(RFCH).-Otra vez represión en la recuperación
Mapuche en Leleque – Vuelta del Río
En la mañana del
sábado 18 efectivos policiales de la comisaría de Leleque habrían tiroteado
nuevamente con balas de plomo a los militantes del MAP (Movimiento Autónomo de
Puel Mapu) que vienen llevando adelante desde hace más de un mes una
recuperación de territorio ancestral mapuche en el sector Leleque – Vuelta del
Río, a pocos metros del cruce entre la Ruta Nacional 40 y el camino que conduce
a El Maitén.
Para ese día, los y las integrantes de la recuperación
habían convocado a todos los pobladores y pobladoras mapuches y no mapuches de comunidades
y pueblos cercanos a una jornada de trabajo colectivo con el fin de mejorar las
rukas en las que las familias mapuche están sosteniendo la recuperación. Ante
esta convocatoria, la respuesta de la policía consistió en un hostigamiento que
comenzó en la tarde del viernes y tuvo su punto culminante en la mañana del
sábado, cuando comenzó un operativo “de tránsito” justo enfrente a la entrada de
la recuperación, donde los efectivos pedían datos de todos los automovilistas
que pasaban o entraban al lugar. Esto fue entendido por los integrantes de la
recuperación como un intento de amedrentamiento hacia quienes quisieran
participar de la jornada de trabajo. Tras un intento de diálogo exigiendo a la
policía que hiciera su trabajo en otro lugar–en palabras de uno de los voceros
del MAP: “desde dos móviles policiales
comenzaron a tirotearnos con balas de plomo, con armas reglamentarias. Y el
mismo subcomisario de Leleque fue uno de los que disparaba. Así que con las
balas silbando en las orejas tuvimos que volvernos al territorio recuperado.”
“Ante esta situación nosotros queremos seguir denunciando el
proceder totalmente fuera del estado de derecho que ellos tanto proclaman.
Queremos hacer responsable de toda esta situación al comisario de El Maitén, el
comisario Santillán, que ni siquiera se hizo presente en el lugar” afirmó uno
de los integrantes del movimiento que está recuperando el territorio mapuche en
el sector de Vuelta del Río de la estancia Leleque, propiedad del magnate
italiano Luciano Bennetton.
A UN MES DE LA RECUPERACION
La recuperación se inició el 13 de marzo. Ese mismo día, dos
horas después de entrados al campo, uniformados policiales los tirotearon a
quemarropa, iniciando así una relación unilateral de hostigamiento y presión
psicológica. Sin embargo ellos se plantaron en el lugar esperando una solución
política a un conflicto territorial.
Mientras tanto, van construyendo, como “materialización de
la solidaridad del pueblo mapuche y no mapuche” rukas donde pasar el invierno,
done abrigar a los niños.
DE UN LADO Y OTRO DEL ALAMBRADO
De un lado, un multimillonario que reside en Italia, y que
es dueño de casi un millón de hectáreas (algunas forestadas con pinos) en la
Patagonia. Dos tercios de las tierras del Departamento Cushamen de la provincia
del Chubut, están alambradas por él. De ese lado está él con sus pinos, su
estancia, y la comisaría que tiene adentro de su estancia. De ese lado están él
y sus sirvientes estatales.
Del otro lado hay un grupo de gente intentando la dignidad. Algunos
tapan sus rostros con pañuelos, porque se saben perseguidos. En su gran mayoría
son jóvenes, algunos con familias recién iniciadas, con niños pequeños. Están
acompañados de gente mayor, de abuelos y abuelas.
Ellos saben bien que en esas tierras vivían sus ancestros
que desde hace 150 años vienen siendo despojados por la “Conquista del
Desierto” que todavía no termina. Ellos saben que la Compañía Tierras del Sud
financió el despojo y obtuvo a cambio, el módico regalo de un millón de
hectáreas. Ellos saben que Bennetton es el continuador del despojo. Y saben
también que después de la conquista las comunidades que sobrevivieron fueron
confinadas a lugares inhóspitos e improductivos, pedreros (sin hablar del
confinamiento cultural, la segregación y el sometimiento, que condujo en muchos
casos a la pérdida del mapuzungun, de la memoria cultural).
Por eso ellos y ellas plantean esta recuperación no tanto
desde la necesidad individual habitacional (que también la tienen), sino como
un proceso de reivindicación histórica del pueblo mapuche. Ellos y ellas no
quieren un lote ni un terreno, sino recuperar el suelo existencial para el
pueblo mapuche. Son gente de la tierra y quieren vivir como gente de la tierra.
QUIÉN ES EL TERRORISTA
Fueron acusados en los medios hegemónicos de ser los
iniciadores de los incendios forestales de la región. Fueron acusados de
terroristas y de extremistas. Lo cierto es que ellos soportan el frío de las
noches de la meseta bajo las estrellas soñando dignidad, mientras sus verdugos
políticos gozan, bajo el techo de la impunidad, de los beneficios económicos
que les dejan los incendios y todo el arsenal de actividades extractivistas y
de mal uso de los bienes comunes que los incendios forestales traen aparejados.
“Para el poder hoy día el enemigo es la población común”,
dice un muchacho en la recuperación. “Ese es el terrorista. El que está cansado
de ver tantas injusticias, y de sufrirlas. Ese es el terrorista hoy día para el
poder. Cuando uno se planta y lucha por una vida mucho más digna, tanto en el
campo como en la ciudad, es tildado de terrorista”.
Hoy la realidad nos muestra una vez más que querer
simplemente ser, implica una gran rebeldía.
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