El miedo instalado en la Unidad Once, una sola frase a toda hora como latiguillo a quien presente un Habeas Corpus, o haga denuncia alguna “ a vos te va pasar lo mismo que a Cristian Ibazeta, no jodas mas, pensá en tu familia”
Afuera a su turno los familiares también son amenazados usando a Ibazeta como el espejo donde mirarse. La máquina del terror sembrando el miedo en la parte mas vulnerable de cualquier detenido, Su familia.
Ramón Mansilla, al igual que Cristian Ibazeta es testigo en la causa a 27 policías de la U 11 imputados por las torturas sufridas en ese penal, en el año 2004. Lleva escrito en su cuerpo los tormentos y abusos que sufre. Fruto de los golpes padece problemas respiratorios y renales graves, esta decisión desesperada pone en riesgo doblemente su vida, además no duerme por temor a que cumplan con las amenazas.
Mansilla, todos los detenidos, (especialmente los que están próximos a salidas), al igual que los pibes pobres de los barrios, son víctimas de esta mafia policial, que siembra el terror dentro y fuera de las cárceles, con absoluta impunidad.
El gobierno de Sobisch y Sapag, creó y ampara esta policía asesina. El Tribunal Superior de Justicia, cuando califica la tortura como “vejaciones” y severidades”, legaliza la impunidad.
Nos preguntamos ¿cúanto tiempo deberá pasar hasta que estalle la vergüenza?.
El silencio es complicidad, y la dignidad lleva el nombre de Cristian Ibazeta.
ZAINUCO
Nqn. 19 de noviembre del 2012