Buenos Aires (AW).- En un mamarracho jurídico, sin ninguna respuesta a los contundentes alegatos presentados por los abogados, y desoyendo el clamor no solo popular sino de un enorme arco cultural, social, humanitario y político, la Cámara de Casación negó, hoy, la libertad del rehén de los intereses sionistas. Roberto Martino.
La Cámara de Casación que dilato la respuesta por la excarcelación de Roberto Martino, quien se encuentra internado en el hospital del penal de Marcos Paz, como consecuencia de la medida de fuerza que esta llevando a cabo con una huelga de hambre desde el 10 de noviembre, hoy pese a los innumerables reclamos de diferentes sectores políticos, culturales, de derechos humanos nacionales e internacionales, desoyendo y sin responder a los reclamos y argumentos jurídicos presentados por sus abogados, dicto hoy la confirmación de la prisión preventiva sobre Roberto Martino, rechazando su libertad ante claras presiones políticas, y lobby del estado Sionista de Israel, que a presionado en forma permanente a la justicia y al Estado Argentino, para que el compañero, sea un caso testigo, que discipline cualquier intención nacional o internacional, de denunciar y condenar el genocidio y crímenes aberrantes al que somete al pueblo palestino.
En este marco, donde se a intensificado la represión política y la persecución de todas las luchas y conflictos sociales, donde 8 luchadores populares han muerto en algo mas de un mes, la prisión de Martino es un elemento más que confirma las políticas de avasallamiento y pisoteo de los derechos humanos y de la capacidad de organización y lucha frente a las injusticias sociales.
Las organizaciones políticas, de trabajadores ocupados y desocupados, estudiantiles, culturales y de derechos humanos, informan que redoblaran el esfuerzo y el compromiso, y retomaran las calles hasta conseguir su libertad.
Transcribimos la carta enviada a R. Martino por el Ministro de la Corte Suprema de Justicia, Raúl Zaffaroni y la respuesta del compañero desde su interacción.
Señor Manuel Roberto Martino
Marcos Paz
Señor Martino:
Distintas representantes de ONG me imponen de su situación y de su decisión prolongada de declararse en huelga de hambre. No tengo conocimiento de causa porque no se halla sometida a este Tribunal. Tiene UD. pendiente la decisión de la instancia casatoria y en caso de no ser satisfactoria la posibilidad de acudir a la instancia de esta Corte. Creo que su decisión de apelar a la huelga de hambre ha cumplido su objetivo. Estamos todos al tanto de su situación y la también la opinión pública. Ni personalmente ni el tribunal podemos inferir en la decisión de otra competencia. De cualquier manera creo que tiene UD. en última instancia la garantía de una Corte que nunca se ha prestado a arbitrariedades ni actitudes persecutorias. En lo personal en lo que puedo garantizarle es que si eventualmente su causa llega a conocimiento de este Tribunal le prestaré la más pronta atención que pueda.
Puede UD. comunicarse conmigo cuando guste telefónicamente al ////// y si desea una entrevista personal en que le ratifique el compromiso en la eventualidad en la que me corresponde intervenir, no tengo inconveniente.
Puedo no coincidir con métodos y objetivos, podemos tener todas las diferencias que sean, pero no ignoro que la dinámica del país necesita ciudadanos vivos y sanos y por eso lo insto a que cuide su salud y su vida.
Atentamente R Zaffaroni
Al señor Ministro de la Corte Suprema de Justicia
Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni
En el día de ayer, sábado 11 de diciembre de 2010, recibí la carta que me enviara usted. Deseo manifestar que me sentí reconfortado y esperanzado, además de identificado en cuanto a que lo más deseable para un país, y sobre todo una república, son ciudadanos vivos y sanos capaces de participar en la construcción de un destino común.
Pero, lamentablemente Dr., no puedo dejar de mencionar que las muertes de Mariano Ferreyra, como las de Villa Soldati -para señalar solo las más recientes-, parecen indicar que ningún derecho se hace realidad en este país si no es a costa de la muerte de gente del pueblo.
Es esta realidad la que me impulsó a tomar la determinación de iniciar una huelga de hambre, aún a costa de mi propia integridad.
Aún así le repito, su carta es esperanzadora porque señala la existencia, aún, de hombres interesados en la justicia.
Por ello sería muy importante para mí, que usted pueda visitarme personalmente.
A la espera de una respuesta favorable, lo saludo atentamente.
Roberto Martino, desde la cárcel de Marcos Paz.
12 de diciembre de 2010
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