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lunes, 4 de septiembre de 2017

EDITORIAL: QUE EL HUMO NO TE TAPE LA MARCHA ¿DÓNDE ESTÁ SANTIAGO MALDONADO?

El Bolsón (ANPP).-
QUE EL HUMO NO TE TAPE LA MARCHA
¿DÓNDE ESTÁ SANTIAGO MALDONADO?



El viernes 1 de septiembre se cumplió un mes de la desaparición de Santiago Maldonado. Se realizaron marchas en muchas ciudades y pueblos del país. Es que la desaparición de Santiago Maldonado no es igual a otras desapariciones, idea que se quiere instalar desde la mirada hegemónica de los medios masivos que detentan el monopolio de la comunicación.

La carátula de una de las causas fue renombrada como “desaparición forzada de persona” figura legal que tiene su origen en una ley del 2011 y se vincula con la violación de los derechos humanos y los delitos de lesa humanidad, ley impulsada por los organismos de DDHH, las Madres y Abuelas de plaza de Mayo.

La desaparición forzada implica al Estado, sea como partícipe o como cómplice. La figura distingue que sin la participación de éste (el Estado) no podría haber sucedido, e intima al Estado a realizar la búsqueda de persona por todos los medios a su alcance. Claramente no está sucediendo, a un mes de la desaparición forzada de Santiago Maldonado ni el juez ni la ministra de Seguridad han hecho nada vinculado con investigar a todo el personal (gendarmes, policías, otros) que participó de la represión en la Pu Lof en Resistencia de Cushamen, lugar en el que testigos aseguran que estaba y fue visto por última vez Santiago Maldonado.

Claramente no está sucediendo, ya que ni la fiscal ni el juez pidieron a los especialistas en radios y telecomunicaciones que se releven las antenas de telefonía, que marcarían dónde estuvo cada quien al momento del hecho. Las memorias de los celulares se borran, pero el registro de GPS interno que tiene cada uno no es parte del teléfono, sino que es información que se registra en las antenas de telefonía.

El viernes 1 de septiembre se cumplió un mes de la desaparición de Santiago Maldonado. Cientos de miles de personas, de diversas ideologías políticas, religiosas, identidades sexuales, edades, tamaños, marcharon por las distintas regiones del país y del extranjero preguntando ¿Dónde está? y reclamando por su “Aparición con vida YA”. Con carteles, banderas, cantando, llorando, gritando, charlando, preguntando, encontrándose en los cuerpos y los ojos entre los cientos de miles de ojos y cuerpos.

En cada una de esas manifestaciones hubo un desenlace esperado, la provocación y la represión, la detención y la incomunicación. Esa era la “noticia” para los medios hegemónicos, es la que fueron a buscar y la que fue armada para ser encontrada. No mostraron la otra “noticia”, la de las cientos de marchas pacíficas y poderosas que ocuparon las calles.

El humo no sólo nubla la lente de las cámaras, nubla las mentes también de algunas personas, que repiten y repiten sobre el uso político de una desaparición como si no fueran conscientes de que todo hecho es político, no hay nada por fuera de lo político, porque no hay nada por fuera de lo social. Y el sentido común colonizado por los medios hegemónicos, no ve la realidad, ve lo que le muestran de esa realidad, o ni siquiera eso, sino una edición de la misma, que alimenta al preocupante y creciente negacionismo. Muy parecido al de la época del terrorismo de Estado. Vuelven a resurgir el "algo habrán hecho", o hasta expresiones de tipo racista hacia los hippies vagos y sucios, hacia los indios.

Acá, en la Comarca Andina del Paralelo 42, fuimos muchos, digamos que unos 6000 cuerpos caminantes, preguntando y sintiendo, pensando y reflexionando sobre lo que nos significa en lo social y en lo histórico el hecho de la “desaparición forzada de una persona”.

Nos importa Santiago Maldonado, como nos importan todos los desaparecidos, en dictadura o en democracia, no hay un sujeto más importante que otro en el imaginario de quienes pensamos, defendemos e intentamos construir un mundo más justo y mejor donde habitar la vida.

Vamos a seguir marchado, entre las piedras y las molotov que nos arrojan para que no nos vean, porque intentamos día a día desde la construcción horizontal y colectiva un mundo mejor donde vivir y porque Santiago Maldonado está esperando (donde sea que esté) que lo busquemos, que no dejemos de buscarlo hasta encontrarlo.