejamos la trasncripción de esta hermosa charla:
- Noe: Es , yo
diría un libro de historia, un libro periodístico, sobre la lucha por obtener
la plena vigencia de los derechos humanos, y en particular juicio y castigo
para los responsables del genocidio de la dictadura, y en esas luchas tuvo
mucho que ver la Asamblea por los DDHH, de la que yo formo parte desde su
creación, cosa que es rara porque son muchos años…quiere decir que yo soy muy
vieja, porque muchos compañeros que trabajaron desde la creación ya no están, y
eso se ha ido renovando. Así que en realidad es un libro sobre la lucha de la
Asamblea por los DDHH de Neuquén para obtener la plena vigencia, porque hay
muchas declaraciones celebres pero bueno…la vigencia para todos y todas es otra
cosa. Nosotros nos formamos cuando recién empezaba la dictadura. Nos convocó el
Obispo de Neuquén, Monseñor de Nevares, y en ese momento, lógico, había que trabajar de alguna
manera para, no para vencer la dictadura, porque eso era imposible, pero sí
limitarla y sobre todo acompañar a las víctimas. Así que desde el 76 hasta el
83, sobre todo trabajamos en la protección y acompañamiento de las víctimas de
la dictadura. Eso está reflejado en el libro. Cada uno de los pasos que se
dieron. Después vino la democracia, con gobierno electo, y empezó otra lucha,
que fue pedir justicia. Porque en ese primer período hasta el 83, lo que
hicimos fue la información de lo que estaba pasando, muchas veces había que
informar en forma clandestina, pero queríamos que el pueblo supiera qué estaba
pasando, y de alguna manera acompañar a las víctimas. No se puede hablar en
esos años de una lucha abierta, pero sí se podían hacer muchas acciones que
ponían el tema en la conciencia de la gente. Todo eso está reflejado en el
libro. Por ejemplo hay un relato de lo que fue el agrupamiento de las
victimas, el trabajo con ellas para que no se sintieran, no se consideraran
víctimas si no querellantes, opositores de un régimen que no podía aceptarse…
Eso en esos años. Y a partir de allí,
toda la lucha contra la impunidad, porque si bien hubo un juicio para los
comandantes, fue muy difícil después conseguir que se enjuiciara a todos los
responsables. Esta lucha llevó un montón de años, y también eso esta reflejado
en el libro. Entonces uno entiende qué fueron los juicios por la verdad, cómo
se pudo rescatar la memoria histórica, cómo las víctimas se fueron convirtiendo
en actores de un proceso de reclamo de justicia. A veces es complicado meterse
con el poder judicial, porque son complicados los procesos, y había que
explicarlo bien. Así que es un libro que explica todo eso. Y yo estoy bastante
citada porque yo estaba en la APDH y todas estas cosas las hizo acá en Neuquén
y en el Alto Valle la Asamblea. La gente se confunde y dice que es mi libro.
Pero no es mi libro. Es el libro de
APDH, y en realidad es como un manual de la historia de la lucha de la
gente de acá para conseguir justicia y que los derechos humanos no sean una
mera declaración, sino una situación concreta. También hay algunas informaciones
sobre lo que la APDH ha conseguido trabajando con los alumnos y las cátedras
de la universidad, para que ellos
participen de esta lucha. No porque consideremos que son más importantes que
cualquier otro sector de la sociedad,
sino porque consideramos que los funcionarios municipales, provinciales,
nacionales, y también las figuras de las empresas, son egresados de la
universidad, y entonces son muy responsables de todo lo que no se hizo en el
plano de los DDHH. Nosotros tenemos como objetivo cambiar esa función de la
Universidad. Porque la Universidad no tiene que estar formando abogados para
los estudios de abogados o ingenieros sólo para las empresas petroleras. Tiene
que formar a funcionarios con conciencia social que sean capaces, desde su
especialidad, de luchar en este mundo que tiene escandalosas desigualdades e
injusticias, tiene que tener esa conciencia, porque tienen el privilegio, del
que no todo el mundo goza, de ir a la
Universidad. Así que hemos trabajado y estamos trabajando mucho con la
Universidad, y es por eso: No porque
sean más dignos, sino porque los
universitarios somos responsables de alguna manera de la conducción, y de la
economía. (También trabajamos en los barrios y sociedades de fomento.) Durante
todas estas décadas, la Facultad de
Ciencias Económicas se han dedicado a formar economistas neoliberales, si no no
estaríamos donde estamos. Hemos estado trabajando en programas para cambiar
esto. Por eso, ahora que estamos haciendo el último de los juicios, donde
están imputados un fiscal y un juez de la dictadura, ya estamos de alguna
manera cambiando el foco y dedicándonos a los delitos ambientales. Porque
también hay una impunidad tremenda con respecto a los responsables de los
delitos ambientales, y estamos trabajando en ese tema que no conocíamos.
Estamos aprendiendo. Porque entendemos que después de la gran derrota que
tuvieron los organismos de derechos humanos cuando vinieron las leyes de
impunidad, que permitieron que los responsables del genocidio fuesen juzgados
recién cuando eran viejitos, no en el momento que significaba cortar su carrera
militar, y de alguna manera encarcelarlos de verdad, porque no eran viejitos, y
bueno. Eso fue una lucha que duró hasta hace diez años, y fue una derrota
nuestra. Ahora se ha culminado, hay un resultado que creo que es importante,
que es el establecimiento de la verdad histórica…No puede haber negacionistas
porque está todo demostrado. El valor de la cosa juzgada. Pero bastante tarde.
Esperemos que no nos pase lo mismo con los derechos ambientales. Hay que
empezar la lucha contra la impunidad en ese plano. En Bolsón hay también mucho
que hacer. Aunque por suerte no tienen una Vaca Muerta por allí.
- RLN: Noe, es
como muy impactante tu humildad frente a la historia que conocemos de vos y tu
militancia, porque vos decís no es mi libro, pero evidentemente hay mucho de
ese libro que vos has dado letra, y siento que hay algo ahí que me queda
picando. Me interesa muchísimo todo lo que decis de la Universidad, es algo que
nosotros nos planteamos habitualmente, el poder fijar nuestra propia agenda, y
no que nos la fijen, y entiendo que esto de poder fijar en qué queremos pensar,
que es lo que estras planteando como que les está pasando como APDH, es
fundamental en la lucha. El libro tiene un subtítulo que dice : “ De lo
individual a lo colectivo”. Querés contarnos por qué?.
- Noe: Bueno,
claro. Eso que hicimos, lo hicimos entre
muchos algunas veces y entre pocos otras veces, porque viste que las
organizaciones tienen buenas y malas épocas, pero siempre fuimos varios, y fue
un espíritu y una acción colectiva. Durante la dictadura, por ejemplo, alguna
gente no podía actuar abiertamente, pero apoyaba. A veces no se puede conseguir
una acción concreta, porque tienen que trabajar, no tienen tiempo, ( no hablo
de los que pierden el tiempo haciendo tonterías). Pero hay gente que es
militante pero no tienen tiempo de acción continua. Y toda esa fuerza de querer
cambiar cosas, de querer justicia, fueron cosas de grupo, colectivo. Por eso yo
te digo no es mi libro. Es el libro de todas esas personas a cuyo nombre no se
guardó, pero que hicieron posible lo que entre todos hicimos. No fue una lucha
individual. Yo no escribí nada. Sólo al final, un capitulo que se llama
“Semillas”. Tampoco fue mía la iniciativa. Pienso que es un libro útil,
interesante, que se puede trabajar con los jóvenes, para que conozcan lo que es
la lucha por los DDHH. Y eso lo está relatando muy bien, con el contexto de
cada una de las acciones. Es un buen libro para los jóvenes, y para los que no
son jóvenes, van a a recorrer cosas que les pasaron o que supieron que se
hacían, o que ellos mismos hicieron. Porque hay muchas de las acciones donde la
APDH trabajó , y otros grupos también.
Es un libro de Memoria. Y es bueno saber que esas cosas se pueden hacer . Por
eso el editor que es un abogado que era muy chico durante la dictadura, hizo el
esfuerzo de pedirle a la gente que había hecho esos trabajos, que los
explicara. Cada capítulo está hecho por una de las personas que participó en
eso que se está contando.
-
Noe : hoy
en día la militancia es complicada. Algunos decimos que es difícil porque les
jóvenes están en otra. Otros decimos que hay falta de compromiso, otros decimos
que hay una imposibilidad de una constancia en el tiempo… Vos hablabas recién de
que por momentos fueron pocos, por momentos fueron más, que había quienes estaban ocupados...¿Qué es lo que te ha
sostenido a vos, en todos estos años? y si pensás que hay algún tipo de
situación que esté actuando específicamente en la actualidad para que esto se
vuelva tan difícil.
-
Creo que
es un problema de ideología. Más allá de que yo lo pude hacer porque cuando se
creo la APDH yo trabajaba de traductora, y mi compañero, mi marido, Cristian Labrune dijo:
con lo que yo trabajo basta, y vos podés dedicarte. Él también estuvo en la
APDH hasta que murió, pero de alguna manera él asumió obligaciones también con
la hija que teníamos y todo, que si no lo hubiera asumido yo no habría tenido
la posibilidad de estar tan activa. Pero detrás de todo esto había una
ideología. Que se convierte en convicción. Y cuando tenés una convicción
fundada, y estas totalmente convencida de que las cosas tendrían que ser así, y
no como están ocurriendo, te dan ganas de seguir y seguir hasta que veas algún
cambio. Y creo que eso es lo que me pasó a mí. Ahora la gente no tiene ideología. Por qué.
Porque de alguna manera el poder económico tiene un montón de servidores que se
han ocupado desde los medios de comunicación de entontecer a la gente que se
divierte con estupideces, se ríe de cualquier cosa, quiere saber los chismes de
lo que hacen los famosos…bueno, todo eso los va distrayendo. Y cuando en una
casa eso ocurre con los grandes, los chicos creen que eso es lo interesante.
Cuando la madre está con el celular en la mano y el bebé en los brazos,
tratando de agarrar al otro chiquito que se le está escapando, pero quiere
saber de quién se divorció fulana de tal, o cualquiera de esas estupideces, no
prende una ideología, que es lo que hace falta tener para tener después una
acción coherente. Los medios y el poder económico han sido sumamente hábiles
para copar, colonizar los medios en general. Seguramente ustedes no están
colonizados. Pero los grandes medios sí. Y se dedican a hacer que la gente
tenga una mirada miope sobre el mundo. Y lo consiguieron. Hay una cultura
neoliberal que hace que las cosas importantes ni siquiera se conozcan. Han
ganado la batalla, aparentemente. Sobre todo cuando uno ve que los jóvenes, que
antes eran nuestro motor…Cuando yo empecé a trabajar en DDHH ya tenía treinta
años, si bien antes había sido militante universitaria, pero ahora los jóvenes
cuando tienen treinta años, en vez de haber pasado por lugares de militancia,
para ser militantes adultos y profesionales, u obreros, pasaron por ese lugar
donde están los jóvenes con su telefonito, y bueno…ese es el resultado. Pero me
parece que hay una voluntad en hacer a los medios de comunicación una cosa tan
hueca, que ha permitido el florecimiento de esta cultura que yo
llamo neoliberal, y que es absolutamente individualista y reaccionaria. Y está
muy difícil, porque como empiezan de jóvenes, los centros de estudiantes no son
los que eran antes, los sindicatos no son los que lucharon en su momento por
las leyes laborales y demás, entonces no tienen ejemplo los jóvenes. No tienen
tradición, y la tradición ahora es neoliberal. Está muy difícil. Estoy de
acuerdo con vos.
- RLN: Bueno. En
todo caso lo que reafirma eso que estas diciendo vos , es que los jóvenes
pueden ser neoliberales pero también pueden ser revolucionarios. Y hay ahí una
batalla interesante a seguir desarrollando, y en esto de las universidades, que
vos decías, tenemos agronomía con manuales de Monsanto, minería con manuales de
la Barrik Gold,
entonces hay mucho para hacer, para desandar estos caminos a los que hemos
llegado, pero que ya hemos identificado.
- Noe: Hay
muchísimo por hacer, porque los jóvenes son el motor, y ellos van a estar
descubriendo supongo, si nosotros no aflojamos, que hay que cambiar el mundo y
que ellos son los principales actores. Y gracias por llamar! Porque así pude
contar de qué trata el libro.
El libro se encuentra a la venta en nuestra localidad en el comercio DIDACO, sobre av. San Martín.