El Bolsón, Octubre 2012
En representación de la Comisión
para la tolerancia y la posible evolución de la conciencia;
de la Agrupación de resistencia al pensamiento único
y de la Asociación para la promoción artística del tercer
milenio, nos dirigimos a ustedes motivados por la nota
enviada a la Dirección de la Escuela 270 y a las autoridades del
Consejo Regional de Educación, firmada por los Sres Sales, Hube y
Jodor, en representación del consejo de patrimonio cultural del
Municipio de El Bolsón y vecinos, a fin de manifestar que:
Nos sorprende el tono amenazante de
la nota, ya que se fundamenta en una charla sostenida entre el
periodista Jodor y la profesora Parera (directora de la Escuela 270),
que si bien fue emitida al aire, tenía un tono de informalidad y
confianza, motivo por el cual consideramos que en el caso de que
alguna opinión emitida, hubiera disgustado a los señores
representantes del patrimonio cultural, bien podrían haberla
refutado en el mismo tono amistoso en el que se desarrolló la
charla. Por lo tanto consideramos una ominosa manipulación del
interlocutor, el accionar del señor Jodor, ya que llevó la charla
hacia una zona de tensión, -que visto ahora, después de evaluar los
hechos que sucedieron- casi pareciera que lo hizo con la sola
intención de tener motivos para producir el tono amenazante de la
nota enviada a la Directora.
Es pertinente aclarar que los dichos
de la Directora respecto a los antiguos murales hacen referencia a
que fueron hechos por otras generaciones de docentes y alumnos y ya
no son significativos para los actores institucionales que hoy
habitan la Escuela 270; siendo esta declaración la expresión de una
corriente de opinión, pero no existe hasta la fecha gestión alguna
tendiente a “tapar los murales”, lo que constituye una
interpretación tendenciosa del señor Jodor.
Sin embargo, como la Sra Directora es
persona valiente pero “sensible a las amenazas”, más aún cuando
provienen de personas que se manejan con falta de transparencia,
expresa su definitiva y absoluta determinación de que los murales
de la escuela 270 no sufrirán modificación alguna, al menos
mientras esté la Profesora Parera en el desempeño de cargo
directivo ya que no desea exponerse a la confrontación que ustedes
plantean ni menos aún poner en riesgo su integridad física,
económica, ni psicológica.
No obstante deseamos expresar, que
lamentamos la motivación que mueve a los firmantes de la nota, en
cuanto a que se consideran los únicos con derecho a dejar su
impronta en las paredes de la escuela, negando tal derecho las
actuales o futuras generaciones de docentes y alumnos.
Sin embargo, entendemos que los
firmantes de la nota enviada a la Directora y a las autoridades, se
sienten identificados con los murales de la escuela y que éstos
representan la ideología que ustedes sostienen en cuanto a que se
adjudican el derecho a la permanencia tan solo por haber estado
antes.
Por esto mismo lamentamos que en tal
obstinación nos estemos perdiendo como comunidad, la posibilidad de
inaugurar una nueva expresión que manifieste el sentir de las
actuales generaciones de docentes y alumnos que transitan por la
escuela.
Tengan los firmantes la tranquilidad
de que permanecerán en las paredes, intactos, los murales que los
identifican; que -no nos cabe duda- reflejan su forma de ser e
ideología, lo cual se manifiesta en que las figuras de los
antiguos murales son planas, carentes de volumen, carentes de
perspectiva, que no dan cuenta de las interacciones sociales.
La carencia de volumen, implica
imposibilidad de observar la realidad desde distintos ángulos, ya
que el volumen en el dibujo implica diferentes puntos de vista. La
falta de perspectiva implica la imposibilidad de considerar el
entorno, el contexto en toda situación. Esas características son
de un estilo muralista que exalta el individualismo, la falta de
pluralidad en la concepción del mundo. Sin duda los firmantes
representan un tipo de pensamiento hegemónico que necesita
autosostenerse y perpetuarse en el tiempo, por eso la sola mención
de la posibilidad de transformación y actualización de los murales
los alerta y pone en pie de ataque.
Actualmente el estilo muralista que se
promueve expresa fundamentalmente el proyecto social colectivo. Por
eso, tanto en la ejecución de la obra como en el contenido de la
misma, se promueve la interacción social y se expresa la pluralidad
de actores de la historia. Lamentablemente esto no ocurre con las
imágenes de los antiguos murales de la escuela 270. Por ejemplo, la
figura de Paula Albarracín, está sesgada por una visión histórica
que también está siendo superada en los ámbitos académicos. La
mujer representada en la imagen de doña Paula, con la mirada baja y
dedicada al telar, no da cuenta de su lucha ni de su rol social. Es
un esteriotipo de mujer del milenio pasado que casi hiere a la
concepción actual del rol de la mujer en el proceso de la historia.
El “gato con botas”, es figura central de un grupo de animales
que no interactúa, su mirada perdida no mira a nadie. Actualmente,
gracias a la técnica muralista vigente, los murales miran a los ojos
de los receptores y las interpelan.
Por otra parte, señores firmantes,
con todo el respeto que se merecen los realizadores de los murales de
la escuela 270, les recordamos que no están defendiendo el
Guernica, ni un Rivera, ni un Berni, sino más bien la expresión de
una estética antigua a la que ustedes le adjudican un valor
ideológico para abstenerse de entrar en la crítica reflexiva
respecto al cambio y la permanencia como motores de las
transformaciones sociales.
En otro orden de cosas expresamos
deseos respecto a que la norma de intangibilidad que ustedes
esgrimen no alcance también a otros sectores del edificio para los
cuales se ha solicitado en repetidas ocasiones su remodelación,
tales como el baño de varones, -en los que se debe orinar sobre la
pared-, con la esperanza que esta modalidad escatológica no sea
también un patrimonio histórico a conservar.
Además, sería valorable que la
comisión de patrimonio oriente su mirada hacia otros sectores del
edificio que deshonran la condición de monumento histórico, como
por ejemplo el cerco perimetral, ya que el edificio, implantado en
el centro de la ciudad está indignamente cercado por un alambre de
gallinero en condiciones de notable deterioro. Por lo tanto, la
comisión de patrimonio bien podría acompañar las acciones de los
actores institucionales para gestionar la construcción de una reja
ornamental acorde a las circunstancias.
También podríamos considerar que
asuntos de mantenimiento, y restauración, como pintura, reparación
de aberturas, arreglos en general, son demandas del edificio que
también tienen que ver con la preservación del patrimonio y sin
embargo en estas gestiones, la dirección de la escuela no ha tenido
el gusto de contar con el apoyo y acompañamiento de los señores
firmantes.
Finalmente deseamos expresar el
merecido reconocimiento a la valentía del señor Jodor, que
despliega un ataque contundente hacia la persona de la Directora,
con el fin de lograr sus nobles objetivos.-
Úrsula Buendía
Bella Poniatovsky Manuel Mandeb