(Cosecha Roja).-
Por Silvia Horne*
Los acontecimientos de Cushamen, por sus consecuencias presentes y
futuras no pueden generar otra cosa que asombro y repudio. Un conflicto
resuelto a tiros y bastonazos presagia nuevas tormentas, al tiempo que
suscita adhesión hacia la causa de las víctimas, más allá de lo
razonable del reclamo.
A nadie escapa que el conflicto está vinculado al robo de tierras por
parte de Benetton, similar a lo que ocurre con Lewis en Río Negro, o
con Tompkins en Corrientes. No hay ningún misterio.
Frente a ese conflicto el Estado dirime. Toda la doctrina nacional e
internacional privilegia la negociación frente al conflicto de derechos.
Cuando reprimen es porque el conflicto se extiende sine die, o bien,
porque tomaron partido por una parte en perjuicio de la otra.
Ocho detenidos. Apaleados, lesionados. ¿Alguien puede creer que es la
resolución pacífica de un conflicto? ¡Lo único que falta es que alguien
quiera asimilar los hechos a un evento terrorista! Se trata de un
conflicto de tierras, ¡con un terrateniente italiano!
Era sabido que cuando el Juez federal Otranto libró orden de despeje
de las vías del ferrocarril, se iban a producir resistencias. Es obvio
que el Juez José Oscar Colabelli le sumó nafta al caldero. Ambos son
responsables directos de la integridad de las personas bajo su orden de
detención, y deberán rendir cuentas de la oportunidad, la manera, la
articulación de las fuerzas de seguridad, y las secuelas de sus actos.
El presidente Macri ha utilizado la primera Conferencia de Prensa del
año para respaldar a “su amigo” Joe Lewis. ¿Por qué lo hace?
Esta semana la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Minería y
Sucesiones de la Tercera Circunscripción de Río Negro emitió una medida
de no innovar que impide la continuidad del loteo en las laderas de
Pampa de Ludden. La propiedad de estas tierras sigue en litigio. Se ha
demostrado fehacientemente que su adquisición adoleció de todas las
violaciones posibles a la ley N 279 de tierras de Río Negro (Ver
dictámenes de: I. Procuradora General de Justicia Dra Liliana Piccinini,
y II. de la Comisión Especial Investigadora de la Adjudicación de
Tierras de la Legislatura de Río Negro). Se trata de tierras que podrían
revertirse a favor del Estado.
Una gran manifestación de proporciones inusitadas, el 7 de enero en
El Bolsón, ha denunciado con lujo de detalle la inconveniencia, riesgos y
perjuicios que dicho loteo ocasionaría a toda la comarca. La justicia
ha dado razonabilidad a los argumentos. Ha emitido una medida de no
innovar. Se ha detenido por derecho el loteo.
Es evidente que esta decisión afecta al amigo del presidente.
Aunque niegue su vinculación con el mega desarrollo inmobiliario,
ahora prohibido, o al menos en suspenso, Joe Lewis le ha pedido a su
amigo, el presidente de la República Argentina, que interceda,
nuevamente, para destrabar sus negocios, y esa es la razón de su mención
en la Conferencia de Prensa.
Respecto al lago Escondido. Dada la investidura de quien se ha
manifestado, que es el Presidente, y no es mi intención faltarle el
respeto, debo decir que seguramente los asesores del presidente no lo
han informado debidamente. No le han mostrado que las tierras de Lewis
no son lindantes, sino que en su propiedad está encerrado un lago, que
no es lo mismo. No le han alcanzado la documentación obrante, los fallos
del máximo órgano de Justicia de Río Negro que ordena habilitar un
acceso público, abrir un camino, ya que no existe tal acceso.
Seguramente ninguno de los obsecuentes asesores se habrá permitido
informar fehacientemente al presidente de que Lewis miente. Seguramente
ninguno habrá siquiera intentado constatar la existencia de ese
“camino”. El “camino” referido es un dibujo. No ha sido transitado por
pies humanos, ni rodados. En el utópico caso de lograr alcanzar desde la
ruta 40 la orilla del lago se debería demorar a lomo de mula o
cabalgadoras por cuatro días, en altas cumbres. No conocen. Afirman por
boca de Lewis.
Si el Presidente es consistente en sus afirmaciones debiera asegurar
el señalamiento de ese camino, y dar las garantías de seguridad de un
camino público. Algo que no puede avalar ningún organismo vial.
Pero las declaraciones del Presidente, respaldando a su “amigo”, no
se producen en solitario. Se conjuga con relaciones que pueden ser
vistas como dádivas. Porque utiliza su aeronave. Porque deja en Lago
Escondido caballos de su pertenencia, y porque siendo su amigo es
adjudicatario de licitaciones del Estado.
Pero fundamentalmente, por ser Joe Lewis el principal beneficiario
del decreto 820, que elimina condiciones a la extranjerización de
tierras, y que parece hecho a medida de sus pretenciones.
Pretensiones antiguas, pero que recién en 2016, con un amigo
Presidente, un gobernador dependiente como lo es Weretilneck, y un
intendente de El Bolsón, que es su contador, puede conseguirlo.
*Diputada Nacional por el Peronismo para la Victoria Militante del Movimiento Evita
Publicada: 18 de Enero de 2017
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