Neuquén (8300Web).- Concentración, marcha, cánticos frente a la Catedral, bengalas verdes azuzadas por el viento patagónico de cada día. En el pañuelazo de hoy por la tarde en Neuquén no faltó nada. Más de mil personas, la mayoría mujeres, inundaron de verde el Monumento a San Martín en el centro de la ciudad para acompañar el inicio del debate sobre la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que comenzó por la mañana en el Congreso Nacional y reclamar, una vez más, la aprobación de la iniciativa.
Al igual que en el 8M, Día Internacional de la Mujer, y como se ve
cada vez más en las manifestaciones que lleva adelante el movimiento de
mujeres, fue fuerte y numerosa la presencia de adolescentes, estudiantes de secundaria o recién egresadas. Como Eugenia y Agustina que tienen 17 años y egresaron del colegio AMEN el año pasado.
“Hay muchas chicas que no tienen recursos ni acceso a información sobre
cómo cuidarse y tienen que tener derecho a abortar. Como en el caso de
la escuela a la que fui donde no había Educación Sexual Integral (ESI)”,
afirmó Eugenia al tiempo que ambas compartieron estar “re calientes”
por lo que sucedió hace unas semanas, cuando las autoridades de esa
escuela decidieron pegar folletos anti derechos en los cuadernos de
comunicaciones de los/as estudiantes de primaria.
“El año pasado,
en nuestro acto de colación, pasaban las autoridades con un formulario
pidiendo a padres y madres firmas para ahora no recuerdo bien qué apoyo
para la escuela y del lado de atrás de ese formulario, en letra
muy chiquita, decía que la escuela no estaba de acuerdo con la ESI. Mi
papá se dio cuenta y les dijo que él no iba a firmar una iniciativa así”, contó Agustina.
En este sentido, Marisabel Granda, secretaria de prensa de ATEN provincial, presente en el pañuelazo, aportó apenas unos minutos antes de la marcha: “El
dogma no tiene respuestas. A nosotras nos pasa que podemos trabajar con
compañeras o compañeros que no tienen información en relación a un tema
como este. Pero con compañeras/os que se posicionan desde un dogma
religioso, ahí sí es muy difícil”.
La imagen de otros
puntos del país se replicó en el centro nuequino: pasadas las 7 de la
tarde, los pañuelos en alto y los gritos feministas se sumaron al
reclamo de “aborto legal en el hospital”. Luego, se
improvisó una marcha que en recorrida por la Avenida Argentina, se
detuvo frente a la Catedral para cantar unos minutos. Las columnas
continuaron hasta Rivadavia donde doblaron y retomaron su camino hacia
el Monumento.
Guillermina, Enya, Pilar y Milagros son de
Cipolletti, marcharon con sus carteles caseros en alto. En ellos se
podían leer distintas consignas de reclamo por el derecho a abortar. Las
cuatro cursan quinto año en el colegio Estación Limay y contaron que se
maquillaron en el tren mientras venían hacia Neuquén.
“Los abortos se van a seguir haciendo y son las mujeres pobres las que se van a seguir muriendo”, exclamó Guillermina con tono de decir algo obvio y Enya enseguida completó: “Se necesita que sea legal la interrupción del embarazo para que sea más justo para todas”.
“Si estás en contra del aborto quiere decir que estás a favor de que
las mujeres se mueran”, continuó Pilar. Hablaban las cuatro casi al
mismo tiempo, quizás porque tienen la urgencia de quienes dicen lo
necesario: “Si me quedo embarazada y decido tenerlo no tiene nada que
ver con lo que estamos reclamando que es el derecho a decidir cada una
sobre nuestro cuerpo”, concluyó Milagros.
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