(ATE RN).- Las
oficinas de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES)
Cipolletti, General Roca y Villa Regina amanecieron paralizadas en el
marco de las fuertes medidas de fuerza que lleva adelante la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) de Río Negro como
respuesta a los despidos en el organismo con sede en Cipolletti. En las
próximas horas podrían sumarse las sedes de otra ciudades de la
provincia.
Para el sindicato es gravísimo el desguace que se está llevando adelante en el organismo, sobre el cual el gobierno nacional ha asestado sus garras: los manejos que se llevan adelante sobre Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES están jugándose el futuro de los jubilados.
Es por eso que frente al vaciamiento que se lleva adelante con tintes privatizadores el sindicato considera urgente defender con uñas y dientes una herramienta fundamental del Estado que debe garantizar servicios y prestaciones.
Hasta el momento, la única respuesta de las autoridades ha sido el intento de amedrentamiento mediante el despliegue desmedido de la Policía Federal en la oficina de Cipolletti y las persianas bajas, demostrando la ineficiencia y absoluta incapacidad de gestión de sus funcionarios.
Lejos de retroceder, ATE redobla la lucha y hoy suspende la atención en todas las oficinas del Alto Valle. El Sindicato considera que si no hay reacción, la ola de cesantías en el organismo podría cubrir varias sedes en toda la provincia y el país.
Para el sindicato es gravísimo el desguace que se está llevando adelante en el organismo, sobre el cual el gobierno nacional ha asestado sus garras: los manejos que se llevan adelante sobre Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES están jugándose el futuro de los jubilados.
Es por eso que frente al vaciamiento que se lleva adelante con tintes privatizadores el sindicato considera urgente defender con uñas y dientes una herramienta fundamental del Estado que debe garantizar servicios y prestaciones.
Hasta el momento, la única respuesta de las autoridades ha sido el intento de amedrentamiento mediante el despliegue desmedido de la Policía Federal en la oficina de Cipolletti y las persianas bajas, demostrando la ineficiencia y absoluta incapacidad de gestión de sus funcionarios.
Lejos de retroceder, ATE redobla la lucha y hoy suspende la atención en todas las oficinas del Alto Valle. El Sindicato considera que si no hay reacción, la ola de cesantías en el organismo podría cubrir varias sedes en toda la provincia y el país.