Envíenos su nota, opinión o información al correo: delpueblo.prensa@gmail.com

sábado, 23 de junio de 2012

GRAVES CONSECUENCIAS DEL AVANCE SOJERO EN UN INFORME ESTATAL

El Bolsón (ANPP).-Compartimos el informe enviado por un lector a nuestra redacción, que dice proviene de laSecretaría de Medioambiente de la Nación, y cuya fuente es constatable en el link que se reproduce al final de la nota. Agradecemos a los lectores comprometidos.

 Jefatura de Gabinete de Ministros
SECRETARIA DE AMBIENTE Y DESARROLLO SUSTENTABLE
Subsecretaría de Planificación y Política Ambiental
Dirección Nacional de Ordenamiento Ambiental y Conservación de la Biodiversidad


EL AVANCE DE LA FRONTERA AGROPECUARIA Y SUS
CONSECUENCIAS

Una de las causas principales actuales de pérdida de los bosques nativos es sin duda el avance de la frontera agropecuaria. Miles de hectáreas son desmontadas para el cultivo de diferentes especies agrícolas, en particular de la soja, en los últimos diez años.
Respecto al impacto producido sobre el suelo, existe un conjunto de circunstancias tecnológicas y económicas que repercuten gravemente sobre este recurso, poniendo en peligro el desarrollo sustentable de las regiones cultivadas. El principal problema de la degradación del suelo es la forma de utilización del cultivo como monocultivo y el manejo del suelo sin respetar su aptitud agrícola.
El cultivo de soja tiene las características de ser un cultivo extractivo de nutrientes del suelo que exige una práctica de rotación determinada según la zona y a su vez, en ciertos suelos no es aconsejable a pesar de sus buenos resultados económicos a corto plazo.
"El suelo está subsidiando a los productores y al país", advierte Roberto Casas, Director del Instituto de Suelos del INTA Castelar. Si se tiene en cuenta la pérdida de la materia orgánica en suelos dedicados a la agricultura continua, el déficit de nutrientes -como consecuencia de una insuficiente reposición por fertilización-, la disminución de la acidez de los suelos, la erosión y el deterioro de la estructura edáfica, se comprenderá el sentido de esta afirmación.
Generalmente el productor no incluye en el cálculo del margen bruto lo que los granos exportan en fósforo, calcio y azufre. Casas ejemplifica: "Si partimos del hecho de que la producción de soja exporta 160.000 toneladas de fósforo, para aplicar el concepto de balance - puesto que sólo se aplica hoy un 16% de lo que exporta el cultivo -, habría que agregar 800.000 toneladas de superfosfato triple de calcio, lo que supondría una inversión de 230 millones de dólares, unos 20 dólares por hectárea."
El crecimiento económico de la agricultura ocurre "a costa del empobrecimiento del recurso suelo". Las mayores extracciones de fósforo se registran hoy en el noroeste de Córdoba, el sur de Santiago del Estero, sur de Santa Fe y todo el norte bonaerense, con valores superiores a los 14 kilos por hectárea. "En la región chaqueña, área de gran expansión de la soja, los altos niveles de fósforo de los suelos están bajando abruptamente porque nadie fertiliza. Se está sacando plata del banco porque todavía la cuenta tiene mucho, pero en poco tiempo más vamos a llegar a una situación peor a la de la región pampeana".
Otro de los problemas relacionados con el auge de la soja y su rendimiento económico, es el considerable avance de la frontera agrícola sobre suelos no aptos o montes nativos de importante riqueza natural, no sólo en cuanto a la preservación de la biodiversidad de la región y la provisión de bienes y servicios, sino como hogar y medio de vida para miles de personas.
El cultivo de la soja avanzó sobre montes nativos, como el Bosque Chaqueño que se despliega en las provincias de Chaco, Formosa, Santiago del Estero, el noroeste de Santa Fe y noreste de Salta arriesgando la estabilidad de los ecosistemas.
Favorecido por un ciclo húmedo, avances en biotecnología, métodos de labranza y la expectativa de buenos precios a partir de la devaluación, el avance vertiginoso de la agricultura sobre los bosques es uno de los problemas mas graves en cuanto a la degradación del suelo.
En este contexto y agravado por fuertes intereses locales, políticos y económicos, la permanencia de la producción agrosilvopastoril tradicional (práctica conservacionista del recurso), entre otras, se ve seriamente comprometida.
En cuanto a la vegetación herbácea, la aplicación reiterada del herbicida Glifosato que es el comúnmente utilizado para soja transgénica, puede por un lado generar tolerancia y/o resistencia progresiva de algunas especies de malezas y por otro, cambios en la abundancia relativa; en este sentido, han comenzado a detectarse algunas especies de malezas que antes no resultaban tan frecuentes.
Es un dato relevante que el consumo de Glifosato en el año 1996 fue de 13.900.000 de litros, pasando en el año 2003 a más de 130.000.000 de litros. La información existente respecto de la concentración residual de Glifosato en alimentos y el medio ambiente no sólo podría ser poco confiable, sino que además es sumamente escasa.
Por otra parte, el desequilibrio biológico y la posibilidad de nuevas enfermedades, tales como la"roya de la soja", forman parte de los riesgos de este proceso y de la sostenibilidad de los sistemas en el largo plazo. Este aspecto también puede hacerse extensivo a nuevas plagas.
Desde el punto de vista social, debe tenerse en cuenta que las explotaciones mixtas e intensivas son las que arraigan a los productores y sus familias a la tierra. La descontrolada "agriculturización" motivada por el cultivo de soja, fue desplazando a los productores e hizo que abandonaran sus chacras, tambos, y pequeñas producciones regionales de alto interés social, que daban fisonomía a un campo diversificado y con una sólida estructura socio-cultural y que debieran refugiarse en los centros poblados, mudando de actividad los que pudieron y los que no padecen el desempleo, la pobreza y la marginalidad.