En esta ocasión, Karen, Gimena, Lucy y Marce fueron las cuenteras que desplegaron sus voces (y su corazón) para traernos a nuestra imaginación distintos cuentos, en el Auditorio de la Escuela de Arte.
“Confiamos en las historias y en el poder del relato popular. No contamos en soledad”, aclararon, en una entrevista que le ofrecieron a “Palabras, Palabritas, Palabrotas”.
El grupo “Cuentros Comunitarios” nace como un taller de formación de cuenteros, creado por Irene Lozza (la mamá cuentera). El taller es municipal y gratuito. Tiene una duración de varios meses y según explicaron: “todxs sacamos el cuentero que tenemos adentro, porque todos podemos se cuenterxs. Con muchos ejercicios, juegos, y un proceso interno, vamos descubriendo el cuento que nos gusta. Hay gente que se forma para su trabajo, para sus nietos, y se lleva la herramienta, pero la posibilitad es quedarse en el grupo de permanente”.
El grupo permanente es el que está disponible para ir a contar cuentos a donde les llamen.
“Hay grupos artísticos que son cerrados , pero nosotrxs somos abiertxs, un cuentero va viene. Si hay cuenteada tal día o tal otro, se va anotando quien cuenta. Tenemos una agenda donde la gente pide o nosotrxs nos ofrecemos”
“Cuenteros Comunitarios” llevan su arte a ferias, plazas, hogares de abuelxs, jadines: “donde nos llaman estamos”, contaron.
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