Hoy como ayer los grupos represivos, asesinos de la última dictadura militar actúan con total impunidad, demostrado ésto en el ataque perpetuado en la casa de Inés Ragni, Madre de Plaza de Mayo, cuyo esposo es testigo en el juicio denominado Escuelita II, donde se juzga a 24 dictadores - represores que torturaron, asesinaron, desaparecieron y se apropiaron de bienes y personas.
Exigimos total esclarecimiento del hecho y justa condena. Cárcel común y efectiva a los culpables.
"SE VAN A CANSAR DE ESPERAR QUE DEJEMOS LA LUCHA"
Fue el lunes a las 3 de la mañana. Dos días después de la enorme marcha por el 24 de marzo, y a dos días de que comenzara el juicio a los responsables del genocidio en la región. “Sentimos unos ruidos, pero no alcanzamos a comprender qué era”, dijo Oscar Ragni. Dos días después, advirtieron que se trataban de disparos de arma de fuego. Tres balazos pegaron contra la chapa de la puerta y quedaron ahí. Un cuarto disparo atravesó un vidrio e impactó contra un dispenser ubicado adentro del salón.
Ambos decidieron hacer la denuncia policial. Salieron de su casa y se tomaron el colectivo para radicarla en la comisaría más cercana. “Es que no tenemos auto“, explicó Inés, para quien el miedo no forma parte de su vocabulario.
"LOS JÓVENES NO SON EL FUTURO, SON EL PRESENTE"
(Radio Sur FM88.3).- Testimonio de Nora Cortiñas en el acto donde la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) le brindó a esta Madre de Plaza de Mayo de 82 años, la distinción “Deodoro Roca como Ejemplo para la Juventud”.
El escenario testigo fue un repleto Salón de Actos de la Facultad de Derecho, donde estuvieron presentes el Presidente de la FUBA, Nacho Kostzer, quien le entregó la distinción a Nora. También estuvo el músico León Gieco, que terminó dando un recital al final del acto.
Nora Cortiñas, que se convirtió hace tiempo en ejemplo de lucha para el pueblo argentino, dijo que “la juventud es importante porque siempre, en cada etapa de la vida Argentina, hubo un cúmulo de jóvenes que salieron a pelear por la liberación y por la patria que soñaron”, y agregó que “los jóvenes no son el futuro, son el presente”. Esta es la cuarta distinción “Deodoro Roca” (el nombre es retomado del dirigente estudiantil cordobés de la Reforma Universitaria de 1918) que realiza la FUBA, anteriormente le había tocado el turno al vicepresidente boliviano, García Linera, el trovador cubano Silvio Rodríguez y al escritor uruguayo Eduardo Galeano.
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