Bariloche (Al Margen).- El municipio y organizaciones sociales acordaron sentarse la semana
próxima en una mesa de diálogo para atender el hambre de 12 mil pibes.
Luego de que la CTEP y la CCC presentaran días atrás un proyecto de
declaración de Emergencia Alimentaria en Bariloche, el subsecretario de
Políticas Sociales, Juan Pablo Ferrari, acordó con ellas la constitución
de una mesa de diálogo multisectorial que puso fecha de encuentro
alrededor del 20 de noviembre.
El funcionario municipal se comprometió a invitar a un representante
de Nación, otro de Provincia y de cada uno de los bloques que componen
el Consejo Deliberante local. Las partes coincidieron en que participen a
su vez las iglesias católica y evangélica, por su trabajo social en los
barrios más humildes de la ciudad.
“La realidad es una: el país vive una situación complicadísima. Y
toda la responsabilidad no puede recaer sobre el municipio. También hay
responsabilidad de otros actores”, afirmó a Al Margen Juan Pablo
Ferrari.
El petitorio presentado por seis comedores junto a las organizaciones
sociales plantea destinar casi el 4% del Presupuesto 2019 a la
cobertura durante seis meses de lácteos, verduras y carnes con un aporte
directo de 1500 pesos a 12 mil niños y niñas.
Ese es el número de personas menores de 16 años que la CTEP y la CCC
proyectan por debajo de la línea de la pobreza, según estimaciones
basadas en el último censo actualizado con las EPH (Encuesta Permanente
de Hogares) y los registros del Observatorio de la UCA.
La Emergencia Alimentaria ya fue declarada en algunos municipios de
la Argentina como Neuquén y los partidos bonaerenses de Moreno y La
Matanza. En todo el país, la demanda es enarbolada por los Movimientos
Sociales que intentaron sin éxito implementar la declaración en el
Congreso de la Nación.
José Huenchuán, referente de la CTEP Bariloche, explicó a Al Margen
que más allá de la resolución que adopte el Consejo Deliberante, se le
pidió a Ferrari una asistencia inmediata a partir de los presupuestos
sub ejecutados en áreas sociales.
“A agosto de 2018, los recursos para despensas comunitarias fueron
ejecutados en un 45% y el refuerzo alimentario en un 48%. En ambos
casos, se debiera haber ejecutado el 65%”, sostiene Huenchuán, y agrega
que durante ese mes se concretó la segunda corrida cambiaria que llevó
el dólar arriba de los 40 pesos.
La demanda de ayuda de mujeres y hombres es una realidad que no sólo
corroboran las organizaciones sociales, sino también Cáritas. “No hace
falta ser sociólogo para verlo: los pibes piden en los supermercados y
la concurrencia a los comedores escolares es mayor”, dice a Al Margen
Leo Basanta, miembro de la comisión directiva de la entidad católica.
El diálogo entre Cáritas y el municipio no pasa por su mejor momento,
luego de que el Ejecutivo desactivara la Cocina Solidaria que todos los
miércoles ofrecía un plato de comida a quienes recurrían al vertedero
en busca de alimentos.
Las estadísticas que maneja Cáritas son muy distintas a las que
difundió la municipalidad. Basanta asegura que los asistentes al comedor
“duplicaban o triplicaban” los números registrados por el Ejecutivo.
Si bien todos opinan que el hambre es producto de las políticas
económicas orientadas desde Nación, la asistencia local es insuficiente.
Días atrás, Ana Carfagnini, de la CTEP, explicaba a Al Margen que “si
bien se actualizan los fondos, no se ensancha la cantidad de
beneficiarios que cada vez son más”.
Por Pablo Bassi
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen
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