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martes, 28 de julio de 2020

PROTOCOLO DE LA DESHUMANIZACIÓN EN EDUCACIÓN DE RÍO NEGRO. NOTA DE OPINIÓN

El Bolsón (ANPP).-La vuelta a clases en diferentes formas de presencialidad en nuestra provincia viene generando más disconformidad que acuerdos. Recordemos el intento fallido por parte del ministerio de Educación, convocando a una reunión virtual a familias de diferentes partes de la provincia en la que a la misma ministra de educación se le cortó la comunicación al menos cuatro veces (ver nota en https://radiolanegra.blogspot.com/2020/07/encuentro-virtual-con-la-ministra-de.html )
En este mismo sentido, docentes expresan su preocupación por la situación. Compartimos una nota de opinión recibida en nuestra agencia de noticias.

Opinión. Por R.

Lectura, reflexión y total indignación con el escrito del protocolo (borrador) que pretende instalar el ministerio de Educación en nuestra provincia. Aquí van algunas consideraciones y apreciaciones personales que quisiera compartir.
¿Quién aplicaría el protocolo de actuación? No pretenderá usted, que el equipo directivo tome la total responsabilidad de llevarlo adelante?  En todo caso no sería más pertinente un equipo asignado y capacitado de salud escolar quien junto en articulación con salud, lleven adelante la aplicación del protocolo. Ministerio, ¿Qué pasó?  ¿En algún momento obviaste  la normativa vigente y pretendías que la delegación fuera la única autoridad que realice la suspención de clases? ¿No recordás que salímos desde el sindicato a reivindicar nuestros derechos laboralores conquistados? Por otra parte, ¿quiénes somos nosotros para diagnosticar "caso sospechoso" como lo indica el protocolo ante una situación? Recuerdo que somos personal de educación, no agentes de salud. "Reconocer el carácter dinámico", se entiende lo que es dinámico, pero ¿sería un objetivo a largo plazo? Resulta difícil poder pensar que todes debemos tener la capacidad de procesar rápido y comprender todo el contexto y adaptarnos rápidamente como si la dinámica del entorno fuera algo tan simple donde sabemos que la incertidumbre nos atemoriza; donde sabemos que une puede ser un posible "caso sospechoso" y de repente te encontrás en cuarentena, o por estar en listado de ingreso a una institución educativa. Y ¿quién cuida a mis niñes en cuarentena? Y ¿por qué no es parte de este objetivo pensar en apoyos psicológicos emocionales para de algún modo más amable aproximarnos a esta dinámica tan incierta en un contexto de pandemia?       Continué avanzando en la lectura del protocolo y mi incertidumbre y mi desazón se fueron profundizando, quedé impactada cuando leí "No asistirá a la institución ningún estudiante y o personal del mismo que tenga síntomas compatibles" y blablabla. Sabemos que es una realidad a diario en nuestras escuelas, que más de una vez asisten niñes y jóvenes con diferentes sintomatologías de dolores múltiples, de muela, de panza, de cabeza, con diarrea, con temperatura elevada a 37.5 y que en muchas oportunidades hemos intentado alertar al adulto a cargo o a  algún familiar; y que en muchas otras ocasiones hemos necesitado articular con las instituciones para garantizar su consulta médica y su posterior atención para un tratamiento eficaz. Sabemos que muchas veces hemos estado en esos lugares y que son pocas las escuelas que como la nuestra que tenemos la suerte o la posibilidad de contar con una trabajadora social que pueda armar esta red, en la mayoría de las escuelas lo realiza el equipo directivo o el docente.
¿Qué facultad se nos asigna para decirle a un estudiante que "no asista a la institución por tener síntomas"  someterlo a aislamiento en un aula acondicionada para dicho momento", terrorífico suena.  Reitero, somos de Educación, es que ¿cuántas veces hay recordarlo y recordar que el Estado debe  garantizar los derechos a recibir una  educación equitativa y en condiciones dignas?, que es muy diferente a decir que "no  asistirá a la institución", sin brindarle ahí nomás un después, un "hasta lueguito", una red de brazos que sostengan ese abismo incierto del mañana. Realmente es necesario considerar el grado de dificultad para someter a la "no asistencia del estudiante con síntomas" ¿y aquellos asintomáticos? Recordamos una vez más que los agentes de salud realizan dichas prescripciones, indican reposo por cantidad de días, y etc.
Avanzando en la lectura del protocolo encuentro el apartado número IV donde dice "Aparición de casos sospechosos", me pregunto quién detecta el caso sospechoso, claramente  sabemos qué es materia de salud la detección de casos. Entonces ¿cómo será esta vía comunicacional de informe de situación del o la estudiante de caso sospechoso para que llegue la información precisa, certera y a tiempo a la institución educativa, con confidencialidad como lo son los informes diarios que emite salud, resguardando la integrados del ser- paciente?
Pretenden que les niñes y jovenes respeten el distanciamiento social, 2 metros aproximadamente, y me pregunto cómo se hace esto en un espacio donde prima la socialización, dónde el encuentro con el otre es con el cuerpo, la voz, la mirada,  cómo es que en tan poco tiempo aprendimos a estar totalmente distanciad@s a dos metros? Realidad o ficción?
En uno de los pasos el protocolo sugiere que en casos sospechosos, se pondrán en aislamiento al resto del grupo y, el resto del personal "siguen con las tareas establecidas". Me pregunto: ¿qué mecanismos de contención y acompañamiento se les va a dar a dichas personas que luego de una situación donde hubo suspensión de clases para una posible desinfección donde mis compañeres están aislados y en cuarentena, donde se vio interrumpido abruptamente un proceso de enseñanza-aprendizaje por una situación temerosa como es la de estar posiblemente infectado con Covid? ¿Cómo pensar en volver a ese espacio que tal vez era seguro y ahora es un espacio totalmente inseguro por un caso de posible sospecha?, ¿cómo se puede volver a las tareas con normalidad?, ¿a qué ser humano se le ocurre una vuelta sin apoyos, sin contención psicológica/ emocional? Soledad, sería la palabra para describir está vuelta. Desanimada. Pero con mayor intriga continué avanzando en la lectura del documento. Encuentro una dupla de palabras que resonó cien veces en mi cabeza "los estudiantes burbujas". Sí, como leyeron, lo nombraron "estudiantes burbujas", a aquellos que quedan en una burbuja por la situación. ¡Que indignante!, pero por favor ¿a quiénes se les ocurrió nombrar de esta forma?, ¡¡que suprema estigmatizacion!! Más coherencia por favor. En el punto IV también habla de la actuación ante casos sospechosos y contactos estrechos, habla de definir un espacio para aislar al estudiante o trabajador en caso de que presenten síntomas ¿De qué estamos hablando? piden armar un espacio dentro de la institución para que sea utilizado en una situación donde mediante la aplicación del protocolo el equipo directivo decide aislar a la persona. Esta persona, niñe, joven, adulto, permanecerá allí hasta ser "retirado". No aclara en qué condiciones ni con quién. ¿A quién se le ocurre realizar dicha actuación en un marco educativo? Dejarlo/a en un aula al desamparo a la espera de que alguien mediante un protocolo venga a retirar a esa persona... ¡no! por favor, no podemos hacer eso que nos piden que hagamos. Y si soy un poquitito más minuciosa quisiera saber en qué edificio educativo  sobra un aula, cuando hace varios años que estamos totalmente hacinados, cuando tenemos los armarios en nuestros pasillos, cuando un aula se transforma en multifunción, sala de tics, sala de profesores, biblioteca, etc.. La que más llamó la atención fue "el termómetro corporal rojo" ¿en qué nos convertiremos?  ¡con esta coronamos! Por un instante imagínate un docente en la puerta de la escuela con termómetro en la mano midiendo la temperatura a cada estudiante y todo aquel personal que ingresa a la institución .              ¿Tiza o termómetro pensé? ¿ termómetro o tiza en la mano? y automáticamente me puse a reír cuando se me vino a la memoria lo que le pasó a mis amigas acá en Bolsón al cruzar el puente, cuando le toman la temperatura les dio 34 grados, o sea no se encontraba  en condiciones el termómetro, pero claro no superaban los 37 y medio.jajaja  Más adelante, habla de "evitar la estigmatización" enorme contradicción encontré, luego de hacer todos los pasos que pide el protocolo: llamar al 911; llamar a la familia; informar a nuestros superiores: suspender las clases; llamar a la cuadrilla desinfección; solicitar el aislamiento a todo su grupo de contacto. ¡¿Más estigmatizante que dichas acciones?!  Actos que promueven  una serie de acciónes sin cuidados emocionales, sin duda estigmatizarán y es más, reforzarán el daño emocional por dicha condición, generará mayores temores incertidumbres o desconciertos a la comunidad educativa en general. Me pregunto con qué herramientas y apoyo contamos les docentes para sobrellevar dicho contexto?        
Dentro de las formas, propone "una entrada a la institución de forma escalonada cada 15 minutos. Ahora bien, si sacamos cuenta, una escuela que posee por lo mínimo 7 grupos en un turno ingresando cada 15 min. Estaríamos 2 horas para el ingreso escalonado y otras dos horas para el egreso escalonado ( sin contar elmtiempo de saludo inicial o despedida)..se destinarian  4 horas de jornada...y si a ello le sumamos el lavado de manos que también proponen como condición óptima, lavarse durante 40 segundos cada 90 minutos, me pregunté, ¿cuánto tiempo se destinaría a la higiene de manos? A grandes rasgos calculé: un grupo de 15 estudiantes van a lavarse, como tiene que respetar el distanciamiento, entrarían de a une por vez al baño, cada une ocupa sólo 40 segundos en lavarse las manos, agreguemosle 10 segundos más para secarse con la toalla. Aproximadamente un minuto por estudiante, si es que el o la misma no requiera algún tipo de ayuda, entonces 15 estudiantes equivalen a 15 minutos, si es que todes en un minuto realizan el lavado. Supongamos que le ponemos 5 minutos más entre que organizamos la disposición 20 minutos para el lavado de manos. Si se realiza  tres veces en una jornada estamos hablando de 60 minutos, que equivalen a  una hora reloj dedicada exclusivamente a la higiene de manos. Con un sentimiento de tristeza, indignación e impotencia avancé en la lectura del documento,  y encontré una frase que jamás pensé que estaría allí. Fue el punto final de mi lectura, la bisagra de terminar de pensar el acierto de que este sistema se tienen que caer, la frase decía: "prohibido el uso de los juegos infantiles hasta nuevo aviso" ahí nomás; me desgarré, con la vista nublada de lágrimas en los ojos, sin aliento, suspirando profundo para oxigenar, sin posibilidad alguna de continuar la lectura y reflexionar, porque si me hablan de "prohibir" ya no estoy en un contexto educativo, y si me hablan de "prohibir juegos infantiles en una escuela" creo que evidencian que el sistema educativo está en decadencia y que realmente hay que pensar  en otros espacios educativos de cuidado, donde la palabra "prohibir" se desvanezca con el accionar conjunto y libertario,  donde las infancias sean curiosas, cuestionadoras, creadoras de sus propias expresiones, reconocidas con sus posibilidades y sin prohibiciones. Y si el contexto fue un contexto de pandemia entonces eduquemos en el cuidado, en el autocuidado en la frontera de situaciones de desidia, de abandono, de incertidumbre. Educar en emociones, pensar y repensar/nos en ese encuentro. Pensarnos otras formas de habitar nuestro cuerpx y habitar nuestros espacios.