El Bolsón (ANPP).-Compartimos más información que nos llega a nuestra redacción sobre quienes estuvieron en el Batallón 601 de inteligencia del Estado, como informantes y co autores de los delitos de lesa humanidad. Aquí en El Bolsón, aún sigue libre, quien ocupara hasta hace poco, cargos en inspectoría de la Municipalidad, y anteriormente se desempeñara como jefe del operativo de seguridad local en la venida de Menem a la localidad por la crisis del Hanta Virus en 1995, y que también figuró en las listas del Batallón 601, el señor CASARTELLI.
Reproducimos la nota:
G Martinz de la UOCRA fue servicio
El Secretario General del gremio de la Construcción, el ultra kirchnerista Gerardo Martinez, cuyas patotas apalean petroleros y docentes en Santa Cruz, pobres en el Indoamericano, obreros y activistas en todo el país, que fue encubridor del negreador Shocklender; trabajó durante toda la dictadura para el Batallón 601 del Ejército como personal civil. Hay al menos 105 desaparecidos de la construcción mientras este señor estaba en el sindicato
Hoy, justo a tres meses de la tremenda golpiza que la patota de la UOCRA la propinó a docentes y estatales santacruceños no hay un solo detenido. Esto habla a las claras de la connivencia de la justicia y el poder político con las patotas paraestatales organizadas por la burocracia.
Este accionar que excede incluso el reprimir trabajadores de su propio gremio viene de una impunidad de larga data, incluso durante la dicatadura militar. Así el Secretario General de la UOCRA, Gerardo Martinez, trabajó desde 1977 y al menos durante toda la dictadura como Personal Civil en el terrible Batallón 601 de Inteligencia del cual dependieron varios Centros Clndestinos de Detención en todo el país, entre ellos tal vez el más temible, el de Campo de Mayo donde desaparecieron a 3000 personas. No está de más recordar que según la CONADEP hay 105 obreros de la construcción desaparecidos mientras Martinez ejercía su doble función, sindicalista y servicio
En el Archivo Nacional de la Memoria, dependiente del Ministerio de Justicia y DDHH de la Nación, figura el listado del personal civil que trbajó para el Batallón 601 de Inteligencia enviado por el general Milani, Director General de Inteligencia, con cerca de 5000 empleados y que fue enviado a la Ministro de Defensa Nilda Garré el 5 de febrero de 2010. En la foja 52, número de orden 2798 figura Gerardo Alberto Martinez, DNI 11.934.882
Está calro que no fue el único, aunque trató de no sefr descubierto. Entre los "famosos" civiles que trabajaron para el 601 figuran los temibles Leandro Sanchez Reisse y Raúl Guglielminetti, alias mayor Guastavino
No sabemos si Martinez, por el Plan Cóndor, participó en tareas paramilitares en Honduras, Nicaragua, Guatemala, El Salvador.
Pero no queda ahí su accionar. Es más, la historia trás el 83 lo hunde aún más. En 1996 Horacio Barcos fue designado Interventor de la Seccional Tres Arroyos de la UOCRA y al ser reconocido por la esposa de José Tur, dirigente de CTERA desaparecido, como quien los secuestró, torturó y asesinó a su esposo fue condenado a 15 años de prisión. Este amigo de Martinez trabajó en el Batallón de Inteligencia Militar 122 desde enero del 76 hasta mayo del 77 desde donde se infiltró en la UOCRA Santa Fe.
Del mismo modo Eduardo Daffunchio, abogado de la UOCRA Santa Fe al menos hasta 2009, figura en la foja 24, nº de orden 1271 como Personal Civil del Batallón de Inteligencia 122
La utilización de grupos de choque o patotas por parte del Estado y las patronales, amparadas por el estado, es tradición vieja. Desde los cajetillas que usaban a fines del siglo 19 para asolabar los barrios pobres o a los laburantes, pasando por la Liga Patriótica Argentina durante la Semana Trágica, la Legión Cívica trás el golpe del 30 de Uriburu y ya más cerca en el tiempo las AAA con más de 3000 asesinados la patronal y el Estado aceptan tercerizar la represión a los que luchan o quieren otra sociedad.
Hoy por hoy la patotas sindicales actuaron en el asesinato de Mariano Ferreira el 20 de octubre de 2010, hace tres meses atacaron a petroleros, docentes y estatales en Santa Cruz mandados por Martinez y amparados por el gobernador kirchnerista Peralta, atacan permanentemente a los trabajadores de SITRAIC, Sindicato de la Construcción, en Lomas de Zamora, en Almirante Brown, reemplazando las tareas de la policía en San Luis durante un acuartelamiento de estos en 2006 bajo las órdenes de Marcos Sosa, Secretario General de la Uocra local y concejal del PJ, en 2005 en Esquel atacando a los vecinos de No a la Mina, en octubre de 2010 otra vez en Santa Cruz en el sindicato de Comercio, en 2008 atacando ferozmente a Walter Montero, qu treminó hospitalizado, delegado de Dezacor en Atucha, Zárate, dependencia estatal, el 15 de noviembre de 2010 impidiendo la sesión del Consejo Deliberante de San Pedro a los tiros y tantos más etcéteras
SITRAIC, CORREPI y varios organismos de DDHH hicieron una presentación judicial paralela a la causa Batallón 601 para que el Estado responda hasta cuando Martinez trabajó para Inteligencia del Ejército e informe cual fue su participación en la desaparición de 105 trabajadores de la construcción ya que entienden que al trabajar para los militares infiltrado en el gremio uno de sus objetivos era reconocer activistas obreros que pudieran molestar de algún modo a los militares.
Gerardo Martinez es una gran muestra de como el Estado capitalista intenta disciplinar a los trabajadores: directamente en los sindicatos, cuando no les alcanza con la Policía y demás fuerzas represivas o tercerizando la represión con patotas paraestatales. Al estado capitalista armado, de uniforme, de civil, solo podremos enfrentarlo con ilusiones ciertas de vencerlo organizados en forma clasista y peleando por una sociedad de iguales.
Gerardo Martinez, agente de inteligencia del estado y gremialista burócrata tuvo doble trabajo, es doble el olor nauseabundo qu desprende. Será un ladrillo más para el paredón que se merece y que algún día terminaremos los trabajadores y el pueblo pobre, por nuestros desaparecidos, por nosotros, por nuestros hijos.
Editoriales ANP
