Desde
esta Seccional El Bolsón de la UNTER queremos expresar nuestro más
profundo repudio y rechazo a la Resolución 598/19 del Ministerio de
Seguridad de la Nación a través de la cual se crea el llamado
Servicio Voluntario Cívico en Valores a cuyo cargo fue designada la
Gendarmería Nacional Argentina.
Resulta,
cuanto menos, sorprendente la redacción netamente clasista y, por
ende, peyorativa de la norma. En ella se sostiene que la mencionada
fuerza de seguridad será la responsable de la instrucción en
valores democráticos a los jóvenes en situación de vulnerabilidad.
Es así que bajo un manto de falso altruismo se fija claramente
posición respecto de que los sectores más favorecidos de nuestra
sociedad podrán continuar su educación en los ámbitos formales y
específicos, en tanto que aquellos que no estudian ni trabajan (los
tristemente famosos “ni-ni”), podrán concurrir a las
dependencias de la Gendarmería para poder ser capacitados – y
citamos textual de la norma – “[…] en valores democráticos y
republicanos, fomento del compromiso personal y para con la
comunidad, hábitos responsables, estímulo a la finalización del
ciclo educativo obligatorio y la promoción del desarrollo de
habilidades para el trabajo, culturales, de oficios y deportes”.
Demás
está decir que estos ejes temáticos forman parte de la currícula
de cualquier institución educativa pública, razón por la cual no
se entiende cuál es el objetivo de esta norma. En realidad, lo
oculto de la redacción de la mentada resolución no es ni más ni
menos que llevar adelante ideas de carácter disciplinario, represivo
y cuasi decimonónico en sus concepciones ideológicas profundas. En
el siglo XIX el objetivo de este tipo de reglas era sacar a los
“vagos y malentretenidos” de las calles, realizando una leva para
los fortines de frontera cuya función era la de combatir a los
pueblos originarios para poder liberar ingentes cantidades de tierras
al voraz latifundismo. Hoy, a más de cien años de esos hechos, se
hace necesario agitar otros y nuevos fantasmas para sostener los
mismos argumentos. Por su intermedio, la intervención del Estado
está en las antípodas de aplicar o propender a desarrollar
políticas sociales o de inclusión; lo que se busca, casi sin
ambages, es incrementar la represión, el disciplinamiento social y
la creación – por carácter transitivo – de una mano de obra
barata que pueda ser usada más tarde en el acallamiento de los
crecientes reclamos sociales producto del progresivo deterioro de la
economía, todo ello como consecuencia de las funestas y
antipopulares políticas neoliberales de este gobierno.
No
nos podemos quedar callados, en particular porque todavía no se
puede explicar cuál fue el rol que le cupo a la Gendarmería
Nacional en la desaparición y muerte de Santiago Maldonado. Parece,
al mismo tiempo, una broma macabra que la inscripción para este
Servicio Cívico Voluntario se abra el mismo día de su desaparición
y en una de las dependencias de Gendarmería cuyo personal aparece
implicado en esos hechos como lo fue el Escuadrón 34 con asiento en
la ciudad de San Carlos de Bariloche.
Es
así que gritamos a voz en cuello nuestro rechazo a esta Resolución
del Ministerio de Seguridad de la Nación y lo hacemos por Santiago,
por Rafael Nahuel, por los chicos de San Miguel del Monte brutalmente
acribillados y por todos los que cayeron bajo el fuego de las fuerzas
de seguridad por aplicación de la “Doctrina Chocobar” que
intenta criminalizar la pobreza.
Por
todos ellos…
PRESENTE,
ahora y SIEMPRE.