MIENTE, MIENTE
QUE ALGO QUEDARÁ
Pareciera ser el lema que define a la gestión
del señor José Luis Dari. Y me refiero en particular al trabajo realizado por
el consejero escolar en la Escuela 103, de Mallín Ahogado. Hace tiempo que el
señor Dari viene publicitando su gestión por este y otros medios de
comunicación, enumerando sus supuestos “logros” en pos de “brindar igualdad de oportunidades entre los estudiantes y propiciando
el derecho social a la educación de los niños, niñas y jóvenes”. Lo que el
señor José Luis Dari no cuenta es que la mayoría de los logros han sido gracias
a la presión colectiva ejercida por la
comunidad educativa en defensa de sus derechos (los cuales, en más de
una oportunidad, se vieron avasallados por directivas del ministerio de educación
de la provincia que el señor Dari no dudo en acatar). En esta oportunidad solo
me detendré en uno de los tantos atropellos que hemos vivenciado.
El transporte
escolar
Comienzo con unas palabras de Galeano:
“Hoy, por hoy, no queda bien decir
ciertas cosas en presencia de la opinión pública: Los pobres se llaman
carentes, o carenciados, o personas de escasos recursos. El derecho del patrón
a despedir al obrero sin indemnización ni explicación se llama flexibilización
del mercado laboral”. Siguiendo esta lógica, el señor José Luis Dari llama “optimizar gestiones” y “ordenar recursos” a lo que se debería llamar
“ajuste socio económico”, “recorte de fondos para las escuelas públicas” o bien
“vaciamiento de la educación rural”; ya que a principio de año y recién
comenzado el ciclo escolar el consejero escolar de El Bolsón decidió tomar la
medida de suspender el servicio de transporte escolar gratuito a niños que
vivan en el ejido urbano y asistan a escuelas a más de 3 kms. de distancia,
teniendo que ser reubicados en escuelas de la ciudad ( sin importarle, ni antes
intentar averiguar, si con esta medida estaba dejando sin transporte a chicos “carenciados”
o en proyecto de inclusión).
No hubo notificaciones ni avisos previos y
muchos estudiantes no pudieron asistir al primer día de clases, ni en días
posteriores. Días después cuando la comunidad educativa comenzó a exigir respuestas
la única información que brindaba el señor Dari era que “el gobierno no tiene
dinero para pagar el transporte”; en un primer momento nunca habló de
garantizar el derecho a la educación, solo de una cuestión presupuestaria.
Gracias a la pronta organización de las
familias y de algunos trabajadores de la institución el servicio social del
transporte escolar tuvo que ser restituido, porque este sí era “un sueño que
soñamos todos” los actores sociales de la comunidad educativa de Mallín Ahogado
(recurso de amparo de por medio, la medida cautelar de no innovar por el plazo
aproximado de un año, la difusión del conflicto por los medios de comunicación
y las asambleas comunitarias fueron las que frenaron esta injusticia).
Por lo tanto, Cuando el señor José Luis Dari
se refiere a que “Durante el primer año
de gestión, a cargo del Prof. José Luis Dari, se logró implementar un altísimo
porcentaje de la resolución 906/17”, significa que se logró implementar el
ajuste socio económico en nuestras escuelas, entendiendo el concepto de
“equidad social” por el de inequidad social, ya que el transporte escolar no es
una dadiva, ni mucho menos un favor, es un servicio social que se debe garantizar
a todos los estudiantes por igual ( ya que “lo que es público es de todos”), es
decir equitativamente, y no de manera desigual como promueve dicha resolución la
cual el señor Dari defiende e intenta imponer.
El año entrante, una vez más, muchas familias
de nuestra escuela y de otras verán cercenados sus derechos a elegir a que escuela
mandar a sus hijos y muchos estudiantes comenzaran el año con el temor de
perder a sus amigos y a sus grupos de pertenencia, ya que la única respuesta
que ofrece el señor José Luis Dari ante la quita del transporte público,
gratuito y escolar es la de reubicar a los niños que se vean afectados por esta
medida.
Y aquí, también me detengo a reflexionar (como
padre y también como trabajador de la educación): construir un grupo y afianzar
el sentido de pertenencia es una tarea titánica, una de las más complejas que
nos demanda el quehacer docente. Hoy en día se sabe que para poder construir
conocimientos significativos primero es fundamental crear un vínculo y un
sentido de pertenecía; vinculo basado en el respeto mutuo, la confianza, el
amor fraterno y el dialogo sincero. Todo esto conlleva tiempo, demanda tiempo,
poner el cuerpo y la mente para que sin diluir las individualidades que
enriquecen las aulas todos al fin nos reconozcamos como un grupo. Todo lo antes
expuesto pareciera carecer de relevancia para el señor Dari, quien pretende de
manera autoritaria y arbitraria (pues en ningún momento se le consultó a las
familias, ni mucho menos a los niños) romper estos vínculos y esa pertenencia a
un lugar y a un grupo que tanto esfuerzo costó construir “reubicando” a
nuestros estudiantes, desarraigándolos del ámbito y de nuestra identidad rural para insertarlos
en otros contextos propios de las escuelas urbanas.
Una nueva vergüenza (ajena, pero vergüenza al
fin) asoma a nuestras caras. Bronca ante tanta desfachatez y tanta, pero tanta
palabra disfrazada. En resumen, para evitar los eufemismos y cualquier equivoco
o tergiversación de los hechos: El señor José Luis Dari pretende dejar sin
transporte escolar a muchos niños al defender e intentar implementar la resolución
906/17.
Lo que ignora el señor Dari es que un maestro
que lucha, también enseña y que cuando la comunidad educativa se organiza puede
mover montañas. Entonces, ”¿Qué tal si deliramos por un ratito?
¿Qué tal si clavamos los ojos más allá de la infamia para adivinar otro mundo
posible?”.
Adrián Alejandro Estévez
DNI 24.870.509