Por Fernando Samuel y Laura Gavuzzo
Fiske Menuco (Agrupación Naranja).- Las próximas elecciones muestran con claridad la asimilación definitiva al modelo sindical policlasista del gremio docente, las tres listas que se presentan levantan las clásicas propuestas “mutualistas” y en el caso del Frente las políticamente correctas “para acercarse a la gente”.
La interna justicialista
A través de la Azul-Arancibia (A-A). y la Celeste (C), la interna del PJ se instaló en el gremio, en CTERA y en la CTA. L@s prim@s herman@s representan distintas corrientes del PJ nacional y provincial; no los divide tanto la “madre CTERA” sino Kirchner-Picheto y Duhalde-Soria. Las dos propuestas son un claro exponente del acompañamiento a las políticas que aplican los gobiernos patronales, aunque de vez en cuando apurados por la base tengan que tomar medidas de lucha.
Siempre hemos sostenido que el policlasismo sindical beneficia a las patronales privadas o estatales más allá de los discursos “progresistas” de algunos dirigentes. Las acusaciones mutuas hechas públicas con motivo de las elecciones en la CTA son un claro ejemplo de esta división y posicionamiento en la interna justicialista.Por otra parte ambas propuestas mantienen una estructura sindical que perpetúa a l@s dirigent@s en sus cargos igual que los “gordos” de la CGT, de la que alguna vez se fueron precisamente porque no compartían su modelo sindical. Vemos en estas propuestas una política mutualista que en muchas casos tiende a suplantar las obligaciones del gobierno y del estado para con sus trabajador@s.
El Frente... "Amontonados", "Cretinismo sindical, "Sojeros"...
Estas calificaciones más las palabras traición, sectas, agentes de la Sociedad Rural Argentina, divisionistas y otras por el estilo, son las que se cruzan las agrupaciones docentes del PCR, PO, MAS e Izquierda Socialista, que en las elecciones de CTERA van en listas separadas, pero llevan candidatos provinciales “mágicamente unidos” en Unter, en el Frente de Unidad y Lucha están acompañadas por adherentes a Proyecto Sur e “independientes”; por todo esto es que en su programa no se hace mención a las elecciones de CTERA o de la CTA; “de eso no se habla”. Curiosa honestidad política la de estas agrupaciones.
Desde la Naranja decimos que expresan una política que se aleja del clasismo que alguna vez expresaron. El programa que levantan es un claro ejemplo, similar a los de la A-A y C; coloreado de rojo con el “no pago de la deuda externa” y los mandatos.
En su propuesta no se dice ni una sola palabra del carácter patronal de la educación, ni de la eliminación de los subsidios a la escuela privada, ni de la bolsa de trabajo para amigos en que se transformó la escuela de formación sindical Rodolfo Walsh, ni de la política de disciplinamiento y boicot a la lucha en Chichinales de la A-A y C (quizás porque algunos de sus componentes fueron en un principio parte de ella y otros no participaron activamente con el argumento de que no fue votada en las escuelas) o del compromiso de Ctera con el gobierno de los Kirchner que la lleva a avalar salarios miserables y a aislar las luchas provinciales.
Llamamos a l@s compañer@s a rever esta concepción sindicalista y trabajar junt@s por una clara posición clasista que enfrente las políticas de los gobiernos patronales.
Por la construcción de sindicatos clasistas
El 12 de Julio, desde la Agrupación Naranja, llamamos públicamente a conformar en UnTER – CTA, una lista clasista, lamentablemente la respuesta de estas agrupaciones fue el silencio. Ante este cuadro de situación entendemos que es imprescindible dar la discusión sobre la necesidad de construir sindicatos clasistas, alejados de las prácticas cotidianas de conciliación, acuerdos y propuestas comunes con la patronal, con la que se manejan los actuales sindicatos.
Un sindicato clasista donde se privilegie y propicie la participación real de la base, a través de asambleas por escuela, cuerpo de delegados con mandato, asambleas, congresos u otras formas de participación, donde las definiciones no dependan del famoso “Estatuto y cuerpos orgánicos” utilizados para frenar la lucha.
Un sindicato clasista, que levante claramente la necesidad de poner la educación al servicio de l@s trabajador@s y sectores populares, luchando por la eliminación de la educación privada y por una escuela pública, laica, científica, no sexista, con presupuestos controlados por la comunidad educativa y planes de estudios actualizados en función de las necesidades del pueblo trabajador.
Un sindicato clasista donde los mandatos permitan una renovación permanente de dirigentes, que sirva para transmitir experiencias y formar nuev@s compañer@s.
Un sindicato clasista donde las posiciones políticas no sean aplastadas por mayorías circunstanciales y por el contrario se estimule la discusión de ideas y propuestas sin que se dejen de lado por oportunismo electoralista.
Un sindicato clasista que le diga con claridad a l@s trabajador@s que es a través de la lucha organizada que podremos alcanzar nuestras demandas y que las paritarias, conciliaciones, actas, acuerdos y otros instrumentos patronales son transitorios y están a su servicio.
Un sindicato clasista que no se transforme en una mutual, que ofrece, créditos, viajes, electrodomésticos, etc. y por el contrario sea la herramienta de lucha que le permita acceder a l@s trabajador@s a un salario que contemple esas necesidades y otras que decidan libremente.
Un sindicato clasista que sea parte de las luchas de l@s trabajador@s y sectores populares y coordine acciones comunes en defensa de la educación pública.
Un sindicato clasista que luche por propuestas de salud y vivienda, junto a otr@s trabajador@s.
Un sindicato clasista que diga sin miedo que somos nosotr@s, l@s trabajador@s, l@s que día a día producimos las riquezas del país y sin embargo un pequeño grupo se apropia de nuestro esfuerzo y puede gozar de las mismas. Para ello tiene a su servicio a los gobiernos patronales de turno, “la justicia”, las fuerzas de seguridad y dirigentes políticos y sindicales presurosos de ponerse a su servicio, para frenar, desviar o traicionar las luchas del pueblo trabajador.
Un sindicato clasista que plantee que si somos capaces de producir en las fábricas y los campos; de llevar adelante la educación y la atención de la salud pública aún con escaso presupuesto, si somos imprescindibles para el desarrollo de la sociedad, no podemos continuar dejando en manos de unos pocos patrones y sus representantes nuestras vidas y la de las futuras generaciones, por el contrario debemos y podemos gobernar y poner los destinos del país al servicio de la mayoría, del pueblo trabajador.
Desde La Naranja llamamos a tod@s aquell@s trabajador@s, que quieran una sociedad fraterna, solidaria, pluralista, a construir junt@s un sindicato clasista, una herramienta política, social y cultural, al servicio del pueblo trabajador en el camino de la construcción de una sociedad sin opresión ni explotación.
Contacto: lanaranja.untercta@gmail.com
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