Ante la aparición en los medios masivos de comunicación de
resultados alarmantes que venimos hallando y denunciando desde hace
muchos años, en vegetales de consumo humano, el SENASA (Servicio Nacional de
Sanidad y Calidad Agroalimentaria) emitió un comunicado en el
cual afirma que los agroquímicos biocidas que contienen las frutas y las
hortalizas que se comercializan en argentina no representan riesgos
para los consumidores.
Ello es, por lo menos, temerario, en las dos acepciones del término:
• Imprudente, que se expone o expone a otras personas a riesgos innecesarios.
• Que se dice, hace o piensa sin fundamento: juicio temerario.
1 - El SENASA no controla todas las frutas y hortalizas que se venden en mercados y se consumen en Argentina.
2
- Los Límites máximos de residuos (LMR) en los que se basa la
reglamentación del SENASA y de los escasos y excepcionales controles, es
la concentración máxima de un residuo
de agroquímico biocida, que se permite legalmente como aceptable en un
alimento, producto agrícola o comida para animales.
Esa concentración no evalúa la presencia de los diferentes tóxicos en diferentes alimentos, que son o pueden ser consumidos por una persona a lo largo del día. T
Tampoco evalúa las diferentes susceptibilidades por edad, otras enfermedades, sexo, embarazo, presencia de otros tóxicos en su ambiente.
3 -
Los LMR están vinculados a la Ingesta Diaria Admisible
(IDA), que es la cantidad regulada de un determinado pesticida que una
persona puede consumir sin que le cause daños toxicológicos. Esa IDA es
un valor cuya forma de determinación
es desconocida en la mayoría de los casos, y que no evalúa múltiples
enfermedades posibles.
4 - Por ello no hay manera de que el SENASA pueda demostrar que el consumo
de bajas dosis de múltiples pesticidas a lo largo de la vida de
una persona no desencadene en enfermedades como cáncer, problemas
reproductivos, efectos neurotóxicos y disrupción endócrina alterando al
sistema inmunológico, entre otros. Por
lo que el SENASA en particular y el Estado en general debería aplicar,
mínimamente, el principio precautorio establecido en nuestra legislación
vigente.
5 -
La explícita intencionalidad del SENASA de "llevar
tranquilidad a la población" comunicando que las frutas y hortalizas que
se comercializan en la Argentina no representan un riesgo para la salud
del consumidor, inducen a la población
a no tomar precauciones como lavar los alimentos o pelarlos, y oculta
que hay vegetales que contienen los químicos en su misma pulpa interior.
La temeridad del comunicado del SENASA se hace aún
más explícita con la imagen del cultivo en invernadero de lechuga, ya
que diversos informes muestran que es una de las hortalizas donde se
detectaron la mayor cantidad de muestras con pesticidas.
Recordamos las reflexiones que publicamos en este sentido, para el Día de la Tierra:
Cuál es el límite máximo permitido diario de pan?
Cuál es el límite máximo permitido diario de mate?
Ultimamente, y debido a la
visibilidad que ha tomado el problema sanitario de los residuos de
biocidas en los alimentos y en el ambiente, hemos recibido numerosas
consultas. Como BIOS Argentina ONG estamos leyendo
las inquietudes que debieran dirigirse a las autoridades de salud del
país o de cada una de las provincias. Estas inquietudes van desde cómo
conseguir alimentos libres de tóxicos, hasta los efectos en la salud que
estas sustancias producen.
No es fácil escuchar a una madre preguntándonos qué significa que
le haya aparecido glifosato en la orina, o dimetoato en la sangre de su
hijo.
Conocer este tema, claramente puede generar que las personas nos paralicemos
al enfrentar un problema tan grande que nos parece que se halla fuera de nuestro alcance poder modificar.
Y eso no es cierto.
Hay varios aspectos que solemos remarcar cuando nos consultan:
- Los límites máximos permitidos en cada alimento, especialmente los vegetales.
Es éste un agujero negro. Nadie
sabe quiénes han resuelto ese “número mágico” que dice que puedo
consumir 0,05 mg/k de determinado tóxico en mi comida. ¿Por día? ¿por
hora? ¿por semana? ¿si peso 50 kilos? ¿si
peso cinco kilos y soy un bebé que come puré? ¿si soy un anciano? ¿si
soy un adolescente en desarrollo hormonal? ¿si estoy inmunodeprimido?
Además, ese número mágico no
contempla que nos alimentamos a diario de una variedad de alimentos, que
portan varias, muchas, diversas sustancias, por lo cual no comemos UN
SOLO límite admisible de una sola sustancia,
sino muchas sustancias juntas, a la mañana, al mediodía, a la tarde y a
la noche. Ese cóctel, nunca nadie lo ha estudiado.
Resulta virtualmente imposible
responderle a esa madre o determinar qué nos va a pasar si comemos
varias cantidades de diferentes sustancias, ya que las verduras no
vienen con un cartel que indica qué tóxicos
trae adentro, y por otro lado, cada uno, usted, yo, su pequeño hijo,
tenemos diferentes masas corporales, somos lábiles o alérgicos o
reactivos a diferentes sustancias, fumamos o no fumamos, tenemos alguna
enfermedad o no, por lo cual, esos Límites Máximos
Permitidos caen en un abstracto pavoroso que nos instala frente al
abismo de la incertidumbre.
-
La dudosa ciencia
Estallan en todo el planeta las
evidencias de que científicos mercenarios han sido pagados por quitar
importancia a los efectos sobre la salud y los ecosistemas de cientos de
sustancias tóxicas (tal como sucedió
con el tabaco) y que las empresas fabricantes de estas sustancias han
financiado campañas electorales en varios países. ¿Qué confianza
depositar sobre las evaluaciones que las agencias sanitarias de esos
países hacen sobre la toxicidad de las sustancias que
fabrican sus amigos?. Además, nunerosos otros científicos, los que
investigan por el afán de saber, están a gritos diciendo todo lo
contrario de lo que dicen esos señores que preguntaron a quienes los
contrataban hace años, ¿”qué número quieren
que ponga en mi publicación”?
-
Las evidencias en nuestros cuerpos, nuestras familias, nuestros amigos.
En todo el mundo se visibilizan
al fin las víctimas de los agrotóxicos en la forma de índices disparados
de diabetes, cáncer, malformaciones, problemas neurológicos,
infertilidad, celiaquía. ¿Qué esperanza podemos
poner en los mecanismos de control que vemos que no han controlado
nada?.
-
Y el modelo insiste
Vemos que se promueve a las
buenas prácticas agrícolas como la solución al problema. Resulta una
canallada ocultar que éstas no toman en cuenta la contaminación crónica,
el etiquetado fraudulento, la evaporación
de los tóxicos luego de las aplicaciones, la cadena de externalidades
contaminantes que van desde los envases hasta los accidentes fortuitos,
la imposibilidad del control certero (alguien ha visto alguna vez un
inspector analizando qué tiene realmente el tanque
del aplicador que está saliendo a fumigar? Qué mezcla ha hecho y si
acaso conincide en algo con lo que dicen los papeles? Además, ninguna
institución sanitaria ha investigado nunca qué sucede en el cuerpo
humano con las mezclas, los cócteles, los surfactantes,
los coadyuvantes, que se aplican.
-
El hambre en el mundo
Llevamos más de medio siglo
escuchando que esta agricultura tóxica resolverá el hambre en el mundo.
Más allá de que un porcentaje gigantesco de esta agricultura industrial
es para forraje y oleos, y no para comer,
el hambre en el planeta cada día se extiende más.
También se desnuda que fueron
los fabricantes de estas sustancias las que instalaron la idea de que
sólo así podemos comer, a través de poderosas campañas de prensa a lo
largo de las décadas, cooptando o comprando
universidades, funcionarios e investigadores. Miles de ejemplos de agricultura orgánica en el mundo entero y especialmente en Argentina y Europa muestran que nos han mentido.
Nuestra certeza
Nada de ésto estaríamos diciendo
si la producción de alimentos fuese agroecológica, porque dejaríamos de
tener que preocuparnos por todas estas cosas, y produciríamos alimentos
sanos, manteniendo, a la vez, los
ecosistemas en funcionamiento y nuestros cuerpos saludables.
Vemos el cuadro de situación con
claridad meridiana, y nos preguntamos si la vida del ambiente y de
todos nosotros puede seguir en riesgo por un grupo de comerciantes de
veneno que mantiene de rehén a la Vida
en todas sus manifestaciones.