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lunes, 30 de julio de 2018

DOCUMENTOS CONTRA LA INJERENCIA DE LAS FFAA

(Red Eco Alternativo).-El jueves 26 de julio se realizaron movilizaciones en Plaza de Mayo y frente al Ministerio de Defensa de la Nación contra el decreto firmado por Mauricio Macri que reforma el rol de las Fuerzas Armadas de Argentina. A continuación, reproducimos los comunicados elaborados por organismos de derechos humanos y el Encuentro Memoria Verdad y Justicia que convocaron a los actos de repudio.
Documento leído frente al Ministerio de Defensa firmado por Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, H.I.J.O.S. Capital, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Centro de Estudios Legales y Sociales, Liga Argentina por los Derechos del Hombre, Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, Asociación Buena Memoria, Fundación Memoria Histórica y Social Argentina, APDH La Matanza, Comisión Memoria Verdad y Justicia Zona Norte y Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz:
Hoy nos movilizamos en todo el país para decir:
FUERZAS ARMADAS REPRESIVAS: ¡NUNCA MÁS!
¡NO A LA MILITARIZACIÓN DE LA ARGENTINA!

Frente al Ministerio de Defensa, y a metros de la Casa Rosada, venimos a decir que rechazamos la decisión del Presidente Macri, el ministro de Defensa Oscar Aguad, y el jefe de Gabinete Marcos Peña, de reformar el sistema de Defensa Nacional, habilitando a las Fuerzas Armadas a intervenir en cuestiones de seguridad interior.

En un país con miseria planificada, despidos masivos, la entrega del país a los buitres, persecución a los pueblos originarios y a militantes, con presas y presos políticos, impunidad para los genocidas, violencia institucional, represión a la protesta social, y censura a la prensa, la reforma de las Fuerzas Armadas no hace más que reforzar el modelo represivo de un Gobierno que representa los intereses de pocos, mientras empobrece a las mayorías. Ese plan de ajuste sólo puede imponerse con represión. Por eso, hay que mencionar que Patricia Bullrich es responsable de la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago Maldonado y del asesinato de Rafael Nahuel. Es la responsable de un ministerio que no ha hecho más que perseguir y reprimir al pueblo.

Volvemos a ver el miedo como herramienta de disciplinamiento. Con el falso argumento de “proteger objetivos estratégicos”, el Gobierno está reeditando la teoría del “enemigo interno” para intentar acallar las protestas sociales y contener las crecientes movilizaciones con las que nos manifestamos en todo el país en repudio a las políticas antipopulares del macrismo, basadas en las exigencias impuestas por el Fondo Monetario Internacional.

Como familiares de víctimas del terrorismo de Estado, seguimos luchando por Memoria, Verdad y Justicia. Más de 40 años después de los crímenes, continuamos dando testimonio en los juicios a genocidas, exigiendo saber dónde están los cuerpos de nuestros familiares y luchando por encontrar a todos los jóvenes que siguen sin conocer su identidad. No vamos a aceptar ningún retroceso en nuestra democracia. Con ausencias forzadas, con profundo dolor, sabemos lo que significa el accionar represivo de las Fuerzas Armadas, lo que han hecho a lo largo de nuestra historia bajo dictaduras o bajo las órdenes de sectores golpistas de nuestro país. El rol de las Fuerzas Armadas no es el de reprimir al pueblo. A eso, este pueblo ya le dijo: ¡NUNCA MÁS!

Tras el anuncio de reforma de las Fuerzas Armadas, advertimos que involucrarlas en la seguridad interior viola la legislación vigente, lesiona gravemente el consenso social construido tras el retorno a la democracia y el debido respeto a los derechos humanos, por lo que tanto hemos bregado a lo largo de todos estos años. Las experiencias regionales han demostrado que la militarización no tiene nunca resultados favorables para el pueblo, sino todo lo contrario.

El Decreto se inscribe en una larga serie de acciones de cesión de soberanía en beneficio de los poderes imperiales. Mientras nada se dice sobre la base de la Otán en Malvinas, no podemos desvincular la reorganización propuesta con planes intervencionistas de Estados Unidos en el Continente, que no son sólo comunicacionales o judiciales, sino también militares. Nos permitimos recordar que la política menemista de involucrar a la Argentina en conflictos internacionales, a favor de los imperios, derivó en acciones terroristas que aún nos duelen y que además siguen impunes.

Estamos acá, en unidad, como pueblo movilizado, al igual que hace un año hicimos el pañuelazo para decir ¡NO AL DOS POR UNO A GENOCIDAS! Estamos acá para expresarnos y decir BASTA.

Estamos frente al Ministerio de Defensa conducido por Oscar Aguad, apodado “el milico”, cuyos antecedentes en esta materia son alarmantes e impúdicos. En su paso por el Ministerio de Asuntos Institucionales de la provincia de Córdoba protegió y avaló que en democracia siguieran actuando policías acusados de delitos de lesa humanidad, como Carlos Yanicelli, hoy condenado a prisión perpetua y preso en una cárcel común por sus crímenes en la dictadura. El menosprecio de Aguad hacia los derechos humanos también se vio reflejado cuando compartió un palco oficial y se fotografió con el máximo genocida de la provincia de Córdoba, Luciano Benjamín Menéndez.

Es el mismo “milico” Aguad quien al llegar al Ministerio de Defensa, tomó como una de las primeras medidas desmantelar el Área de Derechos Humanos, que tenía entre sus funciones aportar a las causas judiciales de lesa humanidad documentos de los archivos de las Fuerzas Armadas. Es el mismo ministro que debe dar cuenta de dónde están los 44 tripulantes del ARA SAN JUAN hoy desaparecidos. Desde aquí,  acompañamos a las familias de los tripulantes desaparecidos y nos unimos al reclamo de respuestas sobre qué pasó, dónde están esos cuerpos, y quiénes son los responsables.

En los años 60 y 70 el Gobierno de Estados Unidos impulsó la denominada Doctrina de Seguridad Nacional para aplacar y silenciar los movimientos revolucionarios y de liberación en América Latina. Millares de militares de distintos países fueron instruidos en la Escuela de las Américas en técnicas de tortura, contrainsurgencia, y acción psicológica. Con esa doctrina, en la Argentina intentaron instalar la idea de un enemigo interno y así desaparecieron, torturaron, violaron, encarcelaron y asesinaron a miles de compatriotas. Hoy no es casual que el Gobierno utilice en el Decreto la misma terminología para referirse al accionar de los milicos en las calles.

Porque vamos a seguir defendiendo nuestra democracia y abrazando a todos los países hermanos de la Patria Grande, con las banderas de los 30.000 detenidos y detenidas-desaparecidas, gritamos con convicción:

FUERZAS ARMADAS REPRESIVAS: ¡NUNCA MÁS!
¡NO A LA MILITARIZACIÓN DE LA ARGENTINA!

¡30.000 DETENIDOS-DESAPARECIDOS: PRESENTES, AHORA Y SIEMPRE1

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A continuación el documento elaborado y leído por el Encuentro Memoria Verdad y Justicia en Plaza de Mayo:
Desde el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, integrado por organismos de derechos humanos y decenas de organizaciones populares, hemos convocado al pueblo a movilizarse hoy a esta Plaza, junto a la ronda de nuestras queridas Madres de Plaza de Mayo, para decir:

¡No a los militares en las calles!
¡Basta de ajuste y represión de Macri y el FMI!
Que lo escuchen bien quienes lo tienen que escuchar:

No a los militares en las calles!
¡Basta de ajuste y represión de Macri y el FMI!
Y este es el lugar insustituible para decirlo bien claro: la Plaza de Mayo, la Plaza histórica, la Plaza del pueblo, nuestra Plaza, frente al corazón mismo del poder político nacional, frente a la Casa Rosada, en donde está el máximo responsable de ese nefasto Decreto 683: el presidente Mauricio Macri.

Ese Decreto vergonzoso fue presentado en Campo de Mayo, donde funcionaban cuatro centros clandestinos de detención. Un resumen en sí mismo de la política que profundiza y la orientación de impunidad para los militares y genocidas.

Este decreto habilita a las Fuerzas Armadas a participar en tareas de la llamada “seguridad interior” es sin duda alguna un salto represivo. Después de décadas por parte de los distintos gobiernos constitucionales en busca de reconciliación con dichas fuerzas, ese decreto que repudiamos con la cabeza y el corazón reubica a los militares para disponer de Gendarmería y Prefectura a fin de intensificar la represión y el control social en todo el país.

Si bien el gobierno anterior dispuso la participación militar en el llamado Escudo Norte e impulsó las llamadas leyes “antiterroristas” que permiten que los reclamos a las autoridades sean considerados actos de terrorismo y amenazas a la población, este decretazo represivo incorpora ahora la intervención de las Fuerzas Armadas contra la protesta social. Como vimos en diciembre, para el gobierno las “amenazas a la nación” son las luchas en defensa de los derechos del pueblo.

No es casual que Macri haya dictado su medida antidemocrática pocas horas después de terminar su reunión con Christine Lagarde, el Fondo Monetario Internacional y el G20. ¡Es que su ajuste no pasa sin represión!

A Macri no le alcanza con las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel a manos de las fuerzas de seguridad que comanda la ministra Patricia Bullrich.
A Macri no le alcanza con mantener presas y presos políticos.
A Macri no le alcanza con la “doctrina Chocobar” y el gatillo fácil policial.
A Macri no le alcanza con meter palos, gases, persecuciones a luchadores y detenciones frente a los legítimos reclamos de los trabajadores y trabajadores, los desocupados, los jubilados, los pueblos originarios, las barriadas populares, las mujeres y la juventud.
En los considerandos del Decreto 683, Macri dice que es para “proteger la soberanía e independencia de la Nación, su integridad territorial, sus recursos naturales, su capacidad de autodeterminación y la protección de la vida, la libertad y los derechos humanos de sus habitantes”.

¡Nada más hipócrita! ¡Si alguien ataca “la soberanía y la independencia nacional, la integridad territorial, los recursos naturales y la vida, la libertad y los derechos humanos” son precisamente el FMI, el G20 y las corporaciones que de la mano del gobierno, la falsa oposición y los cómplices civiles y sindicales, aplican despidos, bajos salarios, devaluación, tarifazos, pago de la deuda externa a costa del hambre del pueblo y que saquean nuestros territorios y nuestros bienes comunes de una punta a otra del país! Y no es una hipótesis de conflicto: es una realidad. Por eso, la protección de los “eventos estratégicos” que sostiene el decreto de Macri son las Fuerzas Armadas reprimiendo las protestas de rechazo a las políticas antiobreras y antipopulares que se pactan en las reuniones de estos organismos imperialistas.

Hablan de “narcotráfico” para justificar la injerencia militar extranjera y para el control del negocio del narcotráfico por la DEA, como ya lo hacen en Colombia, México o Brasil, que ha valido una ola de baños de sangre contra el pueblo. Armaron esta reforma militar en las oficinas del FMI y el Pentágono.

El decreto concede a las Fuerzas Armadas el control de supuestos “objetivos estratégicos” que quedaran a consideración de Bullrich y Aguad. El gobierno va a militarizar las zonas donde se concentran los recursos naturales, para garantizar “condiciones” para su explotación a los pulpos petroleros y gasíferos. Con la idea de que los “ataques exteriores” pueden venir de adentro y a través de elementos locales, y con los antecedentes de la tesis del “enemigo interno” se legaliza la intervención efectiva de las fuerzas armadas contra los mapuche o cualquier reclamo en defensa de la tierra o los recursos naturales.

La “reestructuración militar” multiplicará la presencia de las fuerzas de Gendarmería en las calles, bajo la repetida noción de combatir la inseguridad. Se trata de una militarización y reforzamiento represivo y persecutorio contra el pueblo que se llevara adelante en las principales ciudades de país, bajo la doctrina “Chocobar”.

Rechazamos esta nueva pretensión autoritaria del gobierno macrista, que quiere hacer del pueblo trabajador un enemigo interno y que habilita la intervención militar contra la protesta social y la movilización popular.

Así no va más. Toda organización que se diga defensora de los derechos democráticos más elementales debe rechazar esta nueva pretensión autoritaria del gobierno macrista, que quiere hacer del pueblo trabajador un enemigo interno y que habilita la intervención militar en situaciones de interpretación discrecional como la supuesta “custodia de objetivos estratégicos”.

Así como en mayo pasado, con la fuerza de la movilización popular, derrotamos el nefasto intento de otorgarles el “2 x 1” a los genocidas, desde el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia llamamos a la unidad de acción en las calles para enfrentar, lograr la derogación y derrotar para siempre el repudiable Decreto 683.

¡No a los militares en las calles!
¡Basta de ajuste y represión de Macri y el FMI!
Abajo las leyes antiterroristas
Basta de presos políticos
Buenos Aires, 26 de julio de 2018
ENCUENTRO MEMORIA VERDAD Y JUSTICIA