Bariloche (El Mensajero ).- En horas del mediodía se realizó la marcha al cumplirse un mes del Bariloche trágico. El pueblo movilizado pidiendo justicia, muchos de ellos familiares de jóvenes víctimas del gatillo fácil en Bariloche, y Organizaciones Sociales bajaron desde la ex comisaria 28 hacia el Centro Cívico. En el mismo momento en que en forma circular todos los participantes, se preparaban para hablar, nos enterábamos que ayer por la noche, familiares de Karina Riquelme, esposa del joven asesinado Sergio Cárdenas, habían sido detenidos, golpeados y que ni estos ni sus familias pudieron realizar la denuncia en la fiscalía, porque el fiscal a cargo se negó a realizar dicho trámite. Aspecto que preocupó a los concurrentes porque no es el primer caso de persecución y detención a miembros de la Multisectorial contra la Represión y en este caso a un familiar de las víctimas.
Los ausentes fueron los funcionarios políticos, al respecto Juan Carlos Curaqueo, tío de Nino Carrasco manifestó "que el Concejo Deliberante en conjunto aún nos debe expresarse acerca de los asesinatos, lo mismo que debemos exigir a la legislatura"
Muchas familias con relatos muy dolorosos se sumaron a esta movilización, entre ellos los familiares de Jorge Pilquimán, quien hace cinco años falleció, luego de ser sacado de un local bailable por personal policial y cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en el lago Nahuel Huapi, días después. En este caso al igual que Juan Carlos Vazquez, muchos de los testigos se negaron a declarar y hasta el día de hoy estos asesinatos continúan impunes.
Se recordaron además de Nino, Sergio y Diego, asesinados el 17 de Junio pasado, a tantos otros como Fredy Figueroa, Titi Almonacid, Raúl Carriqueo, Franco Carón, entre otros.
Alejandra Santana que hoy tiene 28 años de edad nos recuerda, el asesinato de su hermano cuando ella tenía apenas 8 años, durante la navidad en el conocido caso del asalto a la tres de Mayo. Nos relata como en el shopping de Bariloche, la empujaron sobre una puerta, la golpearon y le pidieron documentos. Dice que se siente discriminada por el color de su piel "somos nativos y no refugiados de otros países" dice y "esta ciudad nos excluye todos los días".
Se recordó a Atahualpa Martinez Vinaya asesinado en la ciudad de Viedma, aún impune.
Se continuó reclamando la renuncia y juicios políticos del ministro de seguridad, ministro de justicia y del mismo gobernador Miguel Saiz que han dado sobradas muestras de su inoperancia y complicidad.
Mucha gente decía que hay que sacar a los políticos de los barrios cuando busquen votos y que hay que escrachar a los mismos jueces de la ciudad que en contadas oportunidades han actuado acorde a las circunstancias.
Recalcaron la necesidad de organización desde los barrios, de que las movilizaciones continúen como la única forma de forjar la decisión política que brilla por su ausencia.
Este mes de marchas por justicia, nos encontró con más familias que año tras año ven como en soledad reclaman por los familiares que les fueron arrebatados.
El calor de los grito exigiendo justicia nos encontró un poquito más acompañados aunque los concejales, intendente, ministros, legisladores, y toda la cúpula de funcionarios que esta democracia nos dejó, parece no haberse enterado, porque ninguno, pero ninguno de ellos, se acercó a esta movilización por el reclamo de justicia.
El papá de Jorge Pilquimán lo decía claramente, "puede ser cualquiera, no esperemos a que nos pase para manifestarnos" dijo y no pudo continuar hablando por la emoción.
Lugo de finalizado este acto, la gente dio una vuelta al centro cívico, pasó junto a la comisaría y al grito de "asesinos", se dirigió nuevamente al Barrio Boris Furman para continuar con las actividades previstas
Los ausentes fueron los funcionarios políticos, al respecto Juan Carlos Curaqueo, tío de Nino Carrasco manifestó "que el Concejo Deliberante en conjunto aún nos debe expresarse acerca de los asesinatos, lo mismo que debemos exigir a la legislatura"
Muchas familias con relatos muy dolorosos se sumaron a esta movilización, entre ellos los familiares de Jorge Pilquimán, quien hace cinco años falleció, luego de ser sacado de un local bailable por personal policial y cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en el lago Nahuel Huapi, días después. En este caso al igual que Juan Carlos Vazquez, muchos de los testigos se negaron a declarar y hasta el día de hoy estos asesinatos continúan impunes.
Se recordaron además de Nino, Sergio y Diego, asesinados el 17 de Junio pasado, a tantos otros como Fredy Figueroa, Titi Almonacid, Raúl Carriqueo, Franco Carón, entre otros.
Alejandra Santana que hoy tiene 28 años de edad nos recuerda, el asesinato de su hermano cuando ella tenía apenas 8 años, durante la navidad en el conocido caso del asalto a la tres de Mayo. Nos relata como en el shopping de Bariloche, la empujaron sobre una puerta, la golpearon y le pidieron documentos. Dice que se siente discriminada por el color de su piel "somos nativos y no refugiados de otros países" dice y "esta ciudad nos excluye todos los días".
Se recordó a Atahualpa Martinez Vinaya asesinado en la ciudad de Viedma, aún impune.
Se continuó reclamando la renuncia y juicios políticos del ministro de seguridad, ministro de justicia y del mismo gobernador Miguel Saiz que han dado sobradas muestras de su inoperancia y complicidad.
Mucha gente decía que hay que sacar a los políticos de los barrios cuando busquen votos y que hay que escrachar a los mismos jueces de la ciudad que en contadas oportunidades han actuado acorde a las circunstancias.
Recalcaron la necesidad de organización desde los barrios, de que las movilizaciones continúen como la única forma de forjar la decisión política que brilla por su ausencia.
Este mes de marchas por justicia, nos encontró con más familias que año tras año ven como en soledad reclaman por los familiares que les fueron arrebatados.
El calor de los grito exigiendo justicia nos encontró un poquito más acompañados aunque los concejales, intendente, ministros, legisladores, y toda la cúpula de funcionarios que esta democracia nos dejó, parece no haberse enterado, porque ninguno, pero ninguno de ellos, se acercó a esta movilización por el reclamo de justicia.
El papá de Jorge Pilquimán lo decía claramente, "puede ser cualquiera, no esperemos a que nos pase para manifestarnos" dijo y no pudo continuar hablando por la emoción.
Lugo de finalizado este acto, la gente dio una vuelta al centro cívico, pasó junto a la comisaría y al grito de "asesinos", se dirigió nuevamente al Barrio Boris Furman para continuar con las actividades previstas